Manejo de la fertirrigación orgánica en cítricos

Manejo de la fertirrigación orgánica en cítricos

La Estrategia De la Granja a la Mesa describe un plan de acción para impulsar un uso eficiente de los recursos (suelo, agua y fertilizantes). En el caso de estos últimos, promueve la introducción de herramientas de sostenibilidad agrícola para un manejo sostenible de los nutrientes a través de la integración de todas las fuentes del sistema. En este artículo se sientan las bases para una adecuada fertilización orgánica en cítricos.

El actual Pacto Verde Europeo pre­vé, en el ámbito de la agricultura, la necesidad de conseguir un sistema alimentario justo, saludable y respetuoso con el medio ambiente. Con­cretamente, en la Estrategia De la Granja a la Mesa, los Estados miembros deben de comprometerse a establecer prácticas agrarias sostenibles que den lugar a un incremento de la superficie destinada a la agricultura ecológica, orgánica o biológica, conceptos sinónimos en el actual Re­gla­mento 848/2018 UE, hasta superar el 25% de las tierras agrícolas en producción.

 

Este modelo de manejo de la agricultura se caracteriza por ser un proceso productivo y respetuoso con el medio ambiente, en el que se reduce el uso de recursos no renovables y medios externos a través del reciclaje de residuos y subproductos (origen vegetal y animal). Además, el control de plagas se realiza a través de medidas preventivas sin el empleo de productos químicos ni pesticidas. La agricultura ecológica basa el manejo de la fertilización en prácticas de cultivo que incrementen el contenido de materia orgánica del suelo, mejorando la fertilidad natural del mismo y su actividad biológica.

En la actualidad, España es el primer país europeo en superficie en agricultura ecológica, con un incremento del 3,5% en 2020, hasta 2.437.891 hectáreas (Eurostat, 2021), siendo la Comunidad Valenciana, la cuarta provincia en superficie orgánica a nivel estatal. En cuanto a los principales cultivos, la superficie certificada de cítricos en agricultura ecológica se ha incrementado en un 173% de 2016 a 2020 (CAECV, 2020).

La Estrategia De la Granja a la Mesa describe un plan de acción para impulsar un uso eficiente de los recursos (suelo, agua y fertilizantes). En el caso de estos últimos, promueve la introducción de herramientas de sostenibilidad agrícola para un manejo sostenible de los nutrientes a través de la integración de todas las fuentes del sistema, considerando los nutrientes procedentes de la materia orgánica, así como de los productos orgánicos aportados (estiércol, compost, vermicompost, ácidos húmicos, etc.) y de la mineralización de los residuos de los cultivos (poda, órganos caídos y destríos), estableciendo la proporción de fertilizantes que quedaría por aportar, vía fertirriego, para satisfacer por completo las necesidades de los cultivos.

Además, favorece el uso de productos fertilizantes avanzados y el apoyo en herramientas de agricultura de precisión (PAC 2021-2027). En el caso del riego fomenta el uso de sistemas de alta frecuencia, más eficientes, para aplicar los nutrientes necesarios para las plantas (fertirrigación).

El objetivo del abonado es incrementar la fertilidad natural del suelo con el fin de conseguir un aumento del rendimiento y una mejora en la calidad del fruto. Para conseguirlo, las plantas, además de carbono (C), oxígeno (O) e hidrógeno (H), que son capaces de obtener a través de la fotosíntesis, la respiración y el agua, también necesitan absorber el resto de nu­trientes esenciales: nitrógeno (N), fósforo (P), potasio (K), azufre (S), calcio (Ca), magnesio (Mg), hierro (Fe), manganeso (Mn), zinc (Zn), boro (B), cloro (Cl), cobre (Cu), molibdeno (Mo) y níquel (Ni).

