Julián de León Alonso e hijos dos generaciones ofreciendo un cereal de máxima calidad

Carlos de León Saludes es un joven agricultor procedente de un municipio de León, Carbajal de Fuentes, que lleva desde los 18 años dedicándose, con su padre, Julián, y su hermano, a la práctica agrícola con cultivos de secano y regadío. Además, la empresa familiar que gestiona, Julián de León Alonso e hijos, se caracteriza por la utilización de maquinaria propia para todas las etapas del cultivo.

Julián de León Alonso e hijos dos generaciones ofreciendo un cereal de máxima calidad

Con 26 años de edad, confiesa que si no hubiera sido por el legado de dos generaciones atrás y la transferencia de conocimientos agrícolas de su padre y abuelo, no se hubiera podido dedicar a la agricultura como ahora lo hace. La trayectoria de Carlos en el sector agrícola se remonta a la experiencia y la orientación de más de 60 años de antigüedad de una empresa familiar fundada por su abuelo.

Este negocio agrícola está especializado en cultivos de secano como son los cereales (trigo, avena y cebada) y leguminosas, en parcelas ubicadas en la comarca de Valderas, en la provincia de León. Siembran 1.000 hectáreas y consiguen una producción media de 3.500 kg/ha. También producen cultivos de regadío (maíz, trigo y girasol). En este caso se cultivan 110 hectáreas por la zona del margen izquierdo del Porma, en los nuevos regadíos de Villaornate, llegando a 16.500 kg/ha de maíz.

El objetivo principal de la empresa es producir al máximo y obtener rentabilidad económica, por eso, Carlos es exigente con los fertilizantes que utiliza. Según destaca este joven agricultor, «Yara les ha garantizado generación tras generación, además de una cal­idad diferencial en su producción, una mejor sanidad y nutrición vegetal de sus cultivos”. A día de hoy, la totalidad de las parcelas de esta empresa familiar, tanto de secano como de regadío, se abona con fertilizantes Yara.

Una fertilización completa con Yara

Abonado de fondo

El plan de abonado de los cultivos de invierno comienza con el análisis de suelo de cada parcela. El resultado de éstos indica el abonado de fondo más adecuado para la localización. En base a estos datos dicho abonado antes de la siembra, entre los meses de oc­tubre y noviembre, aplican entre 300-350 kg/ha de YaraMila Universal Triple 15 o de YaraMila Solán 13, 11, 21.

YaraMila Universal Triple 15 es un fertilizante NPK formado por nitrofosfatos y polifosfatos que contiene el 15% de todos los macronutrientes principales.

El equilibrio nitrogenado en­tre el amoníaco y el nitrato, permite que la planta absorba rápidamente una parte del nitrógeno y la otra lo haga de forma gradual. El fósforo disponible, es asimilado por la planta. Entre un 20% y un 25% se encuentra en forma de polifosfatos, que permite una nutrición mayor durante el período de crecimiento de la raíz. Los polifosfatos hidrolizados gradualmente con hortofosfatos permiten al cultivo disponer de mayor cantidad de fósforo, un elemento muy importante para el desarrollo de las raíces y por tanto para la toma de otros nutrientes y de la humedad. Los polifosfatos también tienen un efecto quelatante sobre los micronutrientes como el hierro, zinc, manganeso y cobre. El potasio al ser soluble es asimilable, un elemento esencial para la calidad del cultivo.

Para asegurar la calidad y la mayor resistencia del cultivo, aplican entre 300-350 kg/ha de YaraMila Solán 13, 11, 21, un fertilizante complejo que aporta un contenido equilibrado de nitrógeno, fósforo y potasio totalmente asimilables, con magnesio y boro. El nitrógeno de YaraMila Solán es 100% soluble y asimilable, y se presenta de forma equilibrada en forma nítrica, disponible de inmediato para la planta; y amoniacal, disponible a más largo plazo. El fósforo es totalmente asimilable ya que entre un 20% y un 30% está en forma de polifosfatos.

Éste es un fertilizante perlado, fabricado mediante el método de nitrofosforación patente de Yara. Todos los nutrientes se encuentran en una sola perla o gránulo para una óptima distribución y una aportación homogénea de los mismos. Su carácter higroscópico favorece una rápida incorporación de los nutrientes a la solución del suelo. Está recubierto por una película o coating patente de Yara que permite que el producto se mantenga en excelentes condiciones físicas hasta su incorporación al suelo, evitando así la generación de polvo y el apelmazamiento del producto.

Abonado de cobertera

A su vez, el abonado de cobertera se realiza cuando llega el ahijado, normalmente en esta zona es entre marzo y abril, aplicando 150 kg/ha de YaraVera Amidas, un fertilizante nitrogenado granulado con un contenido del 40% de nitrógeno (35% en forma uréica y 5% amoniacal) y azufre en forma de sulfato, totalmente soluble y asimilable. El contenido en azufre favorece una mayor eficiencia del nitrógeno, proporcionando un mayor rendimiento del cultivo.

La relación de nitrógeno y azufre que contiene YaraVera Amidas es de aproximadamente 7 a 1, comparable a la relación de estos nutrientes en la materia orgánica del suelo. Tanto el nitrógeno como el azufre entran en la composición de las proteínas vegetales y las enzimas que regulan casi la totalidad de los procesos biológicos de la planta. La deficiencia de estos nutrientes provoca amarillamiento, clorosis en las hojas, lo que afecta al desarrollo de la planta.

 

 

Abonado en cultivos de regadío

En cultivos de regadío, utilizan los mismos productos de abonado pero en diferentes cantidades, triplicando la dosis en algún caso.

Por otro lado, para un mayor rendimiento del cultivo y, por lo tanto, un aumento de sus ingresos, este agricultor de León utiliza YaraVita Cereal y YaraVita Maíz, una suspensión concentrada que incluye aquellos nutrientes claves para la obtención de rendimientos óptimos y de calidad en el cultivo del cereal (magnesio, cobre, manganeso y zinc) y, por su parte, del maíz (incluye fósforo, potasio, magnesio y zinc).

Diseñados para aplicación vía foliar, YaraVita Cereal y YaraVita Maíz son productos altamente mezclables con otros agroquímicos, evitando aplicaciones específicas y propiciando un ahorro en tiempo y dinero. Los cultivos que reciben el correcto equilibrio de nutrientes no sólo vegetan mejor en buenas condiciones de desarrollo, sino que son capaces de soportar mejor las condiciones de estrés y los esfuerzos necesarios en cada estadio de desarrollo.

 

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