El agro comunitario duda sobre cómo alcanzar la neutralidad del carbono en 2035

Bajo el título "Fit for 55" (“En forma para el 55”), la Comisión Europea lanzó el miércoles 14 de julio su “hoja de ruta” legislativa para descarbonizar la UE en 2050, con la revisión de nada menos que doce iniciativas políticas.

El agro comunitario duda sobre cómo alcanzar la neutralidad del carbono en 2035

Para el COPA-Cogeca, que defiende los intereses de los agricultores y ganaderos profesionales y de sus cooperativas en la UE, el objetivo de lograr la neutralidad del carbono lo antes posible en todos los sectores, siendo la agricultura y la silvicultura los protagonistas, puede ser compartido.

Sin embargo, añaden, la forma de alcanzar este objetivo tan ambicioso es otra cuestión, por lo que las organizaciones agrarias de la UE permanecerán atentas a muchos de los puntos que figuran en el paquete legislativo para reducir sus emisiones de CO2 a la atmósfera en al menos un 55% en 2030 respecto a 1990 (año base), como paso intermedio para alcanzar la neutralidad climática en 2050, es decir, para no liberar más dióxido de carbono del que pueda ser absorbido.

Aunque no son los únicos sectores a los que se dirige el paquete “Fit for 55”, los sectores agrícola y forestal se mencionan en muchas de las propuestas presentadas en el amplio paquete legislativo presentado por la Comisión.

Ya sean, en concreto, en las revisiones del LULUCF (siglas en inglés de Uso de la Tierra, Cambio en el Uso de la tierra y silvicultura), en la Directiva sobre energías renovables, el ETS (siglas en inglés de los sectores sujetos al sistema europeo de comercio de derechos de emisión), el reparto de esfuerzos o las propuestas sobre CBAM (en sus siglas en inglés Mecanismo de Ajuste del Carbono en Frontera), son muchas las opciones que están ahora sobre la mesa de negociación.

El COPA-Cogeca considera loable este esfuerzo pero, a la vez, recuerda que “los sectores agrícola y forestal son los únicos que pueden almacenar carbono de forma natural y seguir garantizando el suministro estratégico de alimentos y biomasa de la Unión Europea.”

En relación con el paquete legislativo global presentado por la CE, Pekka Pesonen, secretario general de esta organización comunitaria agro-cooperativa señaló que “evaluar el impacto de un paquete de reformas legislativas de este tipo en su conjunto para la agricultura es una tarea compleja, puesto que las medidas y los mecanismos propuestos para reducir nuestras emisiones en al menos un 55 % para 2030 son numerosos y sus efectos complejos y acumulativos”.

Con el «Green Deal» (Pacto Verde Europeo) hay un patrón claro, que está volviendo a repetir la Comisión. En concreto, Pesonen recalca que “la UE tiene una sólida visión del mercado interior, que podemos apoyar, pero cuando se trata de garantizar la coherencia con el comercio internacional, siguen faltando soluciones concretas, especialmente para el sector agrario comunitario».

En cuanto al mercado interior, el COPA-Cogeca considera que las propuestas legislativas de la Comisión son numerosas y requerirán una evaluación detallada. Por ejemplo, en el reglamento LULUCF, toma nota del ambicioso objetivo de eliminación de gases de efecto invernadero de 310 Mt equivalentes de CO2 para 2030.

Absorción de carbono

Al respecto, la CE considera que los Estados miembros comparten también la responsabilidad de retirar carbono de la atmósfera, por lo que el Reglamento sobre el Uso de la Tierra, Cambio en el Uso de la Tierra, Silvicultura y Agricultura (LULUCF, en su siglas en inglés) establece un objetivo global de la UE para la absorción de carbono por los sumideros naturales, equivalente a 310 Mt de emisiones de CO2. Esta cifra supone un incremento aproximado del 15% respecto a las absorciones actuales, que rondan los 268 millones de toneladas

Además, habrá objetivos nacionales obligatorios en el periodo 2026-2030, en base en el nivel medio de absorciones o de emisiones de los años 2016 a 2018, que exigirán a los Estados miembros que cuiden y amplíen sus sumideros de carbono para alcanzar este objetivo, en función de la superficie de tierras disponible de que dispongan.

De aquí a 2035, la UE deberá alcanzar la neutralidad climática en los sectores LULUCF, incluidas también las emisiones agrícolas distintas del dióxido de carbono, como las derivadas del uso de fertilizantes y la ganadería.