Para estimar una dosis de abonado estándar, tanto para parcelas en manejo convencional como ecológico, se deben conocer las necesidades nutritivas anuales de las plantas. Estas contemplan el crecimiento de los órganos viejos (ramas de años an­te­riores, tronco y raíces gruesas) y el de­­sa­­rrollo de nuevos tejidos (flores, frutos, hojas y ramas de las brotaciones de primavera, verano y otoño). Con posterioridad, es muy importante el conocimiento de la eficiencia de uso de los fertilizantes, ya que la aplicación de éstos conlleva un porcentaje de pérdidas debidas a diferentes causas. Por ello, el aporte de nutrientes siempre será superior a las necesidades de las plantas.

Los valores del consumo anual de nutrientes esenciales de cítricos de diferentes edades se exponen en el cuadro I. Estos valores tienen un valor indicativo de las necesidades promedio de plantas de cítricos de diferentes edades, y pueden su­frir variaciones en función de las características de la planta.

El tipo de suelo (profundidad, drenaje, capacidad de retrogradación a formas inasimilables de los elementos aplicados, etc.) y las prácticas culturales (sistema de laboreo o de no cultivo, modalidad de abonado en riego tradicional o en goteo) influyen en la eficiencia de utilización de los fertilizantes. La eficiencia de uso de los abo­nos se define como la proporción de un elemento que es aprovechado por el ar­bolado cuando se aplica una dosis de­terminada del mismo.

Para el cálculo de las unidades fertilizantes a aportar por hectárea (UF/ha), se utiliza la ecuación 1.

Ecuación 1.
Necesidades plantación (UF/ha) = Necesidades nutritivas netas x F1 x F2 x nº árboles.
F1 = 100/eficiencia uso fertilizantes en rie­go por goteo (%).
Los valores mostrados en el cuadro I (UF/ha) se han obtenido utilizando una eficiencia de N: 75; P: 50; K: 85 y Mg: 35.
F2 = Factor de conversión de gramos a UF.
(UF Nx1=N; Px2,3=P2O5; Kx1,2=K2O; Cax1,4=CaO; Mgx1,7=MgO; Fex1=Fe).

Una vez establecida la dosis estándar, se deberá corregir por medio del análisis fo­liar (CorrAF), suelo (CorrAs) y agua de riego (CorrAR) aplicando la ecua­ción 2. Finalmente, para el mejor apro­vechamiento de los nutrientes aportados, la dosis deberá aplicarse en las épocas más idóneas y con los fertilizantes más apropiados.

Ecuación 2.
UF/ha = Necesidades anuales x CorrAS x CorrAR x CorrAF

Corrección según el análisis del suelo

El análisis del suelo informa sobre las condiciones físicas, (movilidad del agua y la dinámica de los nutrientes), la riqueza de los elementos que se encuentran en forma asimilable para el cultivo, así como, las características del mismo que pueden ser desfavorables o limitantes para el desarrollo de la planta, tales como el pH, contenido de calcio total y activo, conductividad eléctrica, etc.

Durante la implantación del riego localizado a goteo, se consideraba como un mero soporte para las plantas. Sin embargo, en el nuevo marco del Pacto Verde Eu­ropeo se han de considerar todos los aportes del mismo, principalmente los ni­tro­genados, para conseguir el objetivo de disminuir el aporte de los fertilizantes de síntesis en un 20%.

A nivel de cada autonomía, se debe de cumplir la normativa vigente. En la Comunidad Valenciana, la Orden 10/2018, sobre la utilización de materias fertilizantes nitrogenados en las explotaciones agrarias, regula la utilización de materias fertilizantes nitrogenadas, aprueba el Código de Buenas Prácticas Agrarias de la Comunidad Va­lenciana (CBPACV) en su Anexo II, las Nor­mas de Producción Integrada (PI) en cítricos (2020) y el Programa de Actuación en las zonas vulnerables de la Comunidad Valenciana para prevenir y reducir la contaminación de las aguas causadas por los nitratos de origen agrario.

