La necesaria mecanización en las plantaciones frutales de Aragón
Jacinto Gil Sierra. Doctor Ingeniero Agrónomo.
La famosa «Fruta de Aragón» que se comercializa bañada en chocolate, aunque en términos absolutos su producción no sea muy cuantiosa, es un buen indicador de la importancia que en Aragón se ha dado a los cultivos frutales.
Tradicionalmente los huertos se localizaban en parcelas fértiles de regadío cerca de los pueblos. Los frutales raramente se extendían por parcelas completas, sino diseminados por los márgenes de los campos de regadío, con el fin de no dificultar el laboreo del suelo, de aprovechar los riegos de los cultivos anuales que ocupaban las parcelas y de no afectar con su sombra al crecimiento de dichos cultivos.
Ese método de cultivo condujo al uso de patrones vigorosos sobre los que se injertaban las variedades cultivadas para obtener árboles de gran altura y que bajo ellos se pudieran sembrar cultivos herbáceos anuales.