Aranceles EE.UU.-UE: el sector agroalimentario español rehén de un conflicto comercial ajeno

Si la reunión prevista entre los negociadores de Estados Unidos y de la UE en la sede de la OMC en Ginebra (Suiza) próximo lunes 14 de octubre no lo remedia, unos días después, el viernes 18 de octubre entrarán en vigor los nuevos aranceles  impuestos por Estados Unidos a una lista de productos comunitarios, entre ellos aceite de oliva,  vino y quesos, que serían gravados  con una tasa adicional del 25% sobre el valor comercializado ("ad valorem").

Aranceles EE.UU.-UE: el sector agroalimentario español rehén de un conflicto comercial ajeno

Una vez más, el sector agroalimentario europeo se constituye en rehén involuntario y altamente  penalizado de un conflicto comercial, como es este caso, o de un conflicto geopolítico, como fue el de Rusia al anexionarse por la fuerza Crimea en 2015,  en el que es totalmente ajeno.

La Organización Mundial del Comercio (OMC) emitió un fallo este miércoles 2 de octubre en el que dio autorización a EE.UU. a imponer represalias comerciales por valor de  7.500 millones de dólares (6.874 M€) al bloque europeo.

La Oficina de Comercio Exterior norteamericana (USTR) se dio prisa en señalar, pocos horas después que se incrementarán un 10% los aranceles de los grandes aeronaves civiles que la UE vende a Estados Unidos y en un 25% a ciertos productos  agrícolas,  como se desprende del  listado oficial publicado por este departamento.

Entre los productos más afectados con esa tasa adicional del  25% se encuentran el vino, el aceite de oliva y las aceitunas, que se verán penalizados, aunque al parecer solo en los países que son accionistas de la aeronáutica Airbus (Alemania,  Francia, España y Reino Unido).

Ver listado:  (EU_Large_Civil_Aircraft_Final_Product_List)

Mientras que el resto de países, como Italia, Grecia o Portugal,  por poner el ejemplo de los que son también productores,  se librarían de las sanciones a esos productos, aunque  no de otros,  como quesos, licores,  algunos tipos de carne  congelada, moluscos,  maricos, naranjas,  mandarinas,  clementinas, limones.

La OMC estima que Estados Unidos tiene derecho a imponer estos aranceles adicionales a la Unión Europea por los subsidios ilegales recibidos por la empresa aeronáutica Airbus, en competencia con la estadounidense Boeing, en un contencioso abierto hace ya más de 15 años.

La comisaria de Comercio de la CE,  Cecilia Malmström, tras conocer la decisión, por otra parte esperada, de la OMC que si Estados Unidos decide seguir adelante con las sanciones,  la UE, a su vez, impondrá aranceles a las importaciones desde el país norteamericano, sin esperar a que la organización multilateral falle contra  las ayudas públicas de similar cuantía a la aeronáutica Boeing, en un informe previsto para principios del próximo 2020.

Algunas fuentes señalan que la  decisión de la Administración Trump se produce tras varios intentos de Bruselas de lograr una solución amistosa y pactado con Washington.

Ahora, Estados Unidos  ha preferido poner las  sanciones, «bendecidas»  en su importe por la OMC (un organismo, por otra  parte, criticado bastante por el propio Trump) para empezar a negociar con la UE, una decisión muy en línea con la estrategia negociadora seguida por Donald Trump en el  ámbito comercial.

Prudencia, eficacia y previsión

Por su parte, el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, que inauguró la Feria de Zafra, apeló a actuar con «prudencia, eficacia y previsión» ante la incertidumbre que puede producir el brexit, el enfriamiento de la economía y «el renovado afán proteccionista de algunos dirigentes que tuitean por la noche».

Durante su visita, Sánchez apuntó  que a las Administraciones les corresponde también ayudar a que los productos españoles, de calidad diferenciada e «únicos en el mundo», sigan abriendo mercados.

Por su parte, tras el Consejo de Ministros de este viernes 4 de octubre, la portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, consideró «inaceptables» las sanciones provisionales anunciadas por la Administración de Trump a determinados productos agroalimentarios europeos, si bien, afirmó, estar seguro de que España y Europa sabrá responder y hará frente a las medidas proteccionistas, pues «Europa también es grande y es uno de los momentos para demostrarlo».

«Las sanciones provisionales anunciadas por el Gobierno norteamericano nos parecen y son inaceptables», indicó Celaá, y afectarían principalmente a Italia, Francia, Alemania, Reino Unido y España, con especial incidencia en productos agroalimentarios como el vino, el aceite, cítricos, embutidos o el queso.

Celaá admitió que la guerra arancelaria podría provocar perjuicios en varios e importantes sectores productivos españoles, si bien ha indicado que el Gobierno confía «plenamente» en la negociación y el multilateralismo. El Gobierno de España, hombro con hombro con la UE, hará frente a las amenazas comerciales», aseguró, a la vez que abogó por el arbitraje y el diálogo, «más que por las represalias».

