Planas insiste ante las OPAs en que el PE-PAC dará apoyo decidido a la actividad agraria profesional y familiar

El ministro de Agricultura, Luis Planas, resaltó que la nueva Política Agraria Común (PAC) que se va a aplicar en España dará un apoyo decidido a la agricultura profesional y familiar para llevar a cabo una actividad agraria rentable que, al mismo tiempo, responda a los retos de sostenibilidad.

Planas insiste ante las OPAs en que el PE-PAC dará apoyo decidido a la actividad agraria profesional y familiar

Durante una reunión del Comité Asesor Agrario, con las organizaciones profesionales agrarias ASAJA, COAG y UPA, el ministro informó este jueves 30 de septiembre de los últimos progresos en la elaboración del Plan Estratégico Nacional para la aplicación de la PAC (PE-PAC) en España, que debe enviarse antes del 31 de diciembre a la Comisión Europea, institución a quien compete su aprobación definitiva en los primeros meses del 2022.

Planas explicó que los Grupos de Trabajo temáticos creados entre el MAPA y las CC.AA. han avanzado en los aspectos fundamentales del primer pilar (ayudas directas) de la PAC, remarcando el apoyo de la PAC a los agricultores y ganaderos profesionales más dependientes de la actividad.

También destacó que en España, por primera vez, se aplicará el pago redistributivo para apoyar a las pequeñas y medianas explotaciones, de carácter más familiar.

Sobre la definición de “agricultor profesional”, que tanto reiteran las organizaciones agrarias en sus demandas de fondos, “no hay que confundir con la de “agricultor activo”, recogido en los reglamentos comunitarios”, poniendo el énfasis en que “el Gobierno y las autonomías ya han definido las cuestiones básicas en sus anteriores reuniones”, (pese a que algunos consejeros consideran que no ha sido así).

En este sentido, Planas explicó que las vías o criterios para tener derecho a las ayudas PAC serán los tres consabidos: estar dado de alta como autónomo en la rama agraria de la Seguridad Social; que el 25 % de los ingresos totales proceda de la actividad agrícola o ganadera, o ser perceptor de una ayuda PAC que no sobrepase los 5.000 euros, añadiendo que “el objetivo del Gobierno y de este Ministerio es hacer de la agricultura familiar y profesional el centro de los perceptores de la reforma de la PAC.”

El ministro corroboró esta afirmación señalando que “la primacía del agricultor profesional en los beneficiarios de la PAC está asegurada”, ya que “el 86% de todos los beneficiarios está dentro del requisito del 25% de los ingresos totales de su actividad agraria y que el 60% de los que cobran igual o menos de 5.000 euros de estas ayudas cumplen también con el requisito de ese 25% de ingresos. En suma, que el 96% de todos los beneficiarios cumplen uno u otro de estos dos requisitos.”

Arquitectura ambiental

En relación a la denominada “arquitectura ambiental”, que concentrará el 40% de los fondos vinculados directa o indirectamente con ellos, el ministro explicó que los ecoesquemas son la “gran novedad” de esta PAC, pero también una oportunidad para el sector agrario, que vendrán para quedarse y cambiar el modo de trabajar en el campo.

El objetivo del MAPA, reiteró Planas, es que todos los agricultores y ganaderos puedan tener acceso al pago por este concepto, a una retribución por las prácticas en beneficio del medio ambiente que realicen las explotaciones, más allá de las exigidas como condición para tener derecho a las ayudas directas.  Es decir, que “cada agricultor o ganadero pueda tener acceso al catálogo de prácticas sostenibles” y queremos prácticas que a la vez sean “atractivas y simples, y están suficientemente remuneradas.”

Los ecoesquemas suponen el 23 % del presupuesto total de las ayudas del primer pilar de la PAC, en total unos 1.107 M€ anuales, afirmó el ministro, quien añadió que girarán sobre dos ejes, con varias opciones cada una: una agricultura y ganadería baja en carbono y la agroecología. Planas incidió en que ambas opciones “serán atractivas y sencillas” para que cada beneficiario tenga al menos una a su disposición. “No hay que verlos como un requisito adicional, sino como un elemento de modernización y transformación hacia una actividad agraria mucho más sostenible, sin que pierda su rentabilidad”, añadió.

Planas reiteró que “la transición agroambiental va hacia prácticas más beneficiosas para el clima y el medioambiente, que sean compatibles también con el mantenimiento de la rentabilidad de las explotaciones.”

El ministro recalcó que la PAC es una magnífica oportunidad que el sector agrario debe aprovechar, porque a los 47.742 M€ de las ayudas de la PAC hay que sumar otros 2.000 millones de los que se van a disponer de los fondos europeos enmarcados en el Plan de Transformación, Recuperación y Resiliencia (PRTR).

