Alemania llega a un principio de acuerdo sobre la aplicación interna de la PAC 2023-2027

Los días 24, 25 y 26 de marzo se celebró la Conferencia Ministerial de Agricultura (AMK, por sus siglas en alemán) entre la ministra federal de Alimentación y Agricultura, Julia Klöckner, y sus homólogos de los Estados federados (Länder).

Alemania llega a un principio de acuerdo sobre la aplicación interna de la PAC 2023-2027

Después del fracaso de las dos reuniones extraordinarias que trataron específicamente la aplicación nacional de la PAC y, tras más de treinta horas de intenso debate, la AMK concluyó finalmente con un principio de acuerdo, según recoge el boletín Noticias del Exterior.

Respecto a los ecoesquemas, el acuerdo propone dotarlos con un 25% de los fondos, contemplando medidas tales como el aumento voluntario de superficies no productivas; el establecimiento de bandas o islas florales o franjas de pradera sin segar; la diversificación de cultivos incluyendo un 10% de leguminosas; el mantenimiento de sistemas agroforestales en superficies de cultivo o pastos permanentes, y el mantenimiento de turberas.

Alemania no aplicará el “capping” o techo de ayudas por beneficiario, ni la degresividad de ayudas, pero sí prevé un pago redistributivo, dotado con un 12% de los fondos, que se establecerá en dos niveles: unos 70 €/ha para las primeras 40 hectáreas y 40 €/ha desde la 41 a las 60 hectáreas.

Se prevé, asimismo, una dotación del 2% para la ayuda a jóvenes agricultores, que recibirán 70€/ha para las 120 primeras hectáreas.

El acuerdo recoge también el establecimiento de una ayuda acoplada al ganado extensivo o de pasto, cuyos importes ascenderán a 30€/oveja y/o cabra y 60€/vaca nodriza, y a la que se destinará un 2% de los fondos.

Los Länder y el Ministerio federal acordaron, además, el mantenimiento del régimen de pequeños agricultores, sin que ello implique excepciones en el cumplimiento de los requisitos de la condicionalidad.

El consenso fue posible también en torno a la supresión del régimen de derechos de pago y a la no aplicación del criterio de “agricultor genuino” en Alemania, así como a la introducción de una fecha de referencia para proteger los pastos permanentes.

Trasvase polémico

En lo que se refiere al trasvase de fondos entre pilares (I Pilar ayudas directas y medidas de mercado y II Pilar, Desarrollo Rural), se propone un porcentaje creciente: del 10% en 2023,

Del 11% en 2024, del 12,5% en 2025 y del 15% en 2026. En este último año se decidirá la cifra aplicable en el año 2027. Existe además un compromiso para que todos los fondos trasvasados al segundo pilar permanezcan en sus respectivos Länder.

Además, las partes alcanzaron un acuerdo sobre la clave de reparto del FEADER para el periodo 2023-2027, que incluye el establecimiento de una “red de seguridad de los Länder del Este” para evitar un exceso de fondos destinados a los antiguos Länder del Oeste.

Por su parte, la Asociación de Agricultores (DBV) manifestó ya su disconformidad con el acuerdo, especialmente en lo que se refiere a los porcentajes de transferencia entre ambos pilares de la PAC, que consideran demasiado elevados, teniendo en cuenta que no existe garantía de que los fondos trasvasados al segundo pilar tengan como beneficiarios a los agricultores y ganaderos.

Las organizaciones ecologistas, por su parte, consideran dichos porcentajes claramente insuficientes para hacer frente a los retos climáticos y medioambientales.

La ministra Klöckner, que ha reservado a su Departamento cierto margen de acción con respecto al acuerdo alcanzado con los Länder, anunció su intención de presentar los tres proyectos de ley que constituirán el marco normativo de la PAC en Alemania al Gabinete Federal este mismo mes de abril, lo que le obligará a alcanzar consensos previos con la ministra federal de Medio Ambiente, Svenja Schulze.

Está previsto que la tramitación parlamentaria de las leyes se desarrolle en paralelo a las últimas negociaciones de los trílogos comunitarios, con el objetivo de poder culminarse en el mes de junio, antes de la disolución de las Cámaras, que precederá a las elecciones generales del mes de septiembre.