Así, la Estrategia Forestal de la UE, añade la Comisión, cuyo objetivo es mejorar la calidad, la cantidad y la resiliencia de los bosques comunitarios, apoya a los silvicultores y a la bioeconomía forestal, al tiempo que mantiene la sostenibilidad de las cosechas y el uso de la biomasa, preserva la biodiversidad y establece un plan para plantar 3.000 millones de árboles en toda Europa de aquí a 2030.

En este contexto, el COPA-Cogeca señala que “los sectores de la agricultura y la silvicultura necesitan que se aclare cómo piensa la Comisión alcanzar estos objetivos (neutralidad climática para 2035 en estos sectores primarios) sobre el terreno.”

Iniciativa Agrícola de Carbono

En este sentido, el COPA-Cogeca espera también con impaciencia la publicación a finales del presente 2021 de la “Iniciativa Agrícola de Carbono F2F”, de acuerdo a la demanda consagrada en la recientemente adoptada Ley Europea del Clima, los sistemas de créditos de carbono en el mercado, basados en un nuevo modelo empresarial, deberían desempeñar un papel central en lugar de los incentivos directos.

Esta organización considera que esta política, si tiene en cuenta las contribuciones del sector agrario, y no sólo las emisiones del mismo, será un mecanismo eficaz.

De hecho, añade el COPA-Cogeca, “los agricultores y las cooperativas europeas ya están tomando iniciativas para llevar a cabo la contabilidad del carbono, ya que consideran que la agricultura del carbono es una fuente relevante de ingresos adicionales y una tendencia prometedora.

En el caso de la silvicultura, “los incentivos económicos para mejorar la gestión sostenible de los bosques son un factor clave para aumentar el uso de materias primas renovables en sustitución de las fósiles, según esta organización.

En cuanto a la descarbonización del transporte por carretera, el COPA-Cogeca sigue considerando que, en realidad, “los biocombustibles certificados a base de cultivos son los más utilizados en la UE, y se supone que la reducción de las emisiones del transporte se debe en gran medida a su uso.”

Por lo tanto, añade el COPA-Cogeca, “los biocombustibles basados en cultivos no deben ser excluidos de la mezcla”

Aunque los vehículos eléctricos pueden desempeñar un papel importante en el ahorro de emisiones, no serán una solución adecuada para todos los consumidores europeos, especialmente en las zonas rurales y en los vehículos agrícolas “todo-terreno”, que dependen en gran medida de los combustibles líquidos.

Para el COPA-Cogeca, el límite del 7% para los biocombustibles de origen vegetal debería reevaluarse y revisarse al alza para dar flexibilidad a cada Estado miembro, mientras que debería permitirse también a los fabricantes de automóviles seguir mejorando la eficiencia de los motores de combustión interna para soluciones, como las mezclas de biocombustibles más elevadas y el GNC/GNL.

Ajuste en frontera del carbono

En lo que respecta al comercio y a la prevención de las fugas de carbono, el instrumento clave propuesto por la Comisión es el establecimiento del Mecanismo de Ajuste en la frontera del carbono (CBAM). Además, la Comisión reconoce que el sistema ETS, incluso si se revisa, no será suficiente para evitar el posible “dumping” de países que sí comparten nuestras ambiciones climáticas.

Según el COPA-Cogeca, “con la aplicación de la Estrategia «De la granja a la mesa», garantizar una competencia leal se convertirá en una preocupación creciente para el sector agrario y recuerda que, aunque esta organización apoya la idea de crear una CBAM para los productos agrícolas (siempre que se cumplan algunas condiciones), la Comisión decidió excluir a la agricultura del mismo y, a la vez, incluir al sector de los fertilizantes, lo que supondrá, al encarecer las importaciones de estos insumos, una injusta doble penalización insoportable para los agricultores.

En este mecanismo, como en el resto del paquete legislativo propuesto en la “hoja de ruta” hacia la plena descarbonización de la UE en 2050, la coherencia es fundamental, apunta el COPA-Cogeca, añadiendo que, “como suele ocurrir, estos problemas de coherencia se encontrarán en los detalles, y esto sólo se pondrá de manifiesto al cotejar las evaluaciones de impacto de la Comisión.”

En la presentación de su propuesta, Bruselas anunció que está trabajando ya en otras medidas de apoyo a los sectores LULUFC, como la señalada Iniciativa para el almacenamiento de carbono en suelos agrícolas y la certificación de las absorciones de carbono, que permitirán crear nuevos modelos de empresa y recompensar a los agricultores y silvicultores que adopten prácticas más respetuosas con el clima.

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