La CE pondrá en marcha un Centro de Conocimiento sobre el Agua y la Agricultura a finales de 2018

El agua es una parte vital de la producción alimentaria europea. Alrededor del 44% del consumo total de agua en Europa va a la agricultura, aunque sube al 80% en algunas regiones. Pero con el cambio climático y la creciente población mundial, la presión sobre este recurso natural está aumentando. Consciente de los retos futuros, la Comisión Europea está llevando a cabo acciones a corto y largo plazo para mejorar el uso del agua en la agricultura.

La CE pondrá en marcha un Centro de Conocimiento sobre el Agua y la Agricultura a finales de 2018

El 28 de septiembre de 2017, el comisario de Agricultura y Desarrollo Rural, Phil Hogan, afirmó que «la agricultura y la producción de alimentos son sectores intensivos en uso de agua, por lo que si queremos satisfacer la demanda mundial de más y mejores alimentos, necesitamos continuar desarrollando sistemas y tecnologías de producción para hacer agricultura más productiva y eficiente, pero también más verde y más eficiente en el uso de los recursos».

La Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural de la CE ya está actuando sobre el uso del agua, principalmente a través de la Política Agrícola Común (PAC). Parte de esta política, el criterio de condicionalidad, que relaciona los pagos directos al cumplimiento por los agricultores de las normas básicas sobre el medio ambiente, la seguridad de los alimentos, la sanidad animal y vegetal, el bienestar de los animales y el mantenimiento de las tierras en buenas condiciones agrícolas y ambientales, establece una línea directriz básica sobre medidas agroambientales, que fomentan un uso sostenible del agua.

Las medidas de la denominada ecologización (“greening” o pago verde) que forman parte de los pagos directos de los agricultores, contribuyen también a preservar de manera sostenible el agua. Al obligar a los agricultores a seguir ciertas pautas, como el establecimiento de Superficies de Interés Ecológico (SIE) y pastos permanentes, protegen la biodiversidad -incluyendo el agua-, limitando el uso de plaguicidas en esas áreas.

Además, los programas de Desarrollo Rural, financiados por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader) y gestionados por los propios Estados miembros, están diseñados en torno a seis prioridades. Una de ellas es el fomento de la eficiencia de los recursos. Por lo tanto, estos programas, como destaca el comisario Hogan, «pueden hacer un trabajo importante en apoyo de las medidas medioambientales y climáticas, las medidas incluidas en la Directiva Marco del Agua, la transferencia de conocimientos y especialmente el apoyo a las inversiones».

A través de otros fondos de investigación e innovación de la UE, como Horizon.2020, se presta también apoyo a proyectos que utilizan nuevas tecnologías para mejorar el suministro de agua. Phil Hogan mencionó algunos ejemplos, al señalar que «hemos invertido en nuevas tecnologías como robots que miden el consumo de agua en la producción vitivinícola; sensores 3D para medir el crecimiento de las plantas y vehículos aéreos no tripulados (UAVs) o drones para aplicar en la agricultura de precisión como el monitoreo del estrés hídrico, la detección de deficiencias de nutrientes y de enfermedades de los cultivos».

Grupo de trabajo

En febrero de 2017, los comisarios Hogan y el de Medio Ambiente, Karmenu Vella, anunciaron conjuntamente la creación de un grupo de trabajo sobre el agua, con el objetivo de impulsar las inversiones y difundir las mejores prácticas para mejorar la sostenibilidad de este “input” en la agricultura europea.

Como seguimiento de este grupo de trabajo, se está creando un Centro de Conocimiento sobre el Agua y la Agricultura, que se prevé que esté completamente operativo para finales de 2018.

Como explicó Phil Hogan durante su intervención, «este Centro de Conocimiento pondrá en común y aglutinará la información al respecto y será ampliamente accesible a través de un portal de Internet, por lo que puede ser utilizada por la Comisión, por la Administración de los Estados miembros, así como por las partes interesadas para identificar los problemas más apremiantes, con el fin de desarrollar herramientas de política específicas y hechas a la medida que ofrezcan soluciones en el campo del agua y la agricultura «.

Al tener conocimiento de la necesidad existente para hacer accesible la información, el comisario Hogan anunció también el establecimiento de una plataforma para la gestión de nutrientes en las explotaciones.

Esta plataforma será accesible directamente para los agricultores, con el fin de permitirles adoptar decisiones informadas sobre los requerimientos de nutrientes, pudiendo «tener los efectos positivos para potenciar la eficiencia del uso del agua y la reducción de emisiones contaminantes, añadió Hogan».

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