Enrique Peiró, Fernando Visconti y José Miguel de Paz.
Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias-IVIA (GVA), Centro para el Desarrollo de la Agricultura Sostenible-CDAS.
El uso de inhibidores de la nitrificación junto con fertilizantes amoniacales y ureicos es una estrategia prometedora para reducir las pérdidas de nitrógeno en la agricultura. En este estudio se evaluaron los efectos sobre la producción, extracción de nitrógeno por la planta y lixiviación de nitrógeno del uso del inhibidor de la nitrificación fosfato de 3,4-dimetilpirazol (DMPP) junto con el fertilizante sulfato amónico comparándolo con el uso del mismo fertilizante sin inhibidor.
El uso de inhibidores de la nitrificación junto con fertilizantes amoniacales y ureicos es una estrategia prometedora para reducir las pérdidas de nitrógeno en la agricultura. En este estudio se evaluaron los efectos sobre la producción, extracción de nitrógeno por la planta y lixiviación de nitrógeno del uso del inhibidor de la nitrificación fosfato de 3,4-dimetilpirazol (DMPP) junto con el fertilizante sulfato amónico comparándolo con el uso del mismo fertilizante sin inhibidor.
Una de las estrategias más prometedoras para minimizar las pérdidas de nitrógeno (N) por lixiviación en la agricultura es la fertilización con abonos amoniacales y ureicos que incluyan inhibidores de la nitrificación (IN) en su formulación. Los IN son compuestos que ralentizan la oxidación biológica del amonio (NH4+) a nitrito (NO2-) por parte de las bacterias del género Nitrosomonas, que representa la primera fase de la nitrificación. Esto permite que el amonio permanezca adsorbido por más tiempo en el complejo de cambio del suelo, reduciendo de esta forma el riesgo de lixiviación del nitrato (NO3-) y la consecuente pérdida de nitrógeno (N) desde los campos de cultivo hacia las aguas subterráneas.