A propósito del vino español y su éxito, Requena y la DO Cava. Por Jaime Lamo de Espinosa

A propósito del vino español y su éxito, Requena y la DO Cava. Por Jaime Lamo de Espinosa

España es tercer productor y primer exportador de vino en volumen con miles de hectáreas en riego de alta eficiencia.

Por Jaime Lamo de Espinosa, director de Vida Rural.

Querido lector:

Hoy, creo, que debemos hablar del vino y sus mercados. En días pasados se ha ce­lebrado, como siempre con enorme éxi­to, la Barcelona Wine Week (BWW) 2023, que ha sido nuevamente la gran plataforma de pro­­moción nacional e internacional del vino español de calidad, con más de 800 bo­degas y 70 Denominaciones de Origen que presentaron lo me­jor de su oferta al mercado. Y debemos apo­yar este en­cuen­tro sin dejarnos in­fluenciar por ese malhadado aviso del Na­tu­re Climate Chan­ge que nos anuncia que en los próximos cincuenta años habrá una caída potencial del vino de alrededor de un 80%, pues muchas zo­nas serán demasiado calientes para producirlo. Parece que úl­timamente todo lo que llega del cambio climático es negativo para el futuro agrario. Habrá que estudiarlo…

España es el tercer productor del mun­do de vino en volumen, no en valor. El sector representó el 2% de la PFA en 2022, pero el 4% de la Producción Vegetal, ha­biendo crecido su precio en el último año un 14,2% pero reducido su volumen en un 16,4%. En estos momentos nuestro país es el primer exportador del mundo en vo­lu­men, habiendo alcanzado además 3.000 M€ el valor de lo exportado el pasado año. En cambio, el consumo interno se redujo como consecuencia de la fuerte inflación que padecemos (un -7,2% en términos de volumen en el interanual a noviembre de 2022) hasta los 9,64 millones de hectolitros, según los últimos datos del Infovi (Sistema de Información Vitivinícola, habilitado por el Ministerio de Agricultura, Pes­ca y Ali­men­ta­ción).

El viñedo es además un cultivo en el que ha crecido su superficie regada. Y es, junto con el olivar, el cultivo donde mayoritariamente se han ido implantando sistemas de riego localizado. Las 372.413 hectáreas de superficie de viñedo con riego localizado suponen el 96,6% de la superficie total de viñedo de regadío. En la última década la superficie de viña regada pasó de 333.000 a casi 400.000 hectáreas. En tiempos de Joaquín Costa las ex­portaciones de vino eran el 40% de nuestra exportación agraria y él soñaba con una España regada que fuera “la bodega de Europa” con 4 millones de hectáreas… ese era su sueño… imposible…

Hay otro factor importante al hablar del vino y es el mundo del cava. Hoy tenemos en España 38.133 ha de viñedo consagrado al cava, con 6.200 explotaciones y unas 200 bodegas que produjeron 253 mi­llo­nes de botellas y que exportaron un 71% a más de cien países. Esas bodegas se concentran, en su mayor parte, en Ca­ta­luña, y el resto en Almendralejo (Ex­tre­madura), el Ebro (Aragón) y Requena (Va­len­cia).

El expresidente de la Real Academia de la Gastronomía, Rafael Ansón, destacaba hace tiempo que el 15% de los turistas que visitan España lo hacen con la principal motivación de conocer su gastronomía y su vinos. Integrar el vino y con ellos el cava en la gastronomía es pues una necesidad económica que debe aprovecharse. Y en tal sentido escribía “¡No hay cava, hay cavas! ¡Y momentos del cava!”. Sí, hay cavas y la Denominación de Origen es pluricomunitaria o, si se quiere, pluriterritorial.

Una muy reciente sentencia del Tri­bu­nal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha reconocido a los cavas de Requena –único municipio de la Comunidad Va­len­ciana incluido en la DO Cava– la posibilidad de denominarse como Cavas de Re­que­na, mostrando así su origen, dentro eso sí, de la DO Cava que es plural. Es esta una larga historia que conozco bien por ser Hijo Adoptivo de la ciudad de Requena, lo que me enorgullece.

Los cavas en Requena nacen en 1982 cuando un grupo de viticultores advirtieron que sus viñedos tenían aptitudes para elaborar magníficos espumosos por el método tradicional en unos terroirs situados en una altitud media de 700 metros sobre el nivel del mar, y a la variedad Macabeo, es­trella entre las variedades blancas en aquel en­ton­ces, luego se añadiría la Chardonnay, con fuerte arraigo hoy en este municipio. Pero entonces todavía no existía el Con­se­jo Regulador del Cava.

En 1986 accedimos a la CEE (hoy Unión Europea) y Francia se encargó de re­cordarnos que no podíamos llamar cham­pagne a nuestro espumoso patrio por lo que había que crear un nombre, y algunas bodegas con más tradición pensaron que el nombre de cava era ideal; pero también había que crear una región geográfica, como todas las denominaciones de origen, y al hacerlo desengancharon algunos vagones y, entre ellos, en el que estaba subido Requena desde 1982. Requena, como Al­men­dralejo, no fueron incluidas en esa DO entonces.

ero el Tribunal Supremo en Sentencia de 1989 y en posteriores resoluciones de 2001 y 2002, dejó claro que los viñedos y espumosos de Requena tenían el reconocimiento Cava desde 1982, por lo que eran merecedores de pertenecer a la DO Cava con plenitud de derechos y en las mismas condiciones que los demás ela­bo­radores.

