Climed Fruit: conservación del suelo y almacenamiento de carbono

Climed Fruit: conservación del suelo y almacenamiento de carbono

La región mediterránea es muy vulnerable al cambio climático y una de las muchas consecuencias es la degradación del suelo. La gestión del suelo y el almacenamiento de carbono se convierten, por tanto, en estrategias fundamentales para mitigar los efectos del cambio climático.

Esta revisión interpreta la conservación del suelo en su sentido más amplio para incluir tanto el control de la erosión y la fertilidad, que comprende el mantenimiento de la materia orgánica, las propiedades físicas y los nutrientes del suelo, así como evitar las toxicidades. La calidad del suelo se considera una forma de avanzar hacia una agricultura más sostenible. Un suelo de gran calidad reduce, entre otros, el riesgo de inundaciones en caso de lluvias torrenciales y reabastece las aguas subterráneas.

Como se afirma en la misión «Un pacto sobre el suelo para Europa», puesta en marcha por la Comisión Europea en 2021, unos suelos saludables son la base de nuestra alimentación y proporcionan servicios ecosistémicos vitales. La gestión del suelo reviste una importancia especial en la mitigación del cambio climático, ya que permite optimizar el almacenamiento de carbono, lo que también se conoce como «agricultura del carbono». Para cumplir el objetivo del Acuerdo de París sobre el clima, es necesario actuar de inmediato para reducir el dióxido de carbono atmosférico1. Se calcula que la agricultura contribuye en un 30 % a las emisiones antropogénicas totales. Un enfoque viable para intentar compensar estas emisiones consiste en aumentar el contenido de carbono del suelo mediante prácticas que fomenten la absorción de carbono del suelo.

La iniciativa «4 por 1000», respaldada por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP21) celebrada en París en diciembre de 2015, parte de la base de que el carbono debería absorberse de la atmósfera en los suelos del mundo a un ritmo del 0,4 % para desempeñar un papel en la mitigación climática. El objetivo de esta iniciativa es mejorar el contenido de materia orgánica del suelo y promover la absorción de carbono del suelo mediante la adopción de prácticas agrícolas adaptadas a las situaciones locales y la aplicación de los principios de la agroecología, la agroforestería, la agricultura de conservación, la agricultura climáticamente inteligente y la gestión del paisaje.

Los siguientes capítulos presentan algunas de las prácticas agrícolas del proyecto CLIMED- FRUIT que contribuyen a optimizar el almacenamiento de carbono en los suelos en la producción de cultivos perennes.

PRÁCTICAS DE FERTILIZACIÓN PARA MEJORAR LA CALIDAD DEL SUELO Y EL ALMACENAMIENTO DE CARBONO

1.1 Enmiendas ecológicas: algunas buenas prácticas

El principal objetivo de aplicar una enmienda ecológica a los suelos agrícolas es mejorar el contenido de materia orgánica. La adición de materia orgánica persigue varios objetivos, entre ellos mantener o mejorar las reservas de carbono y las propiedades del suelo y satisfacer parcialmente las necesidades de nutrientes de los cultivos. El efecto de la aplicación de enmiendas ecológicas depende principalmente de las condiciones medioambientales que regulan la actividad microbiana y de las prácticas agrícolas y de gestión, por ejemplo, tipo de enmienda, dosis, frecuencia y forma de aplicación, etc.

1.1.1 Prácticas basadas en el uso de compost

Como enmienda de liberación lenta, el compost puede contribuir a la resiliencia de los ecosistemas mejorando la salud del suelo, la dinámica del carbono y la productividad de la biomasa, así como aumentando la tolerancia a la sequía. El compost se obtiene mediante un proceso aeróbico de degradación de la biomasa por microorganismos. El compostaje se realiza en tres fases: la preparación de la mezcla de materias orgánicas, la fermentación, y la maduración y curado.

