Se intensifica la protección en los acuíferos en el Mar Menor, Doñana y Daimiel

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) prosigue con las labores para mejorar el estado de las masas de agua subterráneas, a través del control y vigilancia de los usos asociados a los acuíferos en los espacios del Mar Menor, Doñana y Tablas de Daimiel, todos ellos incluidos en el listado de la Convención Relativa a los humedales de Importancia Internacional, el Convenio de Ramsar.

Se intensifica la protección en los acuíferos en el Mar Menor, Doñana y Daimiel

En el caso de la laguna murciana, ayer la Junta de Gobierno de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) ha declarado el acuífero del Campo de Cartagena “en riesgo de no alcanzar el buen estado químico” por la elevada presencia de nitratos en su agua. Esta decisión supone la activación de los trámites para que el organismo de cuenca elabore un plan de ordenación de esta masa de agua, que vierte sus aguas directamente Mar Menor.

Mientras se desarrolla el plan, el organismo de cuenca está habilitado para adoptar medidas cautelares en tanto se aprueba el programa de actuación. De hecho, la Junta de Gobierno ha aprobado, además de la declaración, limitaciones en la dosificación de nitratos, acordes con prácticas agrarias más exigentes desde la perspectiva ambiental; y un plan de monitoreo y control para constatar el cumplimiento de la normativa relativa al uso de fertilización y afección al acuífero.

La Confederación ha trasladado tanto las medidas como los parámetros de protección al Gobierno de la región de Murcia, que es la administración competente en dicho control, para que las tenga en cuenta en sus planes de actuación.

La declaración en riesgo del acuífero de Campo de Cartagena viene motivada por los resultados del estudio del acuífero cuaternario elaborado por Tragatec que estimó que, la cantidad de nitratos vertida al Mar Menor durante el año hidrológico 2018/19 habría sido de 1.575 toneladas, con un promedio diario de 4.111 kg.

El impacto de la entrada de nutrientes en la laguna también ha quedado refrendado por el informe de evaluación del Mar Menor elaborado por el Instituto Español de Oceanografía (IEO), publicado el pasado día 15, y que concluye que es necesario atajar los vertidos para asegurar su recuperación.

Por otro lado, continúa abierto el plazo de información pública del Plan de protección de borde litoral del Mar Menor, elaborado por MITECO, que identifica y prioriza las actuaciones necesarias para la protección del litoral de la laguna, de manera que contribuyan a su recuperación ambiental. El mencionado informe  señalaba que el 70% de los 8,5 hectómetros cúbicos (hm³) descargados al Mar Menor en el año hidrólogico 2018/2019 provenían de la mitad norte del borde costero.

PROTECCIÓN DEL ENTORNO DE DOÑANA

También ayer la Junta de Gobierno de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHS) ha aprobado la declaración de “en riesgo de no alcanzar el buen estado cuantitativo” de las masas de La Rocina, Almonte y Marismas, todas ellas en el entorno del Parque Nacional de Doñana.

Con esta declaración de sobreexplotación, cuya tramitación se inició en febrero de 2019, el Organismo de cuenca queda obligado a elaborar un programa de actuación para la recuperación de las masas de agua y un plan de extracciones para la explotación racional de los acuíferos, con el objetivo de mejorar el estado de estas masas y proteger y mejorar los ecosistemas asociados. Este programa, que previsiblemente estará listo en un año, se elaborará contando con la participación de las comunidades de usuarios de las aguas subterráneas, cuya constitución ya está en marcha.

Mientras se tramita el plan, la Confederación puede, en su caso, adoptar medidas cautelares y en paralelo a la declaración, el MITECO trabaja para para que Doñana sea objeto de un análisis especial en el Tercer Ciclo de la Planificación Hidrológica y, de hecho, se ha incluido en el Esquema provisional de Temas Importantes (EpTI), que en la actualidad se encuentra en fase de consulta pública.

Además, fruto de la intensificación de las tareas de control e inspección en todas las confederaciones, en 2019 se han efectuado 97 inspecciones a parcelas, levantado 43 actas y denunciado una superficie de 379,3 hectáreas de riego no autorizado.

Al trabajo de inspección se unen las tareas para ejecutar las decisiones judiciales de cierre de extracciones ilegales. Desde agosto de 2019 se han cerrado 116 pozos sin autorización por ejecución forzosa, entre ellos los 77 pozos de Lucena del Puerto (Huelva) y los 4 sondeos de Almonte ubicados en la finca de mayor superficie irregular de Doñana.

También en los últimos dos años se han revisado y tramitado más de 400 expedientes en distintas situaciones administrativas, para garantizar la actividad sostenible de los usuarios de Doñana. Entre ellas, la resolución de las concesiones de Matalagrana y El Condado, otorgadas el mes pasado que, junto a la Comunidad de Regantes de El Fresno, autorizada en 2019, supone la regularización de los
derechos de agua de una extensión agrícola de más de 2.100 hectáreas, amparadas por el Plan de la Corona Norte de Doñana de la Junta de Andalucía.

Estos derechos han permitido el cierre de 250 pozos, que alcanzarán los 450 una vez finalice la regularización de las 318 hectáreas pendientes de la C.R. El Fresno, actualmente en tramitación. Asimismo, el Organismo de cuenca podría contemplar el recrecimiento del embalse del Agrio, para disminuir las extracciones de aguas subterráneas en el entorno del Guadiamar; la puesta en marcha de la nueva estación depuradora de Matalascañas; y el impulso a la sustitución de los dos sondeos de abastecimiento más cercanos al Parque Nacional en el término municipal de Almonte (Huelva), por otros dos ubicados en una zona más alejada y de menor sensibilidad.

ACTUACIONES EN LAS TABLAS DE DAIMIEL
Junto a las actuaciones en las cuencas del Segura y del Guadalquivir, el MITECO también tiene en marcha el Plan Especial de Control y Uso del Agua en la Zona de Influencia del Parque Nacional de Tablas de Daimiel. Su objetivo es el control de las extracciones de agua en las masas de agua que componen el acuífero 23 (Mancha Occidental I, Mancha Occidental II y Rus Valdelobos). Para ello, se ha establecido un sistema de seguimiento de las presiones asociadas a esta unidad hidrogeológica.

Desde el pasado mes de febrero, y en el marco de este programa, el personal técnico está realizando visitas a los aprovechamientos de agua en explotaciones ubicadas en las masas de agua subterránea que conformaban la unidad hidrogeológica 04.04, con especial incidencia en la zona de protección del Parque Nacional, para comprobar que el uso de las aguas se adecúa a las condiciones establecidas en los regímenes de extracción o programa de actuación. También analizan la lectura de medidas en los contadores volumétricos instalados así como la correcta utilización de los mismos.

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