Requena fue creciendo así tanto en superficie como en número de bodegas, al punto que hoy compiten más de siete bo­degas elaboradoras de cava: Dominio de la Vega, Hispano Suizas, Pago de Tharsys, Chozas Carrascal, Coviñas, Torre Oria y Unión Vinícola del Este, además de otras tantas elaboradoras de vino base cava, con unas ventas en continuo crecimiento y, lo mejor, con unas uvas de gran calidad producidas en los viñedos cultivados a mayor altitud de toda la región geográfica productora de cava y en condiciones in­me­jorables para producirlo en ecológico, como así está ocurriendo. De aquel Ma­cabeo inicial, ahora están dando unos re­sultados cualitativos espectaculares los cultivos de Chardonnay, Pinot Noir… y más del 50% ya en ecológico y creciendo.

Y el Cava de Requena recibe hoy la admiración de expertos sumilleres nacionales e internaciones, hasta el punto que fue un cava de Requena el que mereció 97 puntos de la prestigiosa revista Decanter, alcanzando, de entre los cavas que se presentaron, la mayor puntuación en tan prestigioso concurso.

Desde 2022, Requena está presente además en el Consejo Regulador de la De­nominación de Origen Cava, representada por el jurista Fernando Medina, CEO de Dominio de la Vega. Es la primera vez en cuarenta años que alguien ajeno al Pe­nedés se sienta en su Consejo Re­gulador.

No obstante, la polémica sigue a pesar de todo. La DO Cava aprobó, hace poco, con el beneplácito del Ministerio, un Pliego de Condiciones que debían cumplir todos los operadores del sector, con medidas acertadas dirigidas a aumentar la calidad. Pero extrañamente volvieron a olvidarse de Requena con la excusa de la coincidencia parcial del nombre de esa subzona con la de la DO Utiel-Requena, y su posible confusión en el consumidor. Un olvido grave porque como dice el presidente de la Denominación de Origen: “una de las cosas que valora el consumidor es el origen”. Y el origen re­que­nense es algo exigido hoy por el mercado.

Puede el lector imaginar la tristeza que producía ver cómo todas las bodegas de Cataluña, de cualquier zona productora de cava, se identificaban con paneles enormes en la anterior feria de 2022 de la Barcelona Wine Week, con el nombre de la subzona “Comtats de Barcelona”, mientras que los productores de Requena debían ser “los sin nombre”.

Afortunadamente esa sentencia de primeros de diciembre de 2022 del Tri­bunal Superior de Justicia de Madrid ha declarado que el riesgo de confusión entre el nombre de la Denominación de Origen Utiel-Requena y el de la De­no­mi­na­ción de Origen Cava, «subzona Re­que­na” es in­existente, a la vista de las innumerables pruebas de ello que se presentaron. Y porque se había acreditado con total claridad que existía una absoluta coexistencia pacífica entre el nombre de la De­no­mi­nación de Origen Utiel-Re­quena y el nombre de “Cava de Re­quena” que venía siendo así desde hacía más de cuarenta años. Como ha reconocido el Tri­bunal Superior de Justicia, en ver­dad, el único nombre aceptable en De­recho era el de Requena.

Pero la Denominación de Origen Cava recurrirá la sentencia. Y eso a pesar de que el Ministerio de Agricultura, órgano que tutela la DO Cava, ha manifestado que acata la sentencia por entender que se ajusta a Derecho. Ojalá el tema se re­suelva pronto y de modo favorable a esta vieja ciudad de la castilla valenciana.

Y todo esto tiene que ver también con la frase de Ansón relativa al turismo enológico. Requena, en el límite de la vieja Cas­tilla con la Valencia árabe, es una ciudad monumental, con una gran Alcazaba y un gran castillo cristiano, cuya torre merece ser visitada; con una casa-palacio que ocupó el Cid durante un tiempo –no olvidemos que las bodas de las hijas de El Cid se conciertan en Requena con el Rey Alfonso VI y aquí se firman sus capitulaciones matrimoniales– y que cuenta con tres iglesias espectaculares: Santa María, El Salvador y San Nicolás, las dos primeras góticas de los siglos XVI y XVII. También con una magnífica avenida abierta en los años 40 del siglo pasado, con un arbolado ex­cepcional y unos restaurantes de extraordinaria calidad que muestran la gastronomía requenense, mix de castellana y valenciana, en toda su plenitud. Gas­tro­no­mía a la que se unen los vinos de la tierra, entre ellos sus cavas. Forman parte de su enoturismo.

Lamentablemente se está repitiendo aquella historia de 1986, que espero termine ahora, como entonces, con el pleno re­conocimiento del nombre y apellido de estos cavas. Con su origen. Es lógico, porque nadie quiere ir contra nadie. Estoy seguro.

Un cordial saludo

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