Climed Fruit: la agroforestería en la viticultura

Clara Gérardin1, Cristina Micheloni2, Thierry Dufourcq1
clara.gerardin@vignevin.com,
thierry.dufourcq@vignevin.com
1 Institut Français de la Vigne et du Vin, V’Innopôle – 1920 route de Lisle-sur-Tarn
81310 Peyrole
2 VINIDEA, Piazza 1° Maggio, 20, 29028, Ponte dell’Olio (PC), Italia
La agroforestería engloba todas las prácticas agrícolas que combinan árboles (en setos, hileras, arboledas, etc.) con cultivos o ganado en la misma parcela. Se basa en la complementariedad de las plantas para fomentar un equilibrio natural y funcional en el sistema de explotación mediante la diversificación de las especies, el escalonamiento de los cultivos y la maximización de las interacciones entre los componentes del ecosistema (suelo, plantas, animales y atmósfera).
Según el Centro Mundial Agroforestal (ICRAF), la agroforestería se refiere a la interacción entre la agricultura y los árboles, incluido su uso agrícola: árboles en campos, granjas o dentro de paisajes agrícolas, así como agricultura en bosques y en los márgenes de los bosques. También abarca los sistemas de cultivo basados en árboles, como el cacao, el café, el caucho y el aceite de palma. Estas interacciones se producen a varias escalas (campo, granja y paisaje) y sirven de apoyo a los servicios ecosistémicos. Los árboles y las vides coexisten desde hace mucho tiempo: las primeras referencias a una vid «arbustiva» se remontan a la antigua Grecia, pasaron a los etruscos y se convirtieron en un sistema formal en la época romana. En la actualidad, la vid silvestre Vitis vinifera sylvestris sigue dependiendo de los árboles para crecer. En la región mediterránea quedan algunos ejemplos históricos de uvas cultivadas emparejadas con arces u otros árboles.
1. ¿CUÁL ES LA SITUACIÓN DE LA AGROFORESTERÍA EN RELACIÓN CON LA PAC?
Tras la Segunda Guerra Mundial, la agricultura se intensificó en el marco de la Política Agrícola Común (PAC) de la Comisión Europea, a menudo a coste de los árboles, considerados un obstáculo. Sin embargo, en los últimos 20 años, la agroforestería ha ido ganando reconocimiento político. Los principales hitos incluyen el reconocimiento de las parcelas agroforestales como tierras agrícolas (2006), la flexibilización de las normas de densidad de árboles y de las ayudas a la instalación (2010), los cambios normativos (2015) y las nuevas ayudas de la PAC 2023-2027 (régimen ecológico, MAEC, «prima de setos»). En la actualidad, la agroforestería está plenamente integrada en las políticas públicas gracias a la defensa de grupos como la Federación Agroforestal Europea (EURAF). El «pacto de los setos» de 2023-2027 apoya aún más la plantación y el mantenimiento.
2. ¿POR QUÉ CONSIDERAR LA POSIBILIDAD DE USAR UN SISTEMA AGROFORESTAL PARA LA VITICULTURA?
Las interacciones significativas entre árboles y vides afectan a las condiciones climáticas y edafológicas de la parcela, así como a parámetros agronómicos (biodiversidad y control de plagas y enfermedades). Los árboles y setos de la parcela ayudan a definir su microclima (alteración de los flujos de aire y energía), aumentan la biodiversidad, mejoran la estructura del suelo y «amortiguan» las emisiones de CO2 de la parcela.
3. ¿CUÁL ES LA INFLUENCIA EN EL MICROCLIMA DE LA PARCELA?
Producir uvas de alta calidad requiere controlar el microclima de los viñedos, lo que influye en la radiación disponible (solar e infrarroja) y en la energía difusa. Los flujos radiativos y turbulentos regulan la temperatura y la humedad del aire en función de cómo se disipa la energía: dividida entre un flujo de calor sensible (calentamiento del aire), un flujo de calor latente (a través de la evapotranspiración) y un flujo de conducción aire/suelo (calentamiento/enfriamiento del suelo).
En la investigación en Francia en el marco del proyecto VITIFOREST y la tesis de Juliette Grimaldi se descubrieron los siguientes puntos:
- Captura de luz: las hileras de vid situadas al norte de los árboles reciben menos luz, lo que reduce la fotosíntesis, pero mitiga los picos de calor y aumenta la duración de la humidificación de las hojas. Las hileras situadas al sur de los árboles reciben más energía y calor, lo que aumenta el rendimiento, pero supone el riesgo de escaldadura de la uva. Los árboles emiten radiación infrarroja que aumenta la temperatura del suelo y reduce el impacto de las heladas de finales de primavera.
- Ciclo del agua: los árboles alteran la presencia local de agua reciclando las aguas profundas y elevando ligeramente la humedad del aire, lo que contribuye a la moderación de los picos de calor al favorecer la apertura estomática y ampliar la evapotranspiración. Los árboles también retienen agua, lo que condensa la humedad del aire en forma de rocío e intercepta las precipitaciones hasta una profundidad de 3 a 5 mm.
- Turbulencias: los árboles aislados dentro de las parcelas aumentan la turbulencia que reduce los picos de temperatura y la duración de la humidificación de las hojas. Sin embargo, los árboles situados en los márgenes de las parcelas, sobre todo en las zonas bajas, pueden ralentizar el flujo de aire frío y aumentar el riesgo de heladas.
4. ¿CÓMO INFLUYE ESTO EN LA ESTRUCTURA DEL SUELO Y EL ALMACENAMIENTO DE CARBONO?
Los árboles mejoran la estructura del suelo al potenciar la actividad microbiana, la materia orgánica y la densidad de las raíces, lo que, a su vez, aumenta la porosidad y reduce la erosión.
En cuanto al carbono, es importante distinguir entre la fijación de carbono (fotosíntesis) y el almacenamiento de carbono (reservas de carbono a largo plazo). La gran biomasa y longevidad de los árboles les permite fijar más carbono que la mayoría de las plantas de los agroecosistemas. Este carbono vuelve al suelo a través de las hojas, la madera y las raíces. Los descomponedores del suelo lo convierten en materia orgánica (MO) que mejora la fertilidad y fija el CO2 en el suelo.
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[FV] Didactical sheet_Agroforestry in viticulture_ES
