El Scrats responde a Hugo Morán: el Trasvase Tajo-Segura es intocable

El Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (Scrats) ha emitido una nota de prensa saliendo al paso ante las recientes declaraciones del secretario de Estado para la Transición Ecológica, Hugo Morán, al diario La Verdad, de Murcia, asegurando que la nueva ley del cambio climático afectará de lleno al Trasvase, el cual  no puede quedar fuera de la nueva política del agua que reedefinirá todo el proceso de planificación hidrológica.

El Scrats responde a Hugo Morán: el Trasvase Tajo-Segura es intocable

El comunicado del Scrats ante todo manifiesta el malestar que han generado entre las Comunidades de Regantes las dudas arrojadas por el secretario de Estado sobre el futuro del Trasvase Tajo-Segura amparándolas, eso sí, en decisiones de la naturaleza. «Esa manifestación de intenciones no es real cuando, a continuación, anuncia una batería de medidas, que suponen una actuación política decidida que amenaza seriamente la continuidad del Trasvase Tajo-Segura. Recordemos que todos los grupos políticos regionales de Murcia y la propia Generalitat Valenciana, firmaron manifiestos y aprobaron pactos regionales y provinciales de agua, sobre la base indiscutible y futura de la ¨Intocabilidad del Trasvase¨.

Esa intocabilidad queda en entredicho con estas declaraciones y por una anunciada acción política del Gobierno. Esperamos impacientes las declaraciones de todos y cada uno de los firmantes de esos acuerdos que, dicho sea de paso, concurrieron codo con codo, junto a los regantes y resto de organizaciones del Círculo por el Agua, en la serie de manifestaciones que se celebraron los pasados meses. Quedará en suspenso de no ser así su fiabilidad política y el valor de su rúbrica».

Puntualiza  este sindicato que el secretario de Estado mantiene en sus declaraciones, en relación a dar expectativas futuras al Trasvase Tajo-Segura, que los gobernantes no pueden tomar decisiones o previsiones que conduzcan a planificaciones futuras erróneas para los sectores sociales y económicos dependientes del acueducto. «El problema es que las sucesivas administraciones gubernamentales han puesto encima de la mesa soluciones, para después obviarlas en la práctica, que aseguraban el desarrollo de estas regiones».

«También la acción política se hace presente en el verbo. El verbo, la dialéctica del secretario de Estado, sin soluciones reales y presentes, pone en duda el futuro del Trasvase a medio o largo plazo afectando inequívoca y negativamente a las estructuras agrarias empresariales, a pequeños, medianos y grandes agricultores de estas regiones y por ende genera afecciones sociales en forma de desempleo. El tejido empleador de estas provincias necesita tranquilidad y visión de futuro. Alterar –aunque sea con declaraciones- su estabilidad sin tener al alcance de la mano medidas reales que ofrecerle es una forma más de hacer política, en este caso nociva».

En relación a sus afirmaciones en torno a la existencia o no de cuencas deficitarias, así como a la modificación de toda la planificación hidrológica, cuya antesala es la futurible ley de cambio climático, el Scrats quiere hacer constar que ello presupone echar por tierra el trabajo desarrollado, a lo largo de los años, por las direcciones técnicas de planificación de las Confederaciones Hidrográficas. Máxime porque las actuales planificaciones hidrológicas ya contemplan escenarios de cambio climático.

Negar la existencia de cuencas deficitarias supone además, según el Scrats:

Primero.- La premisa para evitar hablar de solidaridad entre las regiones amparada en la Constitución Española y en donde los trasvases son un paradigma claro. Negar la realidad de cuencas excedentarias que puedan ayudar de forma regular, y salvando las necesidades presentes y futuras de la cuenca cedente, a aquellas que son deficitarias es hablar claramente de una fragmentación hidrológica nacional, asumir una dejación en la corrección de desequilibrios por parte del Estado –como máximo órgano competencial en la materia de agua- que convierte en ilusorio un futuro y anunciado Plan Hidrológico Nacional. Entendemos con estas declaraciones que la posibilidad de resolver déficits, fijada como una de las prioridades del tan traído y llevado Pacto Nacional del Agua, es entendida por el actual Gobierno como un desarrollo de autosuficiencia y autogestión en reinos taifas, alejado de cualquier posible trasvase de nuevo cuño.

Segundo.- Aumento de regadíos en otras Cuencas y estancamiento en el mejor de los casos o retroceso del regadío levantino. Nadie habla en el Levante de ampliar regadíos si no de consolidar los existentes.

Tercero.- Evidentemente lo que define una cuenca deficitaria es disponer de menos agua de la que sus usuarios precisan. Afirmar que el problema está en la demanda nos parece una temeridad. Lo explicamos:

.- Las organizaciones internacionales recomiendan una reserva de 1000 m/3 por habitante y año, mientras que el Plan de Cuenca del Segura reconoce disponer de, solamente,  400 m /3 por habitante y año.

.- El déficit estructural de esta Cuenca se fija en cuatrocientos millones de metros cúbicos para abastecer a sus regadíos legales y resto de usos –abastecimientos, ecológicos, industriales…- y ello, claro está, contando con el mantenimiento del Trasvase Tajo-Segura.

.- Afirmar que el problema está en la demanda y no en la ausencia de medidas políticas tendentes a reconducir esta situación de déficit, significa obviamente, reducir la demanda mediante el traslado de habitantes, negocios y la reducción de regadíos con lo que todo ello comporta en cuanto a avance de la desertificación. No se trata pues de la acción natural si no de una decidida acción geopolítica amparada en ella.  Y esto la sociedad ha de saberlo.

Afirmar que la naturaleza no ha sido bondadosa con el Levante en lo que a agua se refiere y plantear como solución reducir la demanda es lo mismo que decir que en Palencia no es que no haya playas si no que hay que hacer desaparecer los deseos de todos aquellos que desean bañarse en el.

«Nos parece irresponsable poner en duda la continuidad del Trasvase Tajo-Segura con una desalación situada en la costa, sin conexión alguna que trasporte dichos recursos a la totalidad de las Comunidades de Regantes, con un desarrollo reglamentario pendiente para poder abaratar sus excesivos costes, y pretender doblar la producción de estos recursos sin atender previamente estas premisas. El Trasvase es intocable y las palabras del secretario de Estado no tranquilizan a la sociedad levantina en general, antes bien, generan inseguridades en el futuro de dichas regiones».

 

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