Los ingenieros agrónomos celebran 75 años de su Colegio y 170 de la creación de la carrera
Por: Jaime Lamo de Espinosa, director de Vida Rural
Querido lector:
Este año 2025 estamos celebrando el 75 Aniversario de la creación de los Colegios Oficiales de Ingenieros Agrónomos y de su Consejo superior, bajo el lema “Ingeniería Agronómica: La raíz del Progreso”. Y al tiempo cumplimos 170 años de la creación de la carrera por Isabel II en Aranjuez en 1855. Nació nuestra carrera del impulso generado por Jovellanos y Sandalio de Arias en el siglo XIX desde la Real Sociedad Económica Matritense de Amigos del País.
Y es por ello que el pasado 29 de mayo conmemoramos ese 75 Aniversario con un acto, en el lucernario del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), presidido por el ministro de Agricultura Luis Planas, en honor y conmemoración del Colegio de Ingenieros Agrónomos.
Hubo intervenciones por parte del ministro de Agricultura, del presidente del Consejo General de Ingenieros Agrónomos, Baldomero Segura, y yo mismo. Todos destacamos el papel fundamental de los ingenieros agrónomos en la vida económica de nuestro país y del exterior.
Baldomero Segura nos hizo ver que nuestros cometidos son esenciales y muy variados: garantizar la alimentación, transformar y dar valor a la producción, responder al desafío medioambiental y territorial, adaptarse a los nuevos hábitos y a la evolución demográfica, rediseñar el modelo productivo hacia la economía circular y la eficiencia, apostar por la digitalización y las tecnologías de la información y la comunicación y explotar la ingeniería de biosistemas.
Unos y otros destacamos cómo desde que hace 170 años se creara nuestra carrera por la Reina Isabel II nuestra misión ha sido, en su quintaesencia, combatir las hambrunas, luchar contra el hambre tanto en España como en el exterior.
Pero nuestra carrera ha ido cambiando a lo largo de este siglo y medio, han cambiado las enseñanzas, los programas, las materias objeto de estudio y ha cambiado la sociedad. En los años 40 del siglo pasado España vivió una hambruna intensa que se venció. Antes, mucho antes, cuando el famoso motín de Esquilache, en 1766, hubo manifestaciones en Madrid y en toda España por el hambre que entonces se sufría, pero todavía nuestra carrera era inexistente, aunque ya se veía que muy necesaria. Por eso nuestro objetivo ha sido siempre combatir esa hambre. Y si al principio no existía la colegiación, a partir de 1950 se constituyó el Colegio de Ingenieros Agrónomos cuyos estatutos se aprobaron unos años más tarde.
Hoy, en un mundo de 8.000 millones de habitantes, hay más de 800 millones que sufren hambre permanentemente y 9 millones de personas mueren cada año por causas relacionadas con el hambre. Pero caminamos hacia los 10.000 millones y por tanto los ingenieros agrónomos tenemos que hacer los máximos esfuerzos para que esas cifras no se cumplan, para que disminuya el número de personas que sufren o
mueren de hambre cada año. Nosotros tenemos hoy una agricultura muy potente que es la 2ª de la Unión Europea, la 8ª mundial y la 1ª en has regadas, con unas cifras de exportación que van a satisfacer el hambre en distintos lugares del mundo y que deben seguir creciendo. Tenemos una balanza comercial agroalimentaria altamente positiva que supera ya la de los sectores de bienes de equipo o automóvil. Y debemos además adaptar nuestras producciones a las tendencias del consumo interior que son cada vez menos pecuarias y más vegetales.
Sí, los ingenieros agrónomos hemos sido capaces de cambiar la geografía productiva agraria de España, de insertarnos con éxito en la Unión Europea y de exportar hoy a China, Japón, etc… nuestros productos, y debemos trabajar aún más en esa dirección.
El lema de nuestras Escuelas es “Sine Agricultura Nihil”, y así es. Sin ellas, habría hambre. Nuestra agricultura debe hacerse cada vez más eficiente. Para ello habrá que seguir aumentando el riego como hemos hecho en décadas pasadas multiplicando en el último medio siglo por dos las superficies regadas hasta disponer de unos 4 millones de hectáreas. Debemos ser capaces de llevar las aguas desde territorios con orografía o climas adversos a aquellos lugares donde la situación es la inversa y ello mediante las interconexiones de cuencas que sean necesarias. He repetido muchas veces que la agricultura española será de riego o no será. Y a la agricultura mundial le ocurre lo mismo. La necesidad de tierras regables solo puede cubrirse mediante innumerables grandes presas y canales proyectadas por ingenieros de caminos que se están construyendo en muchos países del mundo (China, India, Egipto, Nigeria, Arabia Saudí, Israel, etc), para regar sus campos y acabar con sus poblaciones hambrientas y para obtener energía.
La misión de un ingeniero agrónomo, nuestra misión, es trabajar para acabar con el hambre. Aprovechemos este 75 Aniversario del Colegio de Ingenieros Agrónomos y este 170 Aniversario de nuestra carrera, para recordar nuestra función, enorgullecernos de nuestro trabajo, seguir en esa dirección y conseguir un mundo más justo y más equilibrado.
Confiando en que todo ello ocurra, recibe un cordial saludo.