Los ministros de Agricultura acuerdan su posición política sobre una PAC más verde en la UE

El Consejo de Ministros de Agricultura de la Unión Europea acordó en la madrugada de este miércoles 21 de octubre, después de 42 horas de negociaciones, la posición política sobre el paquete de reforma de la política agrícola común (PAC) posterior a 2020.

Los ministros de Agricultura acuerdan su posición política sobre una PAC más verde en la UE

El acuerdo tuvo el único voto en contra de Lituania y las abstenciones de Letonia, Bulgaria y Rumanía.

Esta posición acordada plantea algunos compromisos firmes de los Estados miembros para una mayor ambición medioambiental, con instrumentos como los eco-esquemas obligatorios (una novedad en comparación con la política actual) y una mayor condicionalidad.

Al mismo tiempo, la posición acordada permite a los Estados miembros tener la flexibilidad necesaria en la forma en que alcanzarían los objetivos medioambientales. Por ejemplo, habría una fase piloto de dos años para los eco-esquemas y los Estados miembros gozarían de flexibilidad sobre cómo asignar fondos en diferentes prácticas ecológicas.

El enfoque general acordado ahora significa que el Consejo tiene ahora el mandato político de iniciar las negociaciones con el Parlamento Europeo, una vez que el colegislador también acuerde su posición interna, con vistas a alcanzar un acuerdo global.

Para la ministra federal de Alimentación y Agricultura de Alemania, Julia Klöckner, «el acuerdo es un hito para la política agrícola europea. Los Estados miembros demostraron su ambición de normas medioambientales más elevadas en la agricultura y, al mismo tiempo, apoyaron la flexibilidad necesaria para garantizar la competitividad de los agricultores. Este acuerdo cumple la aspiración de una PAC más ecológica, justa y sencilla.»

Por su parte, el ministro español de Agricultura, Luis Planas, señaló que «pensamos que es una propuesta equilibrada y que responde a las distintas sensibilidades. Es imperfecta, pero muy buena» y añadio que «España ha cumplido todos los objetivos que se había planteado».

Planas destacó en particular el acuerdo logrado para los «ecoesquemas», como «nuevas ayudas complementarias que primarán las prácticas agroganaderas sostenibles, al representar una solución «sólida y que ofrece flexibilidad a los estados miembros para su aplicación«.

Por otra parte, el ministro valoró que se haya incluido finalmente en el acuerdo la prolongación de los derechos de plantación de viñedo más allá de 2030, fecha en la que expira el sistema actual, como pedían España y Francia. Esas cifras han sido modificadas «para proponer al Parlamento Europeo que prologuemos hasta 2040″, explicó el ministro.

Entre los objetivos de la futura PAC figuran mejorar la protección del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático, fomentar el desarrollo y la energía sostenible y asegurar una gestión eficiente de los recursos.

La reforma de la PAC prevé que, si bien se dará más flexibilidad a los Estados miembros en la conformación de normas y asignaciones de fondos mediante la elaboración de planes estratégicos nacionales, estarán obligados a demostrar una mayor ambición medioambiental en comparación con el período actual.

El llamado «nuevo modelo» favorecería el rendimiento sobre el cumplimiento: permitiría a los países elegir las mejores herramientas y acciones a su disposición (y también teniendo en cuenta las especificidades nacionales) para alcanzar los objetivos y normas acordados a escala de la UE.

Algunos ejemplos concretos de Estados miembros cumplirán normas ambientales más elevadas, que se debatieron y acordaron durante el Consejo de dos días, incluyen que los agricultores recibirían apoyo financiero, con la condición de que adoptaran prácticas beneficiosas para el clima y el medio ambiente, para hacer la PAC aún más verde que antes.

También que los agricultores que van más allá del medio ambiente básico y de los requisitos climáticos recibirían apoyo financiero adicional, mediante la introducción de «eco-esquemas».

Estos nuevos instrumentos para el medio ambiente y la protección del clima estarían vinculados a un presupuesto específico, que formaría parte del presupuesto de pagos directos.

Sería un «anillo cerrado» al 20%, lo que significa que se desbloquearían mediante el uso de eco-esquemas. Una fase piloto inicial de dos años garantizaría que los Estados miembros evitarán perder los fondos muy necesarios mientras se familiarizan con los nuevos instrumentos.

Ejemplos indicativos de eco-esquemas incluyen prácticas como la agricultura de precisión, la agroforestación y la agricultura orgánica u ecológica , pero los Estados miembros tendrían libertad para diseñar sus propios instrumentos en función de sus necesidades.

Además, todos los agricultores estarían vinculados a normas ambientales más elevadas; incluso los más pequeños. Para ayudarles en esta transición ecológica, los pequeños agricultores estarían sujetos a controles más simplificados, reduciendo al mismo tiempo la carga administrativa y garantizando su contribución a los objetivos medioambientales y climáticos.

La posición del Consejo es el resultado de las negociaciones y los trabajos realizados en los últimos dos años y medio y bajo cinco presidencias. Los ministros de Agricultura de la UE dieron el visto bueno a los tres reglamentos que componen la reforma: el de los Planes Estratégicos nacionales, el de la organización común de mercados y la regulación sobre la financiación de las ayudas.

La Comisión Europea presentó el paquete de reformas de la PAC posterior a 2020 en 2018; el paquete consta de tres propuestas:

Calendario

La PAC para el periodo 2023-2027 estará dotada de unos 390.000 millones de euros del presupuesto europeo, de los que 47.724 millones irán a parar a los agricultores y ganaderos en España, una suma similar a la del periodo 2014-2020, según cifras del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

Tras el acuerdo del Consejo (países de la UE), el Parlamento Europeo tiene previsto votar el conjunto de la reforma este próximo viernes.

A continuación, comenzarán los llamados «trílogos», en los que el Consejo, la Comisión Europea y el Parlamento Europeo terminarán la negociación de los reglamentos, que debería que estar concluida a principios del próximo año.

Después tendrá lugar el proceso de aprobación de los reglamentos y los Estados deberán finalizar sus planes estratégicos nacionales.

 

 

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