Índice FAO: los precios mundiales de los alimentos básicos bajaron un 20,5% desde máximos en el último año

Índice FAO: los precios mundiales de los alimentos básicos bajaron un 20,5% desde máximos en el último año

El Índice de Precios de los Alimentos de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) promedió 126,9 puntos en el pasado mes de marzo, unos 2,8 puntos menos (-2,1 %) que en el mes anterior, marcando la duodécima caída mensual consecutiva desde que alcanzó su punto máximo hace un año. Durante los últimos doce meses, desde marzo de 2022, el índice se ha reducido hasta 32,8 puntos (-20,5%).

La caída del índice FAO de referencia de precios mundiales de los alimentos básicos en marzo estuvo liderada por los descensos en los índices de precios de cereales, aceites vegetales y lácteos, mientras que aumentaron los del azúcar y carne.

 

La caída del índice FAO de referencia de precios mundiales de los alimentos básicos en marzo estuvo liderada por los descensos en los índices de precios de cereales, aceites vegetales y lácteos, mientras que aumentaron los del azúcar y carne.

Así, el índice de precios de cereales promedió 138,6 puntos en el pasado mes de marzo, unos 8,2 puntos menos (-5,6%) que en febrero y 31,6 puntos menos (-18,6%) que hace un año.

La disminución de este mes reflejó una caída en los precios internacionales de todos los cereales principales. Los precios internacionales del trigo fueron los que más cayeron, un 7,1% y estuvieron impulsados ​​por la amplia oferta mundial y la fuerte competencia entre los exportadores.

La extensión de la Iniciativa de “Granos del Mar Negro”, que permite a Ucrania continuar exportando desde tres de sus puertos del litoral, también contribuyó a la disminución.

Estimaciones más altas para la producción de Australia, junto con mejores condiciones de cultivo en la Unión Europea este mes, impulsaron aún más la perspectiva de la oferta mundial.

La fuerte competencia de la Federación Rusa, donde la alta oferta continúa respaldando los precios competitivos, también sostuvo la presión a la baja sobre los mercados.

Los precios mundiales del maíz también cayeron un 4,6% en marzo pasado, estando presionados por la disponibilidad estacional de las cosechas en América del Sur, las expectativas de una producción récord en Brasil y la extensión de la “Iniciativa de Granos del Mar Negro”.

Entre otros cereales secundarios, los precios mundiales de la cebada y el sorgo descendieron un 6,7 % y un 5,7 %, respectivamente, como consecuencia de la debilidad de los mercados internacionales del maíz y el trigo.

Por su parte, los precios internacionales del arroz bajaron un 3,2% en marzo, afectados por las cosechas en curso o inminentes en los principales países exportadores, incluidos India, Vietnam y Tailandia.

El Índice de precios de los aceites vegetales promedió 131,8 puntos en marzo, unos 4,1 puntos menos (-3%) que en febrero y hasta un 47,7% por debajo de su nivel hace un año.

La disminución en el índice fue el resultado neto de las cotizaciones más bajas de los aceites de soja, colza y girasol, que compensaron con creces los precios mundiales más altos del aceite de palma.

Después de caer durante tres meses consecutivos, los precios internacionales del aceite de palma repuntaron en marzo. Además de los niveles de producción más bajos en el Sudeste asiático, debido al clima desfavorable y a las inundaciones en algunas regiones productoras, los precios de este tipo de aceite vegetal recibieron más apoyo de los suministros exportables globales, limitados en medio de las restricciones temporales a la exportación impuestas por Indonesia.

Por el contrario, los precios mundiales del aceite de soja continuaron cayendo, siguiendo la tendencia de las cotizaciones internacionales más bajas de la soja y los del aceite de colza y de girasol también siguieron bajando.

A su vez, el índice de precios de los productos lácteos promedió 130,3 puntos en marzo, unos 1,1 puntos menos (-0,8%) que en febrero y 15,6 puntos (-10,7%) por debajo de su nivel en el mismo mes de hace un año.

La caída en marzo fue impulsada por las cotizaciones más bajas del queso y la leche en polvo, mientras que los precios de la mantequilla aumentaron.

La disminución de las cotizaciones de los precios internacionales del queso se vio respaldada por compras más lentas por parte de la mayoría de los principales importadores de Asia, en medio de mayores disponibilidades para la exportación, incluidos los stocks, en los principales exportadores.

Los precios de la leche en polvo cayeron por noveno mes consecutivo, principalmente como reflejo de la baja demanda de importaciones, especialmente para entregas a corto plazo, y el aumento estacional de la producción de leche en Europa Occidental.