En cualquier caso, afirmó que España y Europa «sabrán responder a las medidas proteccionistas y nacionalistas de los gigantes internacionales», porque «Europa también es grande y este sería uno de los momentos para demostrarlo».

Debate comunitario

Por su parte, el ministro de Agricultura, Luis Planas, afirmó  en el transcurso de su presencia en la Feria Ganadera de Zafra (Badajoz) que, aprovechando que el actual  comisario de Agricultura en funciones, Phil  Hogan, será el próximo comisario de Comercio de la UE y, por tanto,  el responsable de  las negociaciones comerciales  con Estados  Unidos, ha solicitado que se aborde esta cuestión del incremento de los aranceles a los productos agroalimentarios en el próximo Consejo de  Ministros de Agricultura de la UE, a celebrar el próximo lunes 14 de octubre.

Además, Planas señaló también que se reunirá este lunes  7  de octubre  con las CC.AA.  y un día después, el martes 8  de octubre, con los representantes del sector agrario y agroalimentario de nuestro país afectados para analizar la situacion creada y abordar esta problemática.

En declaraciones a  Onda Cero, Planas afirmó que se está trabajando para que estos aranceles adicionales se limiten o se eliminen. «Carece de sentido que el conflicto sobre la financiación de la construcción de aviones acabe derivando en una guerra agroalimentaria, que no es buena para los ciudadanos, especialmente los europeos, y tampoco para los norteamericanos, pero sobre todo es injusta para nuestros productores afectados de aceite de oliva, aceitunas, vinos, carne de porcino o cítricos», añadió.

Planas recalcó que hay que mantenerse muy firme en este asunto ante la Comisión Europea (que es la que ostenta las responsabilidades sobre el  comercio exterior  del conjunto de la  UE) para que ésta, a su vez, lo sea ante Estados Unidos, pues es un problema que afecta a todos los países europeos. Al respecto, añadió Planas, que «hay que decir claramente a Estados Unidos que no se quiere entrar en una guerra comercial, pero que, si aún así,  este país la inicia, la tenndremos que contestar y defendernos con nuestras armas».

Según declaraciones de Planas  a la Cadena SER,  «en el pasado hubo arbitrajes favorables a  la UE, que se dejaron en el  cajón y no se aplicaron sanciones.» En todo caso, señaló que «aún veo  margen para negociar y una fecha clave será el lunes 14 de octubre, cuando la Comisión Europea se  reunirá con la Administración norteamericana antes  de que la imposción de aranceles sea definitiva el  18 de octubre. Y  si la reunión no llegase a buen puerto,  será necesario que la UE y los Estados miembros afectados articulen una respuesta muy firme para defender sus intereses.»

La subida de los aranceles anunciada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a las importaciones de vino, aceite, aceitunas y quesos de la UE podría impactar sobre  las exportaciones españolas por importe de unos  970 millones de euros, según COAG.

Estados Unidos es el principal destino comercial para España fuera de la UE en productos agroalimentarios, con un volumen de exportaciones de 2.032 M€ (principalmente, aceite de oliva, vino y mosto, conservas de aceitunas y quesos) y también uno de los principales orígenes de nuestras importaciones, con unos 1.998,38 millones (principalmente frutos secos, como nueces y almendras, habas de soja y bebidas espirituosas.

Planas recordó, al  igual que hizo también la Comisión  Europea, que los productores y,  sobre todo, los consumidores estadounidenses, también pueden verse afectados, al tratarse de «una guerra en la que perdemos todos», recalcando que, en cualquier caso, la posición de Europa debe ser firme, ya que es la única que «puede llevar a algún puerto».

Posteriormente, tras el Consejo de Ministros de  este  viernes 4  de octubre, el ministro aseguró que «hay margen para la negociación y existe la posibilidad de que esta lista se anule parcial o totalmente.»

No obstante,  el  ministro de Agricultura anunció que el Gobierno estudiará qué medidas de apoyo se pueden adoptar para compensar a los afectados  por la subida de aranceles planteada por  EE.UU., en caso de que fracasen las negociaciones entre la CE y la Administración Trump.

Planas recordó que Europa espera también una resolución arbitral positiva para sus intereses de la OMC por unos subsidios similares por  parte de Estados Unidos a la aeronáutica Boeing. «Posiblemente tengamos esta resolución en no más  de  8 o 10 meses y,  de acuerdo a la tradición de la CE y EE.UU., lo normal  sería entrar en un proceso negociador para compensar unas sanciones con otras, una vez hayan  sido autorizadas por  autoridades arbitrales que dirimen  este conflicto.»

También señaló que,  en caso de que fracasen las  negociaciones de la UE con EE.UU. , la Unión tiene en el cajón la opción de aplicar  represalias comerciales, que hasta ahora no habían sido actividades por enfrentamientos anteriores con Estados Unidos,  en los que la OMC dictaminó a su favor, añadió Planas.

