Jack Robinson, un agricultor de North Creake, Norfolk, Reino Unido, ha confiado en la maquinaria agrícola de la marca Kverneland para conseguir reducir el laboreo en el establecimiento del cultivo de la remolacha azucarera. Según afirma, ha obtenido una reducción de costes de cultivo de 47-53 euros por hectárea. Para ello ha utilizado Kultistrip, una máquina para la nueva tendencia de laboreo en bandas.
Kverneland demuestra cómo reducir costes y tiempo con el laboreo en franjas en remolacha azucarera
Después de adquirir un vibrocultivador para preparar los lechos de siembra de remolacha azucarera y antes de la misma, Jack Robinson hizo pruebas con el laboreo en bandas. En la primavera de 2021, tras utilizar una máquina de demostración de seis hileras y en colaboración con el director de la explotación Stuart Law, Robinson adquirió su propio Kultistrip de 12 hileras, para cultivar 210 ha de remolacha azucarera utilizando esta técnica de laboreo en franjas.
«En el primer año, probamos en una sola pasada de máquina con una longitud de 36 m en una parcela, este año hemos probado en un total de 10 ha», ha explicado Jack Robinson.
Kultistrip trabaja sobre los rastrojos y residuos de los cultivos de cobertura y, además, puede preparar un lecho de siembra para la sembradora de precisión Kverneland Monopill de 12 hileras, con la cual se contaba en la explotación. «Con esta adquisición hemos reducido nuestros costes de cultivo a 47 – 53 euros)/ha», ha afirmado Robinson, añadiendo que también hay un importante ahorro de tiempo, ya que con el Kultistrip de 6 m se consigue preparar hasta 40 ha/día en algunos campos.
Según el experto, los suelos más pesados requieren una pasada en otoño para crear «franjas de invierno», con el suelo trabajado en la banda a una profundidad total de 20-25 cm, antes de «refrescarse» en primavera. Una vez que el suelo se ha «refrescado», se entra con la sembradora de precisión.
Robinson ha destacado que el tractor de 300 CV trabaja cómodamente con Kultistrip. «Nuestro objetivo es trabajar a 8-10 km/h; no queremos ir demasiado rápido y «estropear» el suelo. En este sentido, los resultados han sido satisfactorios, funciona muy bien. Kultistrip facilita la preparación del lecho de siembra y perfil del suelo para la remolacha», ha puntualizado.
Otras de las ventajas de utilizar este sistema es que con las franjas de tierra sin trabajar entre las hileras, los campos también soportan mejor el peso y la circulación de la cosechadora. «Movemos menos la tierra y hemos podido reducir en gran medida la aplicación de herbicida», ha afirmado Robinson.
«Trabajar sobre los rastrojos y los residuos de los cultivos de cobertura deja un lecho de siembra desordenado, pero también fija el suelo y no se aprecia erosión eólica (por viento) en los suelos más ligeros, que podrían llegar a decapitar la plántula de remolacha azucarera joven», ha añadido el agricultor inglés.
La conservación de la humedad es otra ventaja. «Estamos penetrando en el suelo en la zona donde se localiza la humedad. Si los suelos están sueltos podemos poner la semilla a mayor profundidad, ya que deja una franja muy friable que es muy fácil de penetrar», ha apuntado.
Robinson ha afirmado que la inversión en maquinaria para remolacha azucarera fue un gran compromiso, por eso ya han considerado otras oportunidades para Kultistrip. «Lo hemos alquilado a una granja local para el maíz, y sería fácil poner una sembradora en el Kultistrip para el establecimiento de la colza. Nuestra confianza ha crecido y estamos contentos de estar estableciendo el cultivo de forma rentable. El hecho de compartirla con otra explotación ha hecho que sea una elección aún mejor», ha destacado añadiendo que no sólo desde el punto de vista económico, sino que es una oportunidad para compartir conocimientos, algo que no se les da muy bien a los agricultores, según ha apuntado Robinson.
