CES: la imagen desvirtuada del medio rural va en contra de los objetivos para su desarrollo

El Consejo Económico y Social (CES) advierte que la imagen desvirtuada que se tiene del medio rural en la agenda pública va en contra de los objetivos que buscan las políticas para su desarrollo, pues “nadie se quiere quedar en un lugar del que parece que todo el mundo se quiere ir”.

CES: la imagen desvirtuada del medio rural va en contra de los objetivos para su desarrollo

En este sentido, lamenta que, antes la opinión pública, el medio rural continúe proyectándose como el lugar de la despoblación, ya que eso dificulta afrontar el reto demográfico para estos territorios, así consta en el informe “Un medio rural vivo y sostenible”, presentado este lunes 27 de septiembre en un acto clausurado por el ministro de Agricultura, Luis Planas.

En concreto, el Consejo insta a configurar el territorio rural como un lugar para vivir, no únicamente para visitar y disfrutar, alertando de que si su imagen sigue asociándose solo a la de los problemas diagnosticados -despoblación, paro, desconexión digital, etc. -, sin ajustarse a la realidad, puede generar una presión para elaborar políticas y actuaciones sin la suficiente reflexión sobre los problemas de fondo.

La jornada fue inaugurada por el presidente del CES, Antón Costas, y contó también con las intervenciones del presidente de la Comisión de Trabajo de Agricultura y Pesca, encargada de la elaboración del Informe, Domiciano Pastor, y de la directora general de Políticas contra la Despoblación del Miterd, Juana López, quien abordó las principales medidas para afrontar el reto demográfico.

Este órgano consultivo del Gobierno en materia socioeconómica y laboral afirma que el medio rural es un lugar donde «vivir bien» y desarrollar actividades empresariales, profesionales y sociales, asentando los proyectos vitales de las personas de una manera real y a largo plazo.

Para ello, destaca la industria agroalimentaria, importante motor de creación de empleo y, en consecuencia, factor fundamental para fijar población.

En este marco, el informe del CES propone aprovechar la oportunidad única que suponen los 7.000 M€ asignados en los fondos europeos (casi el 10% del total) para lograr una recuperación más resiliente e inclusiva tras una pandemia, que ha puesto de relieve el atractivo del medio rural y su valor para la reconstrucción, hasta el punto de que las ayudas comunitarias lo han impulsado como una clave transversal de cara a la recuperación social y económica y a la transición ecológica.

Garante de la alimentación

Este papel está basado en la consideración clásica del medio rural como garante, entre otras, de la preservación del patrimonio ambiental y cultural, así como del buen funcionamiento de la cadena alimentaria.

También ahora cuenta con su potencial de acogida de actividades y servicios innovadores para una nueva población que busca entornos más seguros y con mayor calidad ambiental a raíz de la crisis sanitaria.

Según el Informe, junto a la pandemia, el rumbo que el Pacto Verde define para Europa y la nueva Agenda Rural han hecho aún más evidente el potencial del medio rural, lo que señala la conveniencia de dirigir una mirada específica a los retos y necesidades que afronta, y a las oportunidades más visibles en el largo plazo.

Déficit en infraestructuras

Como consecuencia de la pandemia de Covid-19, el informe del CES señala que los residentes en el medio rural sufrieron más problemas de acceso a servicios de proximidad de carácter básico, como el comercio de alimentación, las farmacias, los servicios bancarios o postales, así como en servicios públicos esenciales, entre ellos los educativos y los socio sanitarios, incluyendo la atención a la dependencia, poniéndose con todo ello de relieve los déficits de los poderes públicos para atender estas necesidades vitales.

El Consejo señala que esto evidencia cómo los riesgos que una excesiva digitalización de este tipo de servicios tienen por su propia naturaleza, unido a las deficiencias existentes en su provisión en el medio rural, pueden aumentar las desigualdades preexistentes desde el punto de vista del territorio, tanto en lo que respecta al acceso como a la calidad de la provisión de los mismos.

En particular, pueden incrementar los riesgos de una mayor inequidad y/o exclusión de las personas mayores y de quienes cuentan con menor capital educativo y formativo, asociado además a menor nivel de renta, con el consiguiente deterioro de la cohesión social.

En el ámbito del transporte, el CES apunta que la digitalización abre nuevas posibilidades de gestión más flexible y funcional que podrían utilizarse, con las debidas garantías, para mejorar la movilidad y acceder mejor a servicios sanitarios, culturales, educativos…

El Informe, en suma, trata más en detalle tres grandes tipos de servicios públicos esenciales: sanidad, educación y dependencia. Pero también esboza las políticas más recientes que tratan de mejorar su situación en el medio rural, con el doble objetivo de mejorar la calidad de vida de la población rural y de reforzar su posición como palancas para la revitalización demográfica en el contexto de la reconstrucción social y económica.

