Unión de Uniones defiende la estructura de las granjas avícolas familiares profesionales frente a las microgranjas

La Unión de Agricultores y Ganaderos, tras presentar sus observaciones a la propuesta de norma sobre ordenación de las granjas avícolas en la que trabaja el Ministerio de Agricultura, reclama que se recojan las condiciones de bioseguridad y emisiones proporcionadas que permitan la viabilidad de las granjas familiares.

Unión de Uniones defiende la estructura de las granjas avícolas familiares profesionales frente a las microgranjas

Esta organización agraria subraya que la futura norma que regulará tanto la avicultura de puesta,  como la de carne y afectará a las explotaciones existentes,  debe priorizar y estimular el modelo de explotaciones familiares, que son las que contribuyen a fijar población y al Desarrollo Rural, para no empujar a este sector ganadero a ir hacia las macrogranjas.

Dada la amplia implantación del sistema de integración en este sector, Unión solicita que se separen con claridad cuáles son las responsabilidades en el cumplimiento de las normas de bioseguridad y de emisiones de gases de efecto invernadero que corresponden, por un lado, al ganadero integrado y cuáles corresponden, por otro, a la empresa integradora.

Igualmente se demanda  al Ministerio que revise su proyecto de Real Decreto para evitar que incorpore reglas que pongan trabas al desarrollo de avicultura ecológica.

Al respecto, Unión de Uniones apuesta por una estructura del sector avícola basada en granjas económicamente viables de tipo familiar y profesional.

En la actualidad hay más de 19.000 explotaciones avícolas en España, con un aumento de un 32,1 % en los últimos 10 años.  De éstas, unas 5.000 granjas son de producción de pollos de carne y otras 1.260 de gallinas para la producción de huevos.

Por esta razón, esta organización agraria pide que los requisitos sean proporcionados y que se establezca un procedimiento para que los ganaderos puedan conocer perfectamente qué han de cumplir y cómo han de hacerlo.

Asimismo, propone que las obligaciones de reducción de emisiones se cumplan mediante la implantación en la granja de las Medidas Técnicas Disponibles (MTD) más adecuadas para ello, a seleccionar entre un abanico posible de las  mismas.

Ampliación y distancia de las granjas

Además, esta organización solicita que la instalación de nuevas granjas y la ampliación de las existentes, se limite a una superficie máxima de 10.000 m2, con el fin de evitar el desarrollo desmesurado de las llamadas macrogranjas, «que amenazan al modelo familiar y que no son buenas para el sector, ni para la imagen que se proyecta como productores a la sociedad», añade Unión de Uniones.

Por otro lado, frente a la propuesta del Ministerio de fijar un mínimo de 500 metros de separación respecto de cualquier instalación, que pueda representar un riesgo higiénico-sanitario, defiende que las distancias entre las diferentes granjas sean las adecuadas a los riesgos de bioseguridad.

“Mantener nuestros animales protegidos frente a posibles contagios de enfermedades es vital para nosotros”, aclaran desde la Unión, “y por eso consideramos importante mantener una distancia de aislamiento adecuada a los riesgos, que no son iguales en todos los casos”.

Por último, esta organización agraria ve positivo que se haya incluido en el actual borrador de Real Decreto la posibilidad de ampliar las explotaciones existentes si no se reducen las distancias entre ellas, como había propuesto con anterioridad, algo que, sin duda, favorecerá el relevo generacional en el sector y a luchar contra la España vaciada.

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