La cosecha de cereales en España presenta récord en rendimiento y producción según Cooperativas Agroalimentarias
El consejo sectorial de cereales de Cooperativas Agroalimentarias de España ha realizado su segunda estimación de cosecha con resultados muy positivos; el rendimiento medio nacional ha superado las 4,5 toneladas por hectárea -4,57 t/ha-, lo que supone un 16% más que en 2024 y un 21% por encima de la media de los últimos cinco años, si se excluye el año 2023, marcado por una cosecha adversa.
A pesar del avance lento de la cosecha, motivado por limitaciones logísticas y falta de maquinaria en la mayoría de las zonas productoras, así como de la incidencia de fenómenos climáticos adversos —precipitaciones puntuales y episodios prolongados de altas temperaturas durante las últimas fases del ciclo—, las estimaciones de Cooperativas Agro-alimentarias de España, basadas en los datos de superficie del MAPA y la PAC, indican un volumen de 25,8 millones de toneladas. De confirmarse este dato, la campaña se posicionaría como la segunda más productiva desde 1990, sólo por detrás del récord de 27,5 millones de toneladas registrado en el año 2020.
Para los cereales de invierno, la cosecha estimada por Cooperativas Agro-alimentarias de España se reparte de la siguiente manera: trigo blando 8,3 Mt, durum 0,69 Mt, cebada 10,3 Mt, avena 1,5 Mt. la cosechada para grano, centeno 0,3 Mt y triticale 0,94 Mt y a ello hay que añadir, de manera muy preliminar, 3,8 Mt de maíz.
Los cereales son un pilar estratégico para la sostenibilidad del sistema agroalimentario español. La mejora genética ha sido clave no sólo para aumentar los rendimientos, sino también, en su adaptación, entre otros, a la resiliencia frente a factores adversos. Sin embargo, el incremento de fenómenos climáticos extremos pone de manifiesto la necesidad de avanzar en prácticas agronómicas que minimicen su impacto sobre la productividad.
En un contexto de reducción progresiva de superficie de cereales -más de 450.000 hectáreas si comparamos con la de hace 5 años- el manejo profesionalizado del cultivo, el uso de semilla certificada o de granos acondicionados, son herramientas esenciales, al tiempo que la cooperación entre agricultores, cooperativas y empresas obtentoras, para garantizar un futuro más estable y rentable para el cereal. En este sentido, la iniciativa Agricultores Contra el Cambio Climático, ACC, impulsada por el sector, se convierte en un eje fundamental para generar soluciones adaptativas que contribuyan a mitigar los impactos del cambio climático en el rendimiento de los cultivos.