Afección por 1.000 M€ anuales

La decisión de Estados Unidos de imponer aranceles a la UE afectará a las exportaciones españolas al país norteamericano por valor de unos 1.000 millones de euros, según se atrevió a cuentificar este jueves 3 de septiembre la secretaria de Estado de Comercio en funciones, Xiana Méndez.

En declaraciones a los medios, la secretaria de Estado precisó que los aranceles adicionales, que empezarán a aplicarse el próximo 18 de octubre afectarían especialmente a la exportación de productos agroalimentarios y en particular a Andalucía, al incluir el aceite de oliva y las aceitunas.

Méndez señaló también que los aranceles anunciados se aplicarán sobre exportaciones de productos aeronáuticos, que en el caso español han sido reducidas en los últimos años, y de productos agroalimentarios que, en cambio, han crecido en los dos últimos años a tasas del 14%, al tratarse de bienes «muy valorados por el consumidor estadounidense».

La secretaria de Estado consideró del todo «desafortunada» esta decisión, especialmente porque espera que en unos meses la OMC se pronuncie de forma similar sobre las ayudas estadounidenses a Boeing, por lo que ambas resoluciones quedarían neutralizadas. «Siempre hemos pensado que la mejor solución y vía de actuación era sentarnos a negociar y acordar con Estados Unidos la mejor manera de poner las bases de un nuevo régimen de ayudas a la industria aeronáutica», recalcó Méndez, quien añadió que, de hecho, la UE «no va a escatimar esfuerzos» para negociar en el tiempo que queda hasta que comiencen a aplicarse los aranceles para buscar un acuerdo, a pesar de que «no hemos visto voluntad por parte de EEUU».

Reunión de la OMC

Por su parte, el Órgano de Solución de Diferencias (OSD) de la OMC celebrará una reunión especial el próximo lunes 14 de octubre para adoptar una decisión de arbitraje sobre los subsidios que percibió Airbus por parte de la Unión Europea y, de ahí debería salir algún tipo de aplazamiento o demora al respecto, que ayude a buscar un acuerdo consensuado entre  ambas partes. Nada, sin embargo, es seguro.

Fuentes del sector no entienden que, estando pendientes las retorsiones comerciales por las ayudas públicas recibidas tanto por Airbus, como por Boeing, la OMC no haya sido capaz de unir ambos expedientes para decidir sobre los mismos a la vez y en un solo acto, y presenten uno (el de Airbus) antes que el otro (Boeing), cuando los importes de sanción avanzados son similares.

Como tampoco que la propia OMC pueda permitir finalmente, en una decisión totalmente injusta e injustificada, a Estados Unidos aplicar aranceles adicionales a una lista de productos que, como los alimentos y bebidas, nada tienen que ver con el contencioso comercial en la aviación civil.

Solución negociada

Desde el Grupo Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas (S&D), la eurodiputada española Inmaculada Rodríguez-Piñero, señaló que  «en un momento en el que la economía global se está ralentizando como consecuencia de la guerra comercial iniciada por Estados Unidos, la noticia de que Washington podrá sancionar a la UE con aranceles por valor de 7.500 millones de dólares acentúa el enfriamiento económico, perjudicando a las empresas y a los ciudadanos”.

Para Rodríguez-Piñero, las sanciones responden así a la decisión de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que penaliza los subsidios que concedieron  gobiernos europeos a Airbus para el desarrollo del A350 y el A380, en perjuicio de la multinacional estadounidense Boeing.

Rodríguez-Piñero señaló que esta decisión abre la puerta a nuevas sanciones, “lo cual no conduce a nada bueno”.

“La UE ha ofrecido a EEUU una solución dialogada para evitar medidas y represalias, una solución que pasa por un nuevo régimen de subsidios para las industrias de aviación, y establecer el cumplimiento de obligaciones por ambas partes”, destacó.

En ese sentido, la eurodiputada demanda al Gobierno estadounidense que busque “una solución conjunta con la Unión Europea para evitar mayores consecuencias negativas.»

Desde la propia compañía aeronáutica  europea se  afirmó en días pasados en que si EE.UU. decide imponer aranceles «se creará una situación de inseguridad, que afectará no solo a la  industria  aeroespacial, sino al conjunto de la  economía  mundial, por lo que se pide una solución negociada.

Por su parte, la eurodiputada Clara Aguilera destacó que la medida aprobada por la OMC es “una factura absolutamente injusta para nuestro sector agroalimentario, que podría acarrear graves pérdidas a productores, además de causar un posible colapso en el mercado europeo”, solicitando a la Comisión la comparecencia urgente de la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström, para abordar esta situación con celeridad y sensibilidad con el sector agroalimentario español.

«Exigiremos a la Comisión europea en su globalidad que se ponga a dialogar y negociar con la misma rapidez e interés que lo hizo cuando defendió otros sectores productivos como el acero,aluminio o automovilístico», enfatizó Aguilera

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