Fomento del tejido empresarial y el empleo

El CES además recuerda que resulta esencial que, una vez superada la pandemia, la reconstrucción social y económica no sólo no deje atrás a las zonas rurales, sino que se haga una apuesta decidida por revitalizarlas y aprovechar su potencial y diversidad para construir un modelo económico más justo, más pegado al territorio y más resiliente.

A este respecto el informe incluye una amplia batería de propuestas dirigidas a que los territorios rurales se conviertan en un espacio de oportunidades que atraiga nuevas actividades y genere actividad económica, diversificando y modernizando sus economías, de modo que permita también la consecución un modelo de empleo cualificado y estable.

Aportación de la PAC

En cuanto al ámbito agrario, el Informe valora el avance de la PAC hacia una nueva política agraria, con un enfoque más basado en resultados y más relacionada con las demás políticas estructurales europeas, que obliga a redefinir los objetivos y los instrumentos para su eficaz aplicación. Y añade que la PAC aportará cerca de 48.000 millones de euros a partir de 2023 al campo español.

En paralelo, se trata la acción del resto de los Fondos Estructurales y de Inversión europeos, llamados fondos EIE, y se recoge una reflexión general en torno a las grandes políticas de largo plazo, concretadas en la Agenda Rural y la Visión Rural que ha lanzado la Comisión Europea.

Voluntad política

Por su parte, el ministro de Agricultura, Luis Planas, destacó la “clara voluntad política ” del Gobierno para apostar por el desarrollo económico y social del medio rural, a través de importantes instrumentos para conseguir una revitalización económica y social justa. Entre estas herramientas, citó las 130 medidas del Gobierno frente al reto demográfico, con un nuevo enfoque integral, el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) y las ayudas de la Política Agraria Común (PAC).

Planas señaló también que el Gobierno y las distintas Administraciones trabajan para corregir los desequilibrios, en cuanto a los retos y oportunidades en los diferentes territorios, mediante políticas públicas que favorezcan la cohesión social y territorial, garantizando la igualdad de derechos de todos los habitantes del medio rural.

Además, subrayó la necesidad de “escuchar al mundo rural”, conocer sus problemas y ser capaces de impulsar medidas que superen la brecha real que existe entre lo rural y lo urbano, para que los territorios sean lugares donde las personas quieran vivir.

Entre los mecanismos de apoyo a agricultores y ganaderos, Planas mencionó también las ayudas de la PAC, señalando que «la actividad agraria es el músculo de nuestro medio rural y disponer de 47.724 M€ es una excelente noticia»,  un apoyo necesario para conseguir que las explotaciones ganen en rentabilidad, una mayor protección del medio ambiente y fijar la población en los territorios.

Asimismo, añadió el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) incorpora como objetivo transversal el apoyo al medio rural y a su población a lo largo de la mayoría de sus componentes y medidas, con la vista puesta en garantizar una producción agroalimentaria sostenible, competitiva, rentable y tecnificada.

Este Plan, que cuenta con 1.051 millones de euros destinados a la gestión íntegra del MAPA, apuesta por la inversión en regadíos sostenibles y la modernización de infraestructuras, así como por la digitalización que, según el ministro, es una de las claves del éxito del medio rural.

En este sentido, hizo referencia a la Estrategia de Digitalización del Sector Agroalimentario y del Medio Rural, y sus Planes de Acción. El primer plan de acción (2019-2020) ya está finalizado y ejecutado casi en su totalidad, mientras que el segundo (2021-2023) cuenta con más de 20 actuaciones y un presupuesto superior a los 60 millones de euros.

Asimismo, el ministro aseguró que disponer para 2025 de banda ancha en todo el territorio nacional es una obligación, para que llegue no solo a los núcleos de población sino a las fincas y explotaciones rurales. “Disponemos de los fondos y la voluntad para llevarlo a cabo”, aseguró añadiendo que «debemos generalizar la aplicación de la agricultura de precisión, para lograr una forma distinta de hacer negocio, que incremente el valor de los productos a lo largo de la cadena».

Por otro lado, Planas volvió a reiterar que la futura PAC va a permitir implementar intervenciones para promover la igualdad de derechos y oportunidades de las mujeres y los jóvenes y que el MAPA trabaja ya en la Estrategia para la igualdad de las mujeres rurales y en la Estrategia para el relevo generacional.

También se van a impulsar, concluyó Planas, los mecanismos de formación, capacitación y asesoramiento a los trabajadores del sector agroalimentario, el fomento del emprendimiento de la actividad empresarial en el medio rural y la integración asociativa de agricultores y ganaderos, para mejorar su posicionamiento en la cadena de valor y el aumento del valor añadido de sus producciones. Según subrayó, «si no logramos que la actividad de los jóvenes sea rentable, no conseguiremos el futuro».

Informe CES: «Un medio rural vivo y sostenible»: Inf0221MedioRuralVivo

 

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