 

Francia: movilizaciones y propuestas sobre la aplicación de la PAC que no convencen a los principales sindicatos agrarios

Francia, por su parte, se encuentra en pleno momento de efervescencia de los debates internos franceses para establecer las principales líneas políticas del Plan Estratégico francés de la PAC (PEPAC), que marcará la aplicación de la misma en el próximo periodo 2023-2027.

Con el objetivo de servir de base a estos debates, el Ministerio de Agricultura y Alimentación presentó recientemente a los sindicatos agrarios representativos posibles alternativas de aplicación de las principales cuestiones del primer pilar de la PAC, según el boletín Noticias del Exterior.

Aunque el Ministerio insistió en que estos escenarios no prejuzgan la posición final del Gobierno francés, el revuelo es enorme entre los sindicatos, y ninguno manifestó estar satisfecho con las propuestas.

Los principales sindicatos, FNSEA y Jóvenes Agricultores llamaron a la movilización el pasado 2 de abril a través de sus federaciones departamentales de Île de France, la región parisina que, según ellos, sería la más perjudicada si se aplican las propuestas del Ministerio.

Para esta movilización, se retomó el lema de las manifestaciones que llevaron miles de agricultores franceses (y en toda Europa) a finales de 2019: “¿Francia, quieres todavía a tus agricultores?”

El objetivo de estas protestas es doble según los sindicatos: una primera advertencia al Gobierno de que las propuestas no van por el buen camino y una llamada de atención a los ciudadanos de la importancia del sector agrario.

Para ello, se concentraron 5.000 productores en 120 ciudades de la región frente a prefecturas y alcaldías, con el objetivo de transmitir a los políticos locales su preocupación.

Son varias las cuestiones que inquietan a los sindicatos. En relación con la convergencia interna, el Ministerio propuso dos posibles escenarios para la futura programación: convergencia parcial al 85% o total (100%).

Para el pago redistributivo se propone el “statu quo” (asignando el 10% de los pagos directos a estos pagos) o elevar el porcentaje hasta el 20%.

Fuerte oposición

Mientras que los productores de grandes cultivos, representados en la FNSEA, se manifestaron en contra de una mayor convergencia y de incrementar el “sobre” de pago redistributivo, la Confederación Campesina (19,5% de representatividad) y el Modef (algo menos del 2%) se mostraron a favor de una convergencia al 100% y de asignar un 20% al pago redistributivo.

Las propuestas del Ministerio, en relación a las ayudas acopladas, también crean una gran polémica. Entre las diversas opciones presentadas, se encuentra una posible reducción de las ayudas a la ganadería (de hasta un 16,5%) para elevar las ayudas a cultivos proteicos, con el objetivo de mejorar la autonomía en estos productos, en línea con la Estrategia “Proteína Vegetal”, presentada por el Gobierno francés a finales de 2020.

Otra de las propuestas prevé sustituir las actuales ayudas acopladas al ganado vacuno por una sola ayuda por cabeza, limitada a 100 UGM (Unidad de Ganado Mayor) y a una carga ganadera máxima de 1,4 UGM/ha.

Opciones que han generado un gran malestar en el sector ganadero francés, y particularmente en el vacuno, muy afectado además por la crisis del COVID.

La última cuestión que llevó a las protestas de los sindicatos agrarios mayoritarios tiene que ver con los eco-esquemas. Según ellos, las propuestas excesivamente simplistas del Ministerio podrían suponer una exclusión del 37% de los agricultores de estas medidas y no permitir alcanzar los importes máximos, lo que podría representar una pérdida de hasta 80 €/ha.

A la vista de las propuestas, los productores de cereales consideran que sus ayudas podrían bajar hasta en un 40%, y peguntan al Gobierno francés si lo que está buscando es que, como ya ha pasado en otros sectores, los agricultores franceses dejen de cultivar cereales y los importen de terceros países.

Por su parte, el ministro de Agricultura francés, Julien Denormandie, deberá decidir en las próximas semanas las opciones propuestas y, a la vista, de los actuales debates, la decisión no se presenta nada fácil.

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