Syngenta analiza las estrategias de control de Pyricularia en arroz

Syngenta ha analizado las estrategias de control de las enfermedades del arroz, fundamentalmente de Pyricularia, en un webinar técnico celebrado ayer por la tarde.

Syngenta analiza las estrategias de control de Pyricularia en arroz

El primer ponente, Antonio Vicent, jefe de la Unidad de Micología del IVIA, explicó en su intervención que entre las distintas enfermedades que afectan al arroz, la Pyricularia (Pyricularia orizae) es la más importante. Existe en presencia de agua líquida sobre la hoja, temperatura entre 25 y 28ºC y humedad relativa del 89%. Cuando se ven las primeras manchas, la enfermedad ya está establecida. La principal parte del ciclo de cultivo se engloba entre julio y septiembre, y prácticamente todos los días se dan estas condiciones en los arrozales en nuestras zonas de cultivo.

El daño en hojas aumenta el nivel de inóculo y este afecta al tallo, por lo que es muy importante controlar la enfermedad en hoja. Se aconseja eliminar el inóculo mediante la eliminación de las gramíneas arvenses, abonar con bastante potasio y reducir el nitrógeno, además de utilizar semilla certificada. En muchos casos aparece el inóculo en la parcela porque viene con la propia semilla, siendo muy importante el origen de dicha semilla.

En cuanto a la dispersión del inóculo, la mayor parte se origina después de la siembra en las parcelas de variedades sensibles (por ejemplo, la variedad Bomba). Es muy importante el programa de mejora del IVIA para tener una mayor resistencia a la enfermedad.

En cuanto al abono nitrogenado, se ve claramente las mayores infecciones se producen donde mayores cantidades de N se habían aplicado.

En relación a la recomendación de los fungicidas, se produce en tres fases: vegetativa (ahijado a formación de panícula), reproductiva (primeras espigas) y de maduración (grano lechoso). Las materias activas que están recomendadas van desapareciendo, con un mayor riesgo de aparición de resistencias. Su uso repetido va seleccionando la población resistente y al final, tras un uso repetido, domina y es resistente al fungicida. Esto puede pasar de una manera brusca y en otros casos de forma progresiva.

Las tres reglas para reducir la aparición de resistencias es:

  1. Reducir el inóculo en la parcela: evitar el cultivo de variedades susceptibles, aplicar rotación de cultivos y emplear métodos no químicos de control.
  2. Aplicar fungicidas solo si es necesario.
  3. Alternar fungicidas con distintos métodos de acción.

Las aplicaciones de compuestos de sílice son eficaces pero solo en zonas con pluviometrías muy altas y suelos deficientes en sílice, pero no está demostrado en el caso de las condiciones españolas.

Juan Trigo, responsable de fungicidas de Syngenta Iberia, subrayó que tenemos solo cuatro materias activas permitidas en arroz, de las cuales tres son estrobilurinas (piraclostrobin, azoxistrobin y trifloxistrobin) y la cuarta es difenoconazol. El problema es que tres de ellas tienen un mismo modo de acción, cuestión que hay que tener en cuenta a la hora de hacer los tratamientos para manejar las resistencias lo mejor posible. Estas son: estrobilurinas y difenoconazol.

Las estrobilurinas y el difenoconazol son materias activas que se complementan y reúnen los requisitos que se deben tener para el control de esta enfermedad. En las tres estrobilurinas, aunque tienen el mismo modo de acción, cada una tiene una manera de actuación distinta. Según Trigo, los productos más eficaces son Amistar (sustancia activa azoxistrobin) y Amistar Top (azoxistrobin+difenoconazol), sistémicos, con mayor persistencia, llegan mejor al hongo y suponen una aplicación más eficaz.

En los ensayos realizados por Syngenta, se ve que aplicando Amistar en una parte de la hoja (en un punto concreto), a los tres días de la aplicación la protección se reparte por toda la hoja. Esto es por la sistemia ascedente de la que está provista Amistar Top, capaz de proteger la hoja del hongo durante todo el ciclo.