Agrocompostaje: una forma de mejorar la calidad del suelo y la economía local
El proyecto Agrocompost ha llevado a cabo investigaciones y experimentos sobre agrocompostaje en la región de Valencia. Además, ha facilitado la formación y la realización de experiencias de colaboración insitu con las principales partes interesadas, incluidos agricultores, cooperativas y administraciones rurales. Estas actividades han contribuido al avance de la economía circular y a la consecución de materia orgánica de calidad en las zonas rurales de la región. A lo largo de cinco años, el proyecto se ha llevado a cabo en 195 centros piloto y ha permitido desarrollar más de 420 procesos de compostaje a partir de distintas materias primas, con un resultado de 15 400 toneladas de biomasa compostada. En términos de mitigación del cambio climático, esto representa más de 2500 toneladas de carbono absorbido en los suelos de viñedos y huertos de cítricos y olivares.

Compost en la explotación

El reciclaje de desechos y residuos orgánicos mediante el compostaje en las explotaciones es una forma sostenible de producir abonos para uso agrícola. En este contexto, el grupo operativo Oltrebio pretendía minimizar los aportes agrícolas, recuperar los residuos de la explotación y transferir conocimientos sobre el proceso de compostaje a otros agricultores. La primera fase del proceso consistió en preparar las pilas tras triturar y mezclar las materias primas (figura 1), es decir, los residuos de cosecha mezclados con hierba cortada. A continuación, se cubrió la pila con una sábana y se garantizó la oxigenación mediante el sistema de aireación, que se activó a intervalos regulares (10 minutos cada 2 horas durante las dos primeras semanas). La temperatura se medía de forma continua con dos sondas conectadas a un registrador de datos, mientras que la humedad se controlaba semanalmente (40-70%). Para permitir la homogeneización y fermentación de los materiales, la pila se volteó semanalmente dos veces durante las dos primeras semanas y una vez más antes de finalizar el proceso.

La tabla 1 muestra las principales características del compost obtenido. Los parámetros se ajustan a la legislación italiana y ponen de manifiesto un buen grado de madurez y calidad del compost. El compost maduro se aplicó durante tres años como abono en viñedos ecológicos de uva de mesa (variedades Sofia y Crimson Seedless) en dosis de 2,1 toneladas/ha. Estas aplicaciones permitieron que la explotación mantuviera la calidad de las uvas de mesa y se redujeran los aportes y el combustible empleados por la explotación en un 70 % y un 10 %, respectivamente.

Té de compost en la explotación
Para mejorar el rendimiento de la producción ecológica, el grupo operativo Oltrebio probó el efecto del té de compost (TC) en un huerto de cerezos (variedad Lapins) y dos viñedos (variedades Sofia Seedless y Crimson Seedless). El té de compost se obtuvo mediante la extracción acuosa del compost en la explotación, que se colocó en una bolsa coladora de malla fina, se sumergió en un bioextractor casero y se incubó durante cinco días (figura 2). La extracción se realizó con una proporción de 1:5 v/v (20 %) y la oxigenación se obtuvo activando una bomba durante 15minutos cada 3horas. La tabla2 muestra las principales características de los tés de compost obtenidos. Los valores de pH se encuentran en torno al neutro, mientras que la conductividad eléctrica (CE) era superior a 1,5 ms/cm2, lo que sugería una mayor dilución (1:15 v/v).

El té de compost se aplicó en un huerto ecológico de cerezos como tratamiento de suelo (3 l/árbol) y tratamiento foliar (250 ml/árbol) en las fases de brotación rosada, poscuajado y envero. En los viñedos ecológicos de uva de mesa, solo se aplicó al suelo en la dosis de 1,5 l/vid a una longitud de sarmiento aproximada de 15 cm y en las fases de poscuajado y envero.

La aplicación foliar de té de compost favoreció la actividad fotosintética del cultivo, actuando como bioestimulante más que como enmienda del suelo. Por otra parte, la aplicación de compost y té de compost aumentó de forma significativa el contenido de azúcar de la fruta en uvas de mesa de la variedad Sophia Seedless (17,40 °Bx), y cerezas de la variedad Lapins (22,81 Bx), en comparación con el control (15,67 y 20,63 °Bx, respectivamente), y contribuyó a mejorar la condición hídrica de las plantas en comparación con el control en condiciones de estrés hídrico severo (< –1,5 MPa). El mismo efecto de la aplicación foliar del té de compost se observó en vides de Egipto, con una mejora en el contenido de azúcar de la fruta y de antocianinas.

Puede leer este trabajo completo aquí:

Conservación del suelo y almacenamiento de carbono

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