La necesaria adaptación del sector cerealista de Castilla y León al cambio climático y a las nuevas tecnologías de precisión

La necesaria adaptación del sector cerealista de Castilla y León al cambio climático y a las nuevas tecnologías de precisión

El cambio climático y las nuevas tecnologías de precisión, con siembra y fertilización variables, van a propiciar un cambio acelerado del modelo de producción de los cereales en secano en menos de una década.

El consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de la Junta de Castilla y León, Jesús Julio Carnero, fue el encargado de inaugurar la VI Jornada del Futuro del Cereal en Castilla y León, comprometiéndose a lo largo de su legislatura a trabajar para que las cooperativas agroalimentarias de la región incrementen un 40% su volumen de negocio.

Expertos de primer nivel aportaron su punto vista sobre aspectos tan destacados para el cultivo de cereal como son la semilla, el abonado, la investigación en sanidad vegetal o la dinámica del mercado internacional de materias primas

La sociedad cooperativa agroalimentaria, Agropal, que cuenta con más de 8.000 socios en las CC.AA. de Castilla y León y Cantabria, junto con la revista «Tierras», organizaron la VI jornada del Futuro del Cereal en Castilla y León, un encuentro que congregó en la localidad palentina de Magaz de Pisuerga a 400 personas, entre agricultores y técnicos del sector.

El evento sirvió para valorar la importancia que tiene el uso de la semilla de calidad a la hora de obtener una cosecha abundante y rentable, destacando los muchos avances que se están consiguiendo en la selección de nuevas variedades, que ayuden a enfrentarse al endurecimiento de las condiciones de producción que plantea el cambio climático.

Según apuntaron varios intervinientes, el sector cerealista necesita cambiar los ciclos de siembra y recolección con variedades más precoces, necesita ser más eficiente y sostenible con variedades que aprovechen mejor los fertilizantes y los recursos del suelo, y necesita reducir la aportación de agroquímicos con variedades que sean más productivas y resistentes.

La semilla certificada

El primer bloque analizó la semilla como factor clave en la productividad del cultivo de cereales. El responsable del Departamento de Cultivos de Agropal, Carlos Colmenares, precisó que actualmente el uso de semilla certificada se sitúa en el 20% y en el 35% en Castilla y León y España, respectivamente. Una cifra que “debe seguir creciendo” en los próximos años y llegar a los porcentajes cercanos al 40% que se registran en países como Francia y Alemania, añadió.

Además, Colmenares insistió una vez más en la escasa diferencia de coste de la semilla certificada frente a la de reempleo, un coste que se “compensa” por la mayor producción y calidad de cosecha que se obtiene.

Por su parte, el secretario de UPA Joven en Castilla y León, Ventura González, defendió la utilización de semilla certificada para hacer frente a problemas, como la merma de productividad de los suelos en la región, la presión de plagas y enfermedades o el cambio climático.

La fertilización, investigación, sanidad

Seguidamente se analizaron los nuevos escenarios de la fertilización del cereal y se determinó que una de las claves para una correcta fertilización es elegir el fertilizante más adecuado a las necesidades de cada agricultor para alinear su decisión con los objetivos de sostenibilidad. Además de contar con un adecuado asesoramiento técnico.

En lo que respecta a la investigación y la sanidad vegetal del cultivo, se señaló en esta Jornada que hay que desarrollar nuevas soluciones para el sector agrícola en materia de nutrición y control sanitario de las plantas ante la transformación de la sociedad, el marco regulatorio, el clima y la tecnificación de la propia agricultura.

Retos y oportunidades

La jornada fue escenario también para conocer los principales retos y oportunidades de las cooperativas en España, destacándose la posibilidad de que las cooperativas españolas emulen a sus homólogas europeas y adquieran peso en la cadena de valor del cereal, mediante la adquisición o participación en empresas harineras, fábricas de piensos o incluso en la investigación asociada a las semillas.

El acto concluyó con la visita al Centro de Alto Rendimiento de Selección de Semilla Certificada de Agropal. Situado en Magaz de Pisuerga (Palencia) cuenta con la última tecnología europea en equipos, incluida la más innovadora selección óptica.

Con una cifra de negocio de 248 millones de euros en 2018, un 2% más que en el ejercicio anterior, la cooperativa Agropal cuenta con una plantilla de 402 trabajadores y más de 8.000 socios, y es uno de los grandes grupos alimentarios de Castilla y León, con presencia en diferentes actividades, como cereales, alfalfa, vezas quesos, legumbres, como lenteja, alubia y garbanzo, y carne con marca de garantía Carne de Cervera.

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