En cuanto a las recomendaciones, su aplicación temprana, aplicar las dosis de la etiqueta para no favorecer la aparición de resistencias, alternar productos con distintos modos de acción y no realizar dos aplicaciones seguidas con estrobilurinas solas, son algunas de ellas. Si son necesarias dos aplicaciones, es mejor hacer una con Amistar Top y otra con Amistar. En caso de que sean tres las necesarias, sería mejor aplicar dos veces Amistar Top y al final de ciclo Amistar.

Como ventajas principales está su excelente formulación, alta eficacia sobre cuatro hongos y protección superficial, translaminar y sistémica. Además es una herramienta preventiva y es resistente al lavado una hora después de la aplicación. Por último, añadir que es compatible con artrópodos auxiliares.

Emilio Gil, profesor y director UMA (UPC, Universidad Politécnica de Cataluña) explicó que las condiciones del tratamiento son muy importantes y en el caso del arroz no es fácil dado que se suele dar en zonas ventosas. Además, la mayoría de los productos han sido retirados del mercado, lo que hace que sea un cultivo más complicado para su correcta protección contra hongos.

Tras la recolección y secado, los tratamientos ocupan el segundo lugar en lo que a coste se refiere. Los herbicidas son los que mayor número y mayor coste tienen, por lo que solo con mejorar la eficacia de los mismos, las ventajas pueden ser importantes.

Hay que controlar el objetivo, con los mínimos costes, de forma segura, tanto para el medio ambiente, como para el usuario. Se trata alcanzar el objetivo de eficacia y eficiencia, y los agricultores son eficaces pero es mejorable su eficiencia. Se podrían conseguir los mismos resultados pero con menores inputs.

Hablando de equipos, se han usado avionetas, helicópteros y drones. Desde 2009 los tratamientos aéreos sufrieron una reducción muy importante. También hay equipos de barras que tienen unos ratios de eficiencia mucho mayores que los anteriores y requieren una calibración (desde los más sencillos, hasta los más sofisticados que permiten una calibración por boquilla y seguir un mapa de prescripción, lo que redunda en una menor cantidad de producto aplicada).

Para una correcta calibración de la barra, las boquillas deber tener una buena uniformidad. Estas son de abanico y están a una distancia estándar de 0,5 cm, así que se recomienda que la barra vaya también a 50 cm de altura, de forma que haga una aplicación homogénea. Si hay problemas de deriva, habrá que bajarla un poco, pero si no, la altura óptima son 50 cm.

En cuanto a las boquillas, son las encargadas de aplicar el producto de forma correcta, así que no hay que escatimar en la renovación de las mismas cuando sea necesario. Las boquillas controlan el caudal de líquido (y se eligen en función de su color) y son las responsables de formar las gotas (finas, medias o gordas). Por lo tanto, es vital elegir correctamente la boquilla. También hay boquillas de baja deriva que forman gotas más gordas pero sin aumentar el caudal, lo que se consigue formando burbujas.

En el caso de los productos fitosanitarios, los fabricantes deberían señalar en el envase el tipo de gota más apropiado para añadir eficacia al producto. También es importante entender que debemos tener boquillas distintas para distintas situaciones y no adaptar la presión o la velocidad para obtener lo que buscamos, ya que podemos incrementar sin desearlo la deriva del producto (a medida que aumenta la gota, disminuye el riesgo de deriva).

Finalmente, Luis Miranda, responsable de Agricultura Sostenible de Syngenta Iberia, añadió que se debe conseguir también un grado de sostenibilidad en el agua de riego aplicada al arroz. Para unas buenas prácticas han desarrollado una serie de ensayos con el Itagra y con la UPC para aumentar la eficacia y minimizar la caída de productos fitosanitarios a la lámina de agua que está regando el cultivo.

Mediante el uso de un papel hidrosensible se analiza la deposición de producto fitosanitario sobre la lámina de agua de riego, colocándose a cuatro alturas en la planta. Se busca proteger al máximo la planta pero reducir la cantidad de producto que cae al agua y esto se puede conseguir con la elección y uso correcto de las boquillas de aplicación.

Se han probado varios tipos de boquillas y se ha demostrado que no había diferencias significativas de eficacia entre la boquilla convencional y la IDKT 120-03 pero que la deposición de residuo en agua con la boquilla IDKT 120-03 se reduce en más de un 50%.

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