En términos generales, hay que deducir de las dosis de nutrientes a aplicar en los cítricos (cuadro I):
• Nitrógeno liberado de la materia orgánica (tablas XI CBPACV; Anejo XII PI).
• Nitrógeno mineralizado de los aportes orgánicos (tabla I, CBPACV).
• Dosis máximas de estiércol (anejo VIII normas PI).
• Factores de corrección de abono fosfórico y potásico por análisis foliar (anejo VIII y IX PI).

Para facilitar el cálculo del porcentaje de las necesidades de los cítricos que es cubierto por la mineralización del nitrógeno de la materia orgánica del suelo, la fi­gura 1 muestra la curva aproximada de mineralización en suelos propios del cultivo de cítricos del este peninsular.

Corrección según el análisis foliar

Esta analítica es el procedimiento más adecuado para diagnosticar el estado nutritivo del arbolado, ya que informa so­bre la absorción real de los nutrientes por la planta, muestra la presencia de estados carenciales o excesivos, sugiere la aparición de antagonismos entre nutrientes y permite evaluar las reservas disponibles en elementos móviles. El cuadro II muestra los valores foliares de referencia de diferentes estados nutritivos de varias es­pecies de cítricos (Quiñones et al, 2012).

Por tanto, las dosis expuestas en el cuadro I se corregirán multiplicándolas por los factores asignados a cada nivel fo­liar (cuadro III).

Los incrementos o disminuciones de las aportaciones de fertilizantes (respecto a la dosis estándar) son aproximados, ya que valores más exactos sólo pueden con­seguirse con el uso de funciones complejas. Sin embargo, se considera que estas aproximaciones son suficientes para el cálculo práctico de las necesidades de fertilización en los cítricos en riego a go­teo.

Corrección según el análisis del agua de riego

El análisis del agua de riego nos indica el contenido de sales minerales que, incorporadas al suelo, pueden actuar como fuente de elementos para la planta.

Otro aspecto importante es su calidad, de modo que debe mantenerse un control so­bre la misma, tanto más riguroso cuanto peor sean las características de ésta. Este control es especialmente necesario en fertirrigación, ya que pueden producirse insolubilizaciones e incrustaciones en tuberías y goteros.

La corrección más importante a realizar, siguiendo el plan de acción De la Granja a la Mesa de la Agenda europea 2030 de integrar todas las fuentes de nutrientes, es la debida al aporte de N con el agua de riego. Si la concentración de ni­tra­to (NO3) es superior a 50 mg/l, las dosis de N (cuadro I) se reducirán en función de los aportes de ésta. La cantidad de N suministrada por el agua de riego se calcula mediante la ecuación 3 descrita por Quiñones et al, (2007):

Ecuación 3:
Kg N/ha = (N03 x Vr x 22,6) *10-5 x F

Siendo:
NO3= Concentración de nitrato en el agua de riego (mg/l = ppm).
Vr = Volumen total de riego (m3/ha).
22,6 = Porcentaje de N en el ión nitrato.
F = Factor que depende de la eficiencia del riego y considera la pérdida de agua. Los valores pueden oscilar entre 0,6 y 0,9 en riego a goteo.

Para la selección de productos a utilizar como fertilizantes se tendrá en cuenta la reglamentación con las consideraciones siguientes:
• Reglamento (UE) 848/2018 de producción ecológica, artículo 24 “Autorización de productos y sustancias para su uso en producción ecológica”.
• Referencia base Anejo 1 del Re­gla­mento de ejecución (UE) 2019/2164 y 2021/1165 (modifica Reglamento (CE) 889/2008 de fertilizantes, acondicionadores del suelo y nutrientes autorizados).
Como consideraciones de interés, hay que vigilar las obturaciones utilizando los productos de limpieza definidos en el artículo 16.1.f del Reglamento (CE) 834/2007 y 96.5 Reglamento (CE) 889/2008 con sulfúrico, acético, cítrico o peróxido de hidrógeno.
Por útlimo, en la CV, la autoridad de control CAECV autorizará el uso final de productos fertilizantes.

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