La industria alimentaria rechaza al anuncio de Consumo de limitar la publicidad dirigida al público infantil

En relación con el anuncio del Ministerio de Consumo sobre limitación de publicidad de productos alimentarios dirigida al público infantil, la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) y otras asociaciones de la cadena alimentaria muestran su sorpresa e indignación por la información hecha pública hoy, cuando se lleva más de un año trabajando con dicho Ministerio para actualizar el