UPA-UCE califica de desastrosa la campaña apícola

La producción de miel extremeña se ha reducido un 45% esta campaña debido a la climatología adversa. La producción de polen ha sido normal, aunque desde UPA-UCE critican que los bajos precios, los problemas de sanidad, las limitaciones a la trashumancia de algunos territorios y la falta de transparencia en el etiquetado de la miel están arruinando al sector.

UPA-UCE califica de desastrosa la campaña apícola

Extremadura cuenta con más de 600.000 colmenas distribuidas en las zonas de La Siberia, Las Villuercas-Ibores y Sierra de Gata-Hurdes; principalmente. Los más de 1.400 apicultores profesionales se encuentran en un “complicada” situación debido a los bajos precios de los productos apícolas: “Tenemos precios muy por debajo de la calidad de nuestro producto, alrededor de 2,50 €/kg frente a los 3,8 €/kg que se pagaron en la temporada pasada. Este descenso de precios es totalmente injustificado”, señala Antonio Prieto, responsable de Apicultura de UPA.

Para este año, desde UPA-UCE apuntan a una reducción de la producción del 45% (de 33.000 toneladas que se producen en una campaña normal, se prevé que la de 2016 cierre con una producción en torno a las 20.000 toneladas). En Extremadura se esperan recoger unos 4 millones de kilos frente a los 7 millones de kilos de una campaña normal.

Prieto apunta que “prácticamente no ha habido mieles monoflorales que son muy apreciadas y con un valor económico importante”. Respecto a la campaña de polen extremeño de este año, las previsiones del inicio de la temporada apuntaban a que sería un mal año; sin embargo ha sido una campaña normal con una producción cercana a los 300.000 kilos y unos precios inferiores al año pasado (entre 6-8 €/kg).

A la falta de producción generalizada y de precios se unen los problemas de sanidad y el despoblamiento de las colmenas: “Los apicultores están desesperados debido a la falta de productos eficaces y asequibles para el control de las enfermedades, principalmente varroa y nosema”, indican desde UPA-UCE.

Otro problema clave para el futuro de la apicultura en nuestro país es la falta de transparencia en el etiquetado de las mieles, con una fuerte presencia de las mieles de importación, sobre todo de China, México, Ucrania, Polonia y Brasil; que tienen unos estándares de calidad y trazabilidad “muy dudosos” según Prieto: “Llevamos 2 años reivindicando ante el Ministerio de Agricultura un cambio en la normativa, para que sea obligatorio poner el país de origen y el porcentaje de las mezclas”.

Los apicultores también tienen problemas con la trashumancia, ya que denuncian que algunos territorios les impiden llevar a cabo esta práctica o imponen tasas abusivas a los productores procedentes de otras comunidades autónomas. Esto ocurre en Galicia y Castilla y León principalmente, por lo que Prieto reclama que se acabe con estos abusos: “Más del 80% de las colmenas extremeñas son trashumantes y en los últimos años estamos teniendo muchos problemas para desarrollar nuestra actividad”.

Tras varias reuniones con el MAGRAMA y la FEMP, que según Prieto “no han servido para nada”, desde UPA reclaman una solución urgente y que se acabe con este tipo de prácticas abusivas. Prieto señala que la trashumancia está regulada por el Real Decreto 209/2002, de aplicación en todo el territorio nacional, por lo que las comunidades autónomas y ayuntamientos que legislen contra la libre circulación de bienes y personas están cometiendo una ilegalidad. Desde la organización profesional agraria animan a los afectados a defenderse ante el Ministerio de Economía y Competitividad, ante el que van a presentar en los próximos días denuncias por este tema.

 

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