Francisco Márquez García y Alfonso Moreno Moraga.
Departamento de Ingeniería Rural. GI. AGR 126 Mecanización y Tecnología Rural. ETSIAM. Universidad de Córdoba.
El uso de los bioestimulantes está cada vez más extendido en las explotaciones cerealistas españolas, aportando importantes beneficios a la producción de cereales. Sin embargo, aún quedan muchas incógnitas en su forma de funcionamiento y cómo actúan sobre el suelo o los cultivos.
El uso de los bioestimulantes está cada vez más extendido en las explotaciones cerealistas españolas, aportando importantes beneficios a la producción de cereales. Sin embargo, aún quedan muchas incógnitas en su forma de funcionamiento y cómo actúan sobre el suelo o los cultivos.
Actualmente la agricultura presenta grandes incertidumbres productivas asociadas a la severidad del cambio climático y a la volatilidad de los mercados, por lo que se debe optar por prácticas que no solo mejoren la producción, sino que abaraten los costes y ayuden a los cultivos a resistir los estreses que son cada vez más frecuentes. En esta situación los bioestimulantes pueden ser una alternativa eficaz tanto técnicamente, como económica y ambientalmente.
Los bioestimulantes agrícolas son sustancias o microorganismos que, aplicados a las plantas o al suelo, mejoran el crecimiento, la productividad, la eficiencia en el uso de nutrientes, la tolerancia al estrés abiótico o la calidad del cultivo, sin ser fertilizantes ni pesticidas. Las principales tipologías de bioestimulantes se pueden clasificar en dos grandes grupos.
Mejora en el uso del nitrógeno en cereales con la aplicación de bioestimulantes