El algarrobo y la granada ayudan a prevenir la antracnosis en el olivar

Un estudio revela que extractos naturales obtenidos a partir de residuos de la hoja de algarrobo y la cáscara de granada podrían reducir la incidencia de la antracnosis, una de las enfermedades aéreas más importantes del olivar.
Esto implica, según un comunicado de la Universidad de Córdoba que participa en el proyecto, un avance en la búsqueda de estrategias de control sostenibles que disminuyan el uso de fungicidas
La antracnosis , conocida como ‘aceituna jabonosa’ por el aspecto que confiere al fruto, está causada por distintas especies fúngicas del género Colletotrichum, que provocan altas pérdidas de rendimiento y calidad del aceite especialmente en años epidémicos.
La investigación ha concluido que los extractos vegetales obtenidos de hojas de algarrobo y cáscaras de granada se revelan como alternativas prometedoras al uso de fungicidas tradicionales contribuyendo a la economía biocircular.
Según los resultados de la investigación, realizada por el Departamento de Agronomía de la Universidad de Córdoba n colaboración con el Instituto Politécnico de Bragança (Portugal), ambos extractos reducen significativamente la producción y germinación de los conidios del hongo, además de impedir la formación de apresorios.
Estas son «dos estructuras clave que el hongo utiliza para dispersarse e iniciar la infección en la planta», según Begoña Antón, primera autora de la investigación.
Además, según destacan las conclusiones del trabajo, la aplicación foliar preventiva de ambos extractos, especialmente el de algarrobo, «activa los mecanismos de defensa de la planta asociados a la respuesta antioxidante, e incrementa la producción de ciertos compuestos fenólicos que contribuyen a reforzar su resistencia natural frente al patógeno».
Para lograr estos resultados, el equipo de investigación ha realizado ensayos in vitro, así como bioensayos tanto en aceitunas separadas como en plantones de olivo en cámaras de ambiente controlado.
De hecho, en este último ensayo, han podido corroborar que el extracto de hoja de algarrobo es capaz de reducir el progreso de la incidencia de la enfermedad en un 35%, «un porcentaje que, aunque más bajo al logrado con un fungicida tradicional a base de cobre, supone un paso importante para seguir trabajando en esta línea hacia la optimización de la eficacia de estos compuestos».
De esta forma, el estudio «abre nuevas perspectivas hacia el desarrollo de estrategias de control sostenibles de la antracnosis mediante bioprotectores que permitan reducir el uso de fungicidas, cuyo empleo está siendo cada vez más restringido por parte de la Unión Europea».