El CGC cree que el acuerdo UE-Mercosur impactará en los precios y en la viabilidad de la industria del zumo
El Comité de Gestión de Cítricos (CGC), la patronal nacional que aglutina los exportadores privados, cree que el acuerdo entre la Unión Europea y Mercosur «impactará en los precios citrícolas y en la viabilidad de la industria del zumo».
En un comunicado, el CGC lamenta que, desde el primer de acuerdo de 2019, no se haya considerado el efecto que tendrán las exportaciones de las tres grandes multinacionales brasileñas del zumo sobre el sector transformador español ni la «grave amenaza a la sanidad vegetal» que suponen los cítricos de Argentina o Brasil.
«Desde 2019, se mantiene la propuesta que fija un plazo de 7 años para eliminar progresivamente los aranceles del zumo directo, el más estratégico para la industria española y hoy se sitúa en el 12,2% y de 10 años para el concentrado, ahora en el 15%. Y para las importaciones en fresco, se eliminarán tales tasas -del 12,8 %- en el plazo de una década desde su entrada en vigor».
«Mercosur impactará directamente sobre la industria del zumo español pero el efecto sobre sector en fresco se dará acto seguido porque las, entre 650.000 y 850.000 toneladas que cada año se retiran por desequilibrios entre oferta y demanda no tendrán un destino claro y los precios del fresco se resentirán”, según la presidenta del CGC, Inmaculada Sanfeliu.
La UE, que acapara el 52% de sus exportaciones de zumo, es el primer destino para la potente industria brasileña, «controlada por una oligarquía bien conocida: las multinacionales Citrosuco, Cutrale y Louis Dreyfus».
España no puede competir en precio con el zumo de Brasil
«Nuestro mercado natural y más próximo sería el escenario de una competencia desigual entre dos citriculturas antagónicas: la brasileña, volcada en los jugos y la española y europea dedicada al fresco, con costes y exigencias que nada tienen que ver. España ya no puede, y sin los aranceles menos aún, competir en precio con el zumo de Brasil«, sentencia Sanfeliu.
El CGC lamenta, además, «la falta de transparencia con la que la CE ha llevado todo el proceso y las urgencias de esta última fase».
«Los costes del modelo brasileño son inalcanzables para la citricultura española: grandes explotaciones en manos de unos pocos, con un sistema de producción mucho menos exigente que el fresco y más intensivo en el uso de fitosanitarios. Plaguicidas, muchos de ellos aquí retirados, cuyo uso se ha multiplicado por los efectos devastadores de la enfermedad del greening (HLB)».
«Las tres grandes corporaciones brasileñas citadas controlan las principales tierras y tienen en propiedad flotas con grandes buques para trasladar sus jugos a Europa. Situar su producto en los puertos de Rotterdam (Holanda) o Gante (Bélgica) les cuesta casi lo mismo que a las procesadoras españolas transportar su zumo de Andalucía, Murcia o Valencia a Francia en camión cisterna», según las mismas fuentes.