El índice de precios de los alimentos básicos de la FAO bajó en noviembre a niveles de mayo de 2016

El índice de precios de los alimentos de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) registró un promedio de 160,8 puntos en noviembre de 2018, esto es, 2,1 puntos (-1,3 %) menos que en octubre, su valor más bajo desde mayo de 2016, y cerca de 15 puntos (-8,5 %) por debajo de su nivel en el mismo período del año pasado.

El índice de precios de los alimentos básicos de la FAO bajó en noviembre a niveles de mayo de 2016

El descenso de noviembre se debió a los precios mucho más débiles de los aceites vegetales, productos lácteos y cereales. También disminuyeron los valores de la carne, aunque ligeramente, mientras que los precios del azúcar, por el contrario, se fortalecieron.

El índice de precios de los cereales de la FAO se situó en un promedio de 164 puntos en noviembre, es decir, 1,7 puntos (-1,1 %) menos que en octubre y 11 puntos (- 7,1 %) por debajo del promedio de noviembre de 2016.

Según esta organización multilateral, as abundantes disponibilidades exportables de países cercanos afectaron a los precios del trigo, mientras que la intensificación de la competencia de las exportaciones ejerció una presión a la baja en las cotizaciones del maíz.

La llegada de las nuevas cosechas deprimió las cotizaciones del arroz para la exportación, a pesar de que resultaron sostenidas en cierta medida por la demanda de Filipinas y las expectativas de una producción menor de arroz aromático en algunos de los principales países exportadores.

Por su parte, el índice de precios de los aceites vegetales de la FAO registró un promedio de 125,3 puntos en noviembre, 7,6 puntos (-5,7 %) menos, descendiendo así por décimo mes consecutivo y marcando el nivel más bajo en 12 años.

El descenso refleja el debilitamiento de los precios en todo el sector de los aceites vegetales, según la FAO. Las cotizaciones internacionales del aceite de palma experimentaron una caída pronunciada, causada tanto por la persistencia de abundantes existencias en los principales países exportadores, como por la contracción reciente de los precios mundiales de los aceites minerales.

Al mismo tiempo, los valores del aceite de soja y el aceite de girasol se vieron debilitados, respectivamente, por la abundante oferta en Estados Unidos, la Unión Europea y en varios mercados emergentes, así como por unas perspectivas favorables para la producción en la región del mar Negro.

En cuanto al  índice de precios de los productos lácteos de la FAO se situó en un promedio de 175,8 puntos en noviembre, unos 6 puntos (-3,3 %) menos que en octubre, representando una caída por sexto mes consecutivo.

A este nivel, el índice se ubica un 13,9 % por debajo de su valor en el mismo mes del año pasado y un 18,3 % por debajo del nivel máximo alcanzado este año (en mayo).

En noviembre, disminuyeron las cotizaciones internacionales de la mantequilla, el queso y la leche entera en polvo, a causa de las abundantes existencias unidas a una mayor disponibilidad de suministros para la exportación, especialmente en Nueva Zelanda.

Por el contrario, los precios de la leche desnatada en polvo se recuperaron parcialmente en noviembre, más que nada debido a un ritmo más intenso de las importaciones por parte de compradores en busca de entregas inmediatas.

Asimismo, el índice de precios de la carne de la FAO registró en noviembre un promedio de 160 puntos, lo que supone un leve descenso respecto del valor ligeramente revisado de octubre, y se sitúa un 7,4 % por debajo de su nivel en el mismo mes del año pasado.

En noviembre, las cotizaciones internacionales de las carnes de aves de corral, porcino y ovino siguieron descendiendo, siendo las de la carne de ovino las que más disminuyeron, mientras que las de la carne de bovino se recuperaron ligeramente.

Pese al aumento de la demanda de Asia, los precios de la carne de ovino descendieron, empujados por las amplias disponibilidades exportables en Oceanía.

