El Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Centro y Canarias entrega sus distinciones anuales por San Isidro

Con motivo de la celebración de la festividad de San Isidro Labrador, patrón de los ingenieros agrónomos, el 15 de mayo, el Colegio de Ingenieros Agrónomos de Centro y Canarias ha entregado sus premios y distinciones colegiales con los que reconoce la labor de profesionales, empresas y entidades en el ámbito de la agronomía y la defensa de la profesión.

El Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Centro y Canarias entrega sus distinciones anuales por San Isidro

El acto, celebrado ayer, en la Real Fábrica de Tapices de Madrid, ha reunido a ingenieros agrónomos y representantes de empresas, administraciones y organizaciones del sector.

El Colegio de Agrónomos han reconocido con la distinción de Colegiado de Honor al ingeniero agrónomo Pedro Jesús Santolaya por su dilatada trayectoria profesional, primero en la administración regional de Castilla – La Mancha, donde ha desempeñado diversos cargos, y después como profesional dedicado al ejercicio libre de la profesión.

Además, Santolaya ha sido presidente de la Asociación Regional de Almazaras, vicepresidente nacional de los Fabricantes de Aceites de Oliva, presidente de la Cámara de Comercio de Toledo, consejero de instituciones financieras y delegado del Colegio en Toledo, entre otros cargos.

La trayectoria profesional del ingeniero agrónomo Miguel Sáez también ha sido reconocida con la distinción Colegiado de Honor. Sáez trabajó en el Instituto Nacional de Reforma y Desarrollo Agrario (IRYDA) hasta 1985, cuando fue transferido a la Junta de Comunidades de Castilla – La Mancha. En 2011 fue nombrado delegado provincial de Agricultura en Toledo. Miguel Sáez destaca por su entrega a la profesión y su apoyo constante al Colegio, del que fue delegado en Toledo (1991-2011).

José Luis Ares ha sido nombrado Colegiado de Honor en reconocimiento asusobresaliente aportación al desarrollo de sector lácteo, tanto desde el punto de vista de la formación, la investigación y el desarrollo tecnológico como de la divulgación.

Placas de Honor

Los ingenieros agrónomos de Centro y Canarias también han entregado sus Placas de Honor. En la categoría Comunicación, la distinción ha sido para Agrifood Comunicación, en reconocimiento a su labor informativa y de divulgación sobre la cadena alimentaria. En la categoría Empresa, la Placa de Honor ha sido para Global Nature, organización sin ánimo de lucro, por su ingente trabajo para la conservación de los hábitats y los especies, la sostenibilidad del sector agroalimentario y la sostenibilidad corporativa.

Premio a la investigación en agronomía

El investigador de la Universidad Politécnica de Madrid Juan Manuel del Fresno ha conseguido el Premio José Cascón en su categoría de Tesis Doctoral con el trabajo «Aplicación de ultrasonidos en la crianza sobre lías y envejecimiento de vinos tintos».

Este premio, instituido en 1970, tienen por objeto estimular la vocación profesional y de investigación de los ingenieros agrónomos y está dotado con 1.500 euros.

El Jurado del premio ha acordado también conceder un accésit a María Alonso Ayuso, por su tesis “Estrategias de manejo de cultivos cubierta para optimizar el uso de agua y nitrógeno, así como el control de malas hierbas”.

El premio, en su categoría de proyectos fin de máster, ha quedado desierto.

Durante el evento se entregó también la Medalla de Plata y Oro a los colegiados que acumulan una antigüedad de 25 y 50 años. El ex ministro de Agricultura, Jaime Lamo de Espinosa, ingeniero agrónomo colegiado y director de AgroNegocios, fue el encargado de decir unas palabras en representación de todos ellos.

El decano del Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Centro y Canarias, Francisco González, cerró el acto señalando que “la única cosa positiva que podemos resaltar de la pandemia es que ha puesto de manifiesto para toda la sociedad, algo que nosotros ya sabíamos: la importancia de los ingenieros agrónomos y la ingeniería agronómica en la alimentación, como parte esencial e indisoluble del resto del sector agrario y alimentario”.

Nuestra profesión, en este tiempo, ha sido considera esencial y así se ha constatado desde el Colegio, por el reconocimiento de las autoridades de los documentos que tuvimos que elaborar para facilitar actuaciones profesionales de muchos colegiados. Este reconocimiento pone de manifiesto la fortaleza, vitalidad y buenas perspectivas de futuro de nuestra profesión”, concluyó.

 

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