Por el contrario, los precios de la mantequilla aumentaron, debido a la sólida demanda de importación, especialmente de los países del Norte y Sudeste de Asia.

Por su parte, el Índice de precios de la carne promedió 113 puntos en marzo, un poco más (+0,9 puntos y +0,8%) que en febrero, pero 6,3 puntos menos (-5,3%) que hace un año.

En marzo, las cotizaciones de la carne de bovino aumentaron, influenciadas por el aumento de los precios internos en Estados Unidos, donde se espera que la oferta de ganado bovino sea menor en los próximos meses.

Los precios de la carne de cerdo aumentaron levemente, principalmente debido a los precios más altos en Europa por las continuas limitaciones de la oferta y el aumento de la demanda antes de Semana Santa.

Por el contrario, los precios de la carne de aves de corral cayeron por noveno mes consecutivo, debido a la débil demanda mundial de importaciones, a pesar de los problemas de suministro en medio de brotes generalizados de influenza aviar en varios países exportadores importantes.

A su vez, los precios de la carne de ovino también promediaron a la baja, lo que refleja un ajuste de los altos precios registrados en febrero.

Por último, el índice de precios del azúcar promedió 127 puntos en marzo, 1,8 puntos más (+1,5 %) que en febrero, marcando el segundo aumento mensual consecutivo y alcanzando su nivel más alto desde octubre de 2016.

El aumento de los precios se debió principalmente a preocupaciones sobre la menor disponibilidad mundial de azúcar en la temporada 2022/23, después de la disminución de las perspectivas de producción en India, Tailandia y China.

Sin embargo, las perspectivas positivas para las cosechas de caña de azúcar en Brasil, a punto de ser recolectadas, limitaron la presión alcista sobre los precios mundiales del azúcar.

La caída de los precios internacionales del crudo, que incentivó un mayor uso de la caña de azúcar para producir etanol en Brasil, junto con el debilitamiento del real brasileño frente al dólar estadounidense, contribuyeron a limitar el aumento intermensual de los precios mundiales del azúcar.

“Sui bien los precios cayeron a nivel mundial, siguen siendo muy altos y continúan aumentado en los mercados nacionales, lo que plantea desafíos adicionales para la seguridad alimentaria. Esto es así particularmente en los países en desarrollo importadores netos de alimentos, cuya situación se ve agravada por la depreciación de sus monedas frente al dólar USA o el euro, y la creciente carga de la deuda”, destacó Máximo Torero,  economista jefe de la FAO.

Más detalles:  aquí .

En el Resumen de oferta y demanda de cereales, publicado este 7 de abril, la FAO elevó su pronóstico para la producción mundial de trigo en 2023/24, ahora fijado en 786 millones de toneladas, un 1,3% por debajo del nivel de 2022 y el segundo mayor resultado registrado. Se esperan siembras casi récord en Asia, mientras que las condiciones secas están afectando el Norte de África y el Sur de Europa.

En el Hemisferio Sur, se espera que la superficie sembrada y las perspectivas de producción de maíz en Brasil sean históricamente las más altas, respaldadas por una sólida demanda de exportación.

Las perspectivas de rendimiento también son buenas en Sudáfrica, que puede registrar su segunda cosecha más grande en 2023.

Por el contrario, las condiciones secas prolongadas han afectado negativamente a los cultivos de maíz en Argentina.

La FAO también elevó su pronóstico para la producción mundial de cereales en 2022/23, hasta los 2.777 Mt, solo un 1,2% menos que en la temporada anterior.

La producción mundial de arroz en 2022/23 queda fijada ahora en 516 Mt, un 1,6 % por debajo del récord alcanzado en 2021/22, pero una cosecha superior a la media.

El pronóstico actualizado de la FAO para la utilización mundial de cereales en 2022/23 es ahora de 2. 779 Mt, un 0,7% menos que en 2021/22.

Se espera que las existencias mundiales de cereales al cierre (30 de junio de 2023) de la campaña 2022/2023 disminuyan un 0,3% desde sus niveles de apertura, hasta 850 millones de toneladas.

La relación entre las existencias y el uso de cereales en el mundo probablemente descenderá del 30,7 % en 2021/22 al 29,7 %, que, sin embargo, indica un nivel global cómodo en general.

Se prevé que el comercio mundial de cereales en 2022/23 se contraiga un 2,7 % desde el nivel de 2021/22, hasta 469 Mt, debido principalmente a una reducción del comercio de cereales secundarios, mientras que se prevé que aumente el comercio mundial de trigo.

Se prevé también que el comercio internacional de arroz en 2023 disminuya un 5,2 % por debajo del nivel récord de 2022.

Más detalles: aquí .

Foto: ©FAO/Maxim Zmeyev

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