Las cotizaciones de la carne de porcino disminuyeron por tercer mes consecutivo como resultado de la disponibilidad de abundantes suministros para la exportación en las principales regiones productoras y del mantenimiento de las restricciones comerciales impuestas a causa de los brotes de peste porcina africana.

Los precios de la carne de aves de corral continuaron sometidos a una presión a la baja debido a la escasa demanda. Por el contrario, tras cinco meses de descenso, los precios de la carne de bovino repuntaron ligeramente, respaldados por una oferta al contado algo limitada y la firme demanda de los mercados asiáticos.

La FAO anota que, a diferencia de otros grupos de productos básicos, la mayoría de los precios utilizados en el cálculo del índice de precios de la carne de la FAO no se encuentra disponible en el momento del cómputo y publicación del índice de precios de los alimentos de la Organización; por tanto, el valor del índice de precios de la carne de los meses más recientes se deriva de una combinación de precios previstos y observados.

En ocasiones, esto puede hacer precisas revisiones significativas del valor final del índice de precios de la carne de la FAO que, a su vez, podrían influir en el valor del índice de precios de los alimentos de la Organización.

Por último, el índice de precios del azúcar de la FAO se situó en un promedio de 183,1 puntos en noviembre, unos 7,7 puntos (+4,4 %) más que en octubre, lo que representa el tercer aumento mensual consecutivo.

El incremento de las cotizaciones del azúcar obedece fundamentalmente a las novedades relativas a la producción del Brasil, donde según las últimas estimaciones la producción de azúcar en la región centro-meridional lleva camino de disminuir un 27 % respecto del año pasado.

Además, se observa que la proporción de caña de azúcar utilizada para producir azúcar ha descendido del 47,4 % en 2017 al 35,8 %, mientras que la mayor parte de la cosecha de caña se destina a la producción de etanol.

Con todo, el recorte de los precios de la gasolina brasileña el mes pasado impidió que los precios del azúcar subieran aún más, al desviarse de la producción de etanol una parte de la caña de azúcar.

Menos producción y stock de cereales

Según la FAO, la producción y las existencias mundiales de cereales disminuirán, pero los suministros totales seguirán siendo suficientes

El pronóstico más reciente sobre la producción mundial de cereales en 2018 se sitúa en 2 595 millones de toneladas, incluido el arroz, lo cual representa un ligero descenso desde noviembre y un 2,4 % (-62,5 Mt ) menos que el nivel récord registrado el año pasado.

No obstante, aclara la FAO, el pronóstico más reciente no tiene en cuenta las revisiones históricas de la superficie y la producción de cereales en China publicadas en octubre de 2018 por la Oficina Nacional de Estadística de China. Las revisiones reflejan los resultados del tercer censo agropecuario nacional de China y abarcan el período comprendido entre 2007 y 2017.

Son muy significativas por lo que hace al tamaño, especialmente con respecto a la producción de maíz. Por esta razón, la FAO está realizando un examen detallado de los balances de la oferta y la demanda en China, con miras a publicar los resultados a principios del próximo año.

El pronóstico de la FAO sobre la producción mundial de arroz en 2018 se ha mantenido en general estable desde noviembre, apuntando a un aumento interanual de la producción mundial del 1,3 %, con lo que alcanzará un nuevo récord de 513 millones de toneladas.

A nivel nacional, se han reducido las estimaciones sobre la producción de Madagascar, ya que las evaluaciones sobre el terreno indicaron que la irregularidad de las precipitaciones y los daños causados por las tormentas habían tenido como consecuencia una recuperación de la producción más limitada de lo previsto anteriormente.

Por el contrario, las perspectivas han mejorado en algunos países productores de América Latina y el Caribe, en particular el Perú, principalmente a causa de rendimientos mejores a lo esperado.

Se prevé que la producción mundial de trigo ascenderá a 725,1 Mt, es decir, 2,8 millones menos de la previsión de noviembre, reflejando una reducción de las estimaciones de las cosechas de este año en la Federación de Rusia y Turquía.

También se ha reducido, en 3,1 Mt, el pronóstico sobre la producción mundial de cereales secundarios, que se ubica en 1 357 millones, tras algunos ajustes a la baja en relación con la producción de cebada y sorgo.

Sin embargo, la previsión sobre la producción mundial de maíz no ha sufrido variaciones, con un ajuste al alza en Ucrania, debido a rendimientos mejores de lo previsto, que compensará en buena medida la reducción prevista en los Estados Unidos de América.

Siembras de invierno

De cara al futuro, en el Hemisferio Norte se está realizando la siembra de los cultivos de trigo de invierno de 2019. En Estados Unidos se calcula que la subida de los precios al productor inducirá a un incremento de la superficie plantada, aunque ese aumento podría verse restringido por las condiciones excesivamente húmedas que han retrasado la siembra.

Las previsiones indican que la siembra de trigo de invierno repuntará en la Unión Europea (UE), aunque el clima seco está afectando a algunos países, mientras que también se prevén aumentos en la Federación de Rusia y Ucrania, donde predomina un clima por lo general propicio.

Del mismo modo, en Asia el clima favorable está beneficiando el arraigo de los cultivos en China y la India; sin embargo, la menor disponibilidad de agua en el Pakistán ha afectado en cierta medida las perspectivas de las cosechas tempranas.

En el Hemisferio Sur, actualmente se está sembrando la cosecha de cereal de verano de 2019. Gracias a unas condiciones meteorológicas favorables y al aumento de los precios, se han reforzado las perspectivas sobre la producción de maíz en la Argentina y el Brasil, donde se espera que la producción se recupere de los descensos de 2017.

En Sudáfrica, se prevé un incremento de las plantaciones de maíz y, si bien las condiciones atmosféricas iniciales fueron en general favorables, la mayor probabilidad de condiciones secas anómalas asociadas a un posible fenómeno de El Niño perjudica a las perspectivas para el país y la subregión.

Utilizaciones/demanda

La utilización mundial de cereales en 2018/19 se cifra en 2 649 Mt, es decir, ligeramente por debajo de la previsión de noviembre, pero aun así un 1,3 % más que en 2017/18.

Según las previsiones, la utilización total de cereales secundarios alcanzará un nuevo récord de 1 401 Mt, gracias al pronunciado aumento (+3,3 %) previsto para la utilización de maíz, que ascenderá a 1 107 Mt , principalmente debido a la fuerte demanda para su uso como pienso y con fines industriales, especialmente en China y  Estados Unidos.

Sin embargo, sin variaciones desde noviembre, la utilización mundial de trigo lleva camino de registrar un crecimiento marginal tan solo en 2018/19, ubicándose en 740 millones de toneladas. Si bien se prevé que el consumo de trigo como alimento aumentará a la par del crecimiento demográfico y alcanzará los 510 Mt, se calcula que la utilización de trigo como pienso se estancará en alrededor de 141 millones, limitada por una menor producción y precios más altos.

El pronóstico de la FAO sobre la utilización mundial de arroz en 2018/19 asciende a 509 Mt, cifra ligeramente inferior a la de noviembre, pero que aun así sigue apuntando a un crecimiento del 1,0 % anual a causa del aumento de la utilización como alimento impulsada por el crecimiento de la población.

Comercio

El comercio internacional de cereales parece encaminarse a un pequeño descenso en 2018/19, contrayéndose en un 0,9 % respecto del nivel sin precedentes de 416,6 Mt, registrado en la campaña anterior.

El comercio mundial de trigo se calcula en 172,5 Mt, un 2,1 % menos que en 2017/18 y solo ligeramente por debajo de la previsión de noviembre. Las previsiones indican que las compras de trigo por parte de Argelia, la India y Marruecos serán las que más disminuirán en 2018/19, a causa del aumento de la producción de dichos países este año.

En cuanto a los países exportadores, de acuerdo con las previsiones actuales los envíos de trigo procedentes de la Federación de Rusia, el mayor exportador de trigo del mundo, ascenderán a 34,5 Mt, un 15 % menos que en 2017/18, síntoma del brusco descenso de la producción nacional este año.

Se calcula que el descenso de las exportaciones procedentes de la Federación de Rusia se verá compensado en buena medida por un repunte significativo de las ventas de Estados Unidos, que aumentarán casi un 28 % respecto de 2017/18 situándose en 29,5 millones. Se prevé asimismo un incremento de las exportaciones de la Argentina y el Canadá, el cual compensará la probable disminución de los envíos procedentes de Australia, Ucrania y la UE.

El pronóstico sobre el comercio mundial de cereales secundarios en 2018/19 se ha incrementado en 1,5 millones, hasta alcanzar casi 197 Mt, ligeramente por encima del nivel estimado para 2017/18, con lo cual se establecerá un nuevo récord. Las revisiones al alza de las importaciones de maíz de la UE, seguida de China, México y el Canadá, representan la mayor parte del incremento intermensual.

Se calcula que el comercio mundial de maíz en 2018/19 alcanzará los 157,2 Mt, un 1,4 % más que en 2017/18, principalmente a causa de la mayor demanda de importaciones prevista en la UE.

Por el contrario, es probable que el comercio de sorgo decaiga notablemente en 2018/19 y disminuya en un 21 % respecto de 2017/18 hasta ubicarse apenas por encima de los 6 millones, debiéndose a China casi toda la disminución esperada.

Las previsiones apuntan a un descenso marginal del comercio de cebada, que se situará apenas por debajo de los 30 Mt, a causa de una reducción de las compras de varios países de África y Asia.

En lo que respecta a las exportaciones de cereales secundarios, Ucrania incrementará sus envíos de maíz en 2018/19 gracias a la producción récord de este año, mientras que también se prevé un incremento de las exportaciones de Argentina y de Estados Unidos, que compensará con creces el acusado descenso de las ventas previsto para Brasil (maíz) y la Federación de Rusia (maíz y cebada).

Según las previsiones, el comercio internacional de arroz en 2019 (año civil) disminuirá en un 1,4 % en términos interanuales y se situará en 47 Mt, sin variaciones respecto de noviembre.

Entre los países exportadores, según las previsiones la mayor contracción de los envíos se registrará en Tailandia, seguida del Pakistán y el Brasil, mientras que se prevé un aumento de las exportaciones de China, los Estados Unidos de América, la India y Viet Nam.

Reservas/Existencias

El pronóstico sobre las reservas mundiales de cereales al cierre de las campañas que finalizan en 2019 asciende a 762 Mt, sin variaciones desde noviembre y cerca de 53 millones  (-6,5 %) por debajo de sus niveles de apertura, que fueron históricamente los más elevados.

Entre los principales cereales, las existencias de maíz sufrirán la mayor contracción en términos interanuales, ya que se prevé que disminuirán en un 14 % (- 44 millones), hasta 157 Mt, debido principalmente a grandes reducciones en China, seguida de Estados Unidos, Argentina y Brasil.

Las previsiones también indican una disminución de las existencias de trigo en 2018/19, de al menos un 12 % (-4,4 millones) respecto de sus niveles récord de apertura, concentrándose la mayor parte de esa reducción entre los principales exportadores.

Se prevé que las existencias mundiales de arroz alcanzarán un máximo histórico de 177 Mt, es decir, un 2,7 % por encima de sus niveles de apertura y lo suficiente para cubrir el 34,3 % de los usos previstos para 2019/20.

En general, de acuerdo con las previsiones actuales, el coeficiente entre los remanentes mundiales de cereales y la utilización debería de situarse en el 28,1 %, esto es, por debajo del 30,8 % registrado en la campaña anterior —el nivel máximo alcanzado en 17 años— y el nivel más reducido desde 2013/14.

 

Foto: Cultivando arroz en  Filipinas. www.fao.org

 

 

 

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