Asociación Nacional de Fabricantes de Fertilizantes (ANFFE).
En un momento en que Europa se enfrenta a desafíos clave como garantizar su seguridad alimentaria, reducir su dependencia exterior y avanzar hacia un modelo económico más sostenible, reforzar la industria europea de fertilizantes se convierte en una necesidad estratégica de primer orden. Es un sector que no solo produce nutrientes esenciales para nuestros cultivos, sino que también camina de la mano del agricultor: conoce el terreno, responde con rapidez, ofrece soluciones técnicas adaptadas y mantiene una presencia cercana que aporta confianza.
En un momento en que Europa se enfrenta a desafíos clave como garantizar su seguridad alimentaria, reducir su dependencia exterior y avanzar hacia un modelo económico más sostenible, reforzar la industria europea de fertilizantes se convierte en una necesidad estratégica de primer orden. Es un sector que no solo produce nutrientes esenciales para nuestros cultivos, sino que también camina de la mano del agricultor: conoce el terreno, responde con rapidez, ofrece soluciones técnicas adaptadas y mantiene una presencia cercana que aporta confianza.
Los acontecimientos de los últimos años han puesto de manifiesto una realidad que no se puede ignorar: depender en exceso de insumos fundamentales de países terceros, algunos de ellos con normativas laxas y condiciones ventajosas que distorsionan nuestro mercado, deja a la agricultura y a la industria de fertilizantes europea en una posición delicada. Es lo que ha ocurrido con la entrada masiva de fertilizantes a bajo precio procedentes de Rusia o Bielorrusia, que han debilitado la actividad de muchas plantas europeas y generado una gran incertidumbre en el sector. Defender nuestra capacidad industrial no es una medida proteccionista, sino una forma sensata de construir un sistema más justo, equilibrado y previsible.