Miles de olivareros se manifiestan en Madrid por unos «Precios justos para un olivar vivo»

Miles de olivareros -unos 30.000, según las organizaciones convocantes-, se manifestaron este jueves 10 de octubre en Madrid bajo el lema "Precios justos para un olivar vivo", reclamando que "no se juegue" con los precios del aceite de oliva y, a la vez, exigir a las Administraciones públicas que actúen de una vez para solventar la actual crisis de precios en origen.

Miles de olivareros se manifiestan en Madrid por unos «Precios justos para un olivar vivo»

 Una crisis de precios que podría verse agravada por la intención de la Administración Trump de aplicar aranceles adicionales del 25%  a la exportación de aceite de oliva y de aceituna de mesa hacia el  mercado norteamericano a partir del próximo 18 de octubre.

Las organizaciones profesionales agrarias convocantes, ASAJA, COAG y UPA, así como Cooperativas Agro-alimentarias de España– demandaron a la Unión Europea y al Gobierno que adopten con urgencia medidas ya propuestas, como la activación de la autorregulación voluntaria, con el fin de almacenar producto en años con mucha oferta, como en la campaña  pasada, y que realicen un llamamiento a la industria envasadora y a la distribución comercial para que no banalicen el producto, «tirando los precios en origen y vendiendo a pérdidas al consumidor.

Según aseguraron, los precios actuales del aceite de oliva salida almazara están por debajo de los costes de producción, algo que consideran totalmente injustificado, puesto que ha sido una campaña con una menor oferta global en el mercado.

Los precios medios del Ministerio de Agricultura en la última semana son de 2,2 €/kg a granel salida almazara en el aceite de oliva virgen extra (AOVE); de poco más de 2 €/kilo en el  aceite  de oliva virgen;  2 €/kg en el oliva refinado,  y de 1,98 €/kg en el  oliva lampante.

El sistema Poolred  de la Fundación del  Olivar daba cuenta en esta última semana de precios medios del aceite de oliva en origen a granel salida de bodega de 2,1 €/kg para el  AOVE;  de 1,97 €/kg para el virgen, y de 1,94 €/kg para el lampante. Con una media global de 2,04 €/kilo.

Estas bajas cotizaciones, según los convocantes, no obedecen a razones de mercados, puesto que la  demanda crece por encima de la oferta, sino a maniobras especulativas, que buscan ganar cuota de  mercado y ampliar sus márgenes de rentabilidad hundiendo  los precios en origen.

Asimismo, recalcan que la falta de suficientes medios materiales y humanos impide realizar los  controles necesarios en materia de trazabilidad para garantizar la calidad y pureza del aceite de oliva, con el fin de impedir prácticas fraudulentas, relacionadas con las mezclas de aceites, y certificar que el etiquetado ofrece una información completa y rigurosa para el consumidor.

A todo esto se suma, según el sector, determinadas prácticas comerciales de las cadenas de distribución, que utilizan el aceite de oliva como producto «reclamo» para vender otros bienes, «tirando por tierra la imagen de un producto de calidad y contribuyendo a la tendencia a la baja de los precios en origen.

Son precios del aceite de oliva en origen que no cubren costes de producción en campo, que se mueven, según el tipo de cultivo y su explotación, entre los 2,4 y los 2,8 €/kilo, con lo que muchos olivareros estarían produciendo «a pérdida» en la actualidad.

De nada parece servir que el olivar español sea el primero del mundo en producción y comercialización de aceite de oliva, cuando tiene los precios en origen más bajos de la UE  e incluso de otros países terceros productores, con menores costes de producción,  como Túnez.

Las organizaciones convocantes insistieron en que si continúa esta situación los olivares tradicionales, los de menor rendimiento productivo, de secano, sin posibilidad de mecanización de tratamientos y cosecha, y situados en zonas de difícil acceso orográfico, sin otras alternativas, entrarán en ruina, con unas pérdidas  por esta causa más de 1.000 millones de euros en las dos últimas campaña.

Esta crítica situación del sector oleícola español afecta a más de 250.000 familias de productores de las CC.AA.de Andalucía, Extremadura, Castilla-La  Mancha, Comunidad Valenciana,  Aragón Región de Murcia, La Rioja y Cataluña, principalmente.

Olivareros de toda la geografía española marcharon en una nutrida manifestación, que comenzó en la Puerta de Alcalá de la capital madrileña, y transcurrió por la  calle Alfonso XII hasta desembocar en  la Glorieta de Atocha, frente a la sede del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

A  la misma acudieron, entre  otros políticos,  el coordinador general de IU, Alberto Garzón y la portavoz de Ciudadanos en el Congreso, Inés Arrimadas.

 

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