Planas en el Club Siglo XXI: la demografía y las nuevas tendencias de consumo marcarán los sistemas alimentarios

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, participó en la tarde de ayer en el coloquio titulado “El futuro del sector de la alimentación en España”, organizado por el Club Siglo XXI, donde realizó un amplio análisis de la situación actual del sector agroalimentario y expuso las bases que, a su juicio, cimentarán su futuro.

Planas en el Club Siglo XXI: la demografía y las nuevas tendencias de consumo marcarán los sistemas alimentarios

Planas fue presentado por otro ex ministro de Agricultura (entre 1978 y 1981), Jaime Lamo de Espinosa, quien en su intervención incidió en la dificultad que afronta actualmente el sistema agroalimentario con aspectos como el Brexit, los aranceles estadounidenses y la nueva programación de la Política Agraria Común (PAC) y, en términos nacionales, la España vaciada, la política de riegos o la protección del lobo ibérico.

«Estamos en un momento de cambios profundos en esta nueva década, iniciada además con una pandemia, ante los cuales el sector debe reorganizarse y reconstruirse y romper inercias«, subrayó Lamo de Espinosa.

Por su parte, el ministro Luis Planas aprovechó su intervención para señalar que la demografía y las nuevas tendencias de consumo constituirán dos grandes factores que marcarán los sistemas alimentarios, en un contexto en el que “la alimentación humana está vinculada al futuro del planeta, donde la falta de alimentos es en sí misma una pandemia. Las cifras (del hambre) que habían bajado muy significativamente han vuelto a incrementarse, a consecuencia de esta situación». 

Por ello, según Planas, “será necesario emprender un profundo cambio de estructuras a través del I+D+i, que resultará clave para aumentar la productividad manteniendo la superficie agraria para dar de comer a una población creciente que FAO cifra en 9.000 millones de habitantes para 2050”.

También alegó el  ministro que no hay alimentos baratos, sino alimentos con precios razonables en relación al coste de su producción: «Los agricultores y ganaderos tienen que lograr un precio digno a la hora de vender su producto y lo tiene que lograr también la industria al implementar el valor si lo transforma y lo tiene que tener también la distribución».

Y, en este tema, recordó que juega un importante papel el proyecto de reforma de la Ley de la Cadena Alimentaria, que se está tramitando actualmente en el Congreso de los Diputados.

Planas incidió asismismo en el peso que supone el sector agroalimentario en España, un 11% en el PIB, en torno a 2,8 millones de personas empleadas y 117.000 millones de euros de producción, además de su comportamiento en la provisión de alimentos para la población durante la pandemia y el mantenimiento de su capacidad exportadora al más alto nivel.

En esa línea, ha subrayado que las exportaciones mantuvieron una buena posición durante el pasado 2020, al generar 55.746 millones de euros en exportaciones (un 3,9% más que el año anterior) y un saldo positivo de la balanza comercial de 18.076 millones de euros (un 28% más que en 2019).

«Por tanto, en España el agroalimentario es un sector potente y diverso, con unas producciones que van desde la agricultura continental hasta la subtropical, y una buena posición para afrontar el futuro».

Lograr sistemas productivos sostenibles y de economía circular, la innovación y digitalización de los procesos productivos, y la vertebración del territorio mediante el relevo generacional en el medio rural son los tres grandes desafíos que afrontará ahora la agricultura española, según subrayó el ministro en el Club Siglo XXI, sin dejar de tener en cuenta otros aspectos como la utilización de la inteligencia artificial y la robotización, el desarrollo de proteínas alternativas, la agricultura regenerativa o la edición genética y la saludo del microbioma, entre otros.

Por último, Luis Planas también se refirió a las pérdidas y el desperdicio alimentario, que se estima en un tercio de los alimentos del mundo. Además desperdiciar alimentos supone también un gran impacto al medio ambiente, así como el despilfarro de recursos escasos (agua, energía, superficie…) y del tiempo de trabajo de agricultores y ganaderos.

En este contexto, destacó que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación llevará este año al Consejo de Ministros el proyecto de Ley sobre Pérdidas y Desperdicio Alimentario con el fin de prevenir y reducir las pérdidas y el desperdicio en todos los eslabones de la cadena.

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