Además de las referencias al carácter redistributivo y a la arquitectura ambiental, Planas destacó otras características de la nueva PAC como el impulso al relevo generacional, con más fondos que nunca para apoyar la incorporación de jóvenes (3 % del total de las ayudas directas); los incentivos por primera vez para la participación de las mujeres; el incremento hasta el 15 % del presupuesto de las ayudas asociadas que están destinadas a los sectores más vulnerables, o la introducción del enfoque social.

Nueva cita en octubre con las CC.AA.

Sobre el calendario a seguir para cerrar el Plan Estratégico, el ministro señaló que con la serie de reuniones técnicas que se han producido desde la última Conferencia Sectorial del 14 de julio, las intervenciones del primer pilar van a quedar con un nivel de detalle próximo al borrador final.

Planas señaló que, a lo largo de este mes de octubre, sin fijar aún fecha concreta, se celebrará una nueva Conferencia política Sectorial con las CC.AA. para analizar esta propuesta y dar a conocer el resultado de los trabajos del Grupo de trabajo sobre ecoesquemas.

En relación a las actuaciones en el segundo pilar de la PAC  (Desarrollo rural), el Ministerio y las CC.AA. acordaron que, durante este mismo mes de octubre, éstas remitirán sus propuestas de intervenciones regionales y ya, durante el mes de noviembre, se engarzarán en un plan coherente.

El ministro destacó, al respecto, que la aportación del Estado a la cofinanciación de los fondos de Desarrollo Rural se va a incrementar en un 28 % con respecto al anterior periodo (2014-2020), hasta 1.087 M€ para el próximo periodo de programación 2023-2027.

Planas recalcó el importante esfuerzo que supone acordar el Plan Estratégico nacional de la PAC (PE-PAC) entre 17 CC.AA., con realidades agronómicas muy diferentes, y apuntó que España debe presentar un plan, único y común para todos, que sea coherente y que, además, refleje la diversa realidad del sector agrario español.

Además, señaló que, durante esta fase final, el Ministerio mantendrá su propósito de trabajar con las CC.AA y las organizaciones profesionales agrarias, con espíritu de colaboración y transparencia, como ha hecho desde que se inició el proceso de reforma de la PAC hace tres años.

Reacción de las OPAs

Las tres organizaciones agrarias presentes en la reunión del Comité Asesor Agrario, ASAJA, COAG y UPA, coincidieron en reconocer que ha habido avances en la propuesta de PE-PAC, aunque todavía se deben producir algunas modificaciones, como también en su defensa a ultranza del modelo de agricultura profesional, familiar y empresarial, frente al “pluriactivo”, que igualmente ven necesario desde el punto de vista medioambiental o de desarrollo rural, aunque no para poder optar al mismo apoyo que los que dependen mayormente en su renta de esta actividad.

Así, el presidente de ASAJA, Pedro Barato, apuntó a la necesidad de que haya una buena definición de agricultor profesional empresarial y de que, no obstante, «todos» los tipos de agricultura presentes en el país puedan convivir sin mayores problemas».

En relación a los ecoesquemas, Barato volvió a insistir en que deben ser «fáciles, ágiles y que se puedan cumplir» para que el productor «no pierda ni un euro en su aplicación».

En referencia también a la condicionalidad de las ayudas, el portavoz de ASAJA insistió en que se tienen que poner sobre la mesa todos los argumentos necesarios para que sus exigencias «no seas penalizadoras.»

Por su parte, el secretario general de COAG, Miguel Blanco, apostó por que sea el agricultor profesional el que tenga derecho a recibir las ayudas o, en todo caso, «aquéllos que tengan una actividad significativa” en el campo, no insignificativa, porque desarrollen otras actividades ajenas remuneradoras.”

Para Blanco, los ecoesquemas «deberían tener un carácter incentivador, es decir, “que animen a los agricultores y a los ganaderos a acogerse a ellos, aunque sean voluntarios”. En cambio, añadió, la mayor parte de las medidas o prácticas que se incluyen tienen más bien un carácter compensatorio, es decir, “se da por hecho que habrá gastos añadidos o pérdidas de renta» por su aplicación.

En COAG, añadió  el portavoz de esta organización, “siempre hemos defendido la sostenibilidad medioambiental, pero unida a la sostenibilidad social y a la económica». Estamos dispuestos, concluyó, “a seguir asumiendo exigencias, pero siempre y cuando el mercado, o las políticas agrarias, nos las remuneren, lo que ahora no es así.”

Por último, el secretario general de UPA, Lorenzo Ramos, reclamó que “la profesionalidad de un agricultor se mida no por las ayudas PAC que recibe o pueda recibir, sino por «la dedicación, los ingresos y por la actividad agraria que esas explotaciones desarrollan».

Ramos se mostró partidario de “aprovechar la reforma de la PAC para conseguir beneficiar «a los que más lo necesiten, que son los pequeños y medianos agricultores familiares». Así, entre sus demandas, el responsable de UPA pidió que los pagos redistributivos sirvan para beneficiar a este colectivo.

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