La UE trata de avanzar en el reforzamiento de la protección contra las plagas de vegetales importadas en su territorio

La UE trata de avanzar en el reforzamiento de la protección contra las plagas de vegetales importadas en su territorio

La Presidencia del Consejo de la UE y los representantes del Parlamento Europeo aceleraron para alcanzar un acuerdo político, que aún es provisional, sobre la propuesta, que debe ser todavía convalidado formalmente por ambas instituciones.

En octubre de 2023, la Comisión Europea presentó una propuesta para reformar el vigente Reglamento (UE) 2016/2031 relativo a las medidas de protección contra las plagas de los vegetales, cuyo objetivo es la mejora de esa protección y la racionalización en la aplicación de esta normativa.

 

En octubre de 2023, la Comisión Europea presentó una propuesta para reformar el vigente Reglamento (UE) 2016/2031 relativo a las medidas de protección contra las plagas de los vegetales, cuyo objetivo es la mejora de esa protección y la racionalización en la aplicación de esta normativa.

El Reglamento (UE) 2016/2031 es actualmente el marco jurídico básico de la política fitosanitaria de la UE. Su objetivo central es evitar la entrada y propagación de nuevas plagas vegetales (las llamadas plagas de cuarentena de la Unión) y luchar contra las plagas ya presentes en la UE (plagas no cuarentenadas reguladas).

Su aplicación se inició el pasado 14 de diciembre de 2019 y el año pasado la Comisión presentó una propuesta de revisión, pero las quejas del sector hortofrutícola español (la última sobre el caso de la hepatitis A en fresas importadas de Marruecos que entraron por el puerto de Algeciras, Cádiz) sobre la ineficacia de esta revisión, dados los casos detectados, están siendo una constante en estos años.

Según el texto acordado provisionalmente, la nueva reglamentación permitirá, en principio, mejorar los procedimientos para identificar y enumerar las plantas de alto riesgo, y para presentar y examinar las solicitudes de suspensión temporal de las obligaciones de importación procedentes de terceros países.

En segundo lugar, permitirá también aclarar las medidas para las plagas que se clasifican como plagas cuarentenaras, pero que aún no han sido evaluadas en su totalidad.

Y en tercer lugar permitirá racionalizar y simplificar las obligaciones de presentación de informes, gracias a una mayor digitalización, lo que ayudará a reducir la burocracia para las autoridades competentes, así como para los operadores, según el punto de vista del Consejo y del Parlamento.

Ambas instituciones, Consejo y Eurocámara, consideran también que el texto acordado incluye mejoras de la propuesta presentada en su día por la Comisión Europea, al prever por ejemplo la creación de un equipo de emergencia fitosanitaria de la Unión Europea, que estaría formado por expertos designados por la Comisión, sobre la base de propuestas de los Estados miembros.

Estos expertos tendrían diferentes especialidades en el campo de la sanidad vegetal y podrían ayudar en caso de nuevos brotes de plagas en la UE.

Además, podrían proporcionar a terceros países fronterizos asistencia y experiencia urgentes en caso de brotes que pudieran afectar a la UE, si así lo solicitan uno o más Estados miembros.

En cuanto al pasaporte fitosanitario, según el texto acordado provisionalmente, la Comisión Europea puede decidir mediante actos de ejecución qué plantas, productos vegetales u otros objetos pueden viajar sin un pasaporte fitosanitario físicamente adjunto debido, por ejemplo, a su tamaño o a su forma, que haría imposible o muy difícil la fijación.

En cambio, estas plantas o productos vegetales tendrían asociado el pasaporte fitosanitario de una forma distinta a la de un vínculo físico.

Este cambio de las normas actuales se basa en la experiencia adquirida hasta ahora por los operadores en la aplicación de la ley fitosanitaria.

Durante las negociaciones interinstitucionales para la actual revisión, el Parlamento Europeo estuvo representado por la ponente española Clara Aguilera. La eurodiputada andaluza y ex consejera de Agricultura de la Junta autonómica valoró positivamente el acuerdo, al considerar que refuerza la protección del espacio de la UE frente a la introducción de plagas y la transmisión de información entre Estados miembro.

Este acuerdo político provisional tendrá que ser aprobado ahora tanto por el Consejo de la UE, como por el Parlamento Europeo, primero por la Comisión respectiva y luego por el Pleno, para luego ser adoptado formalmente por ambas instituciones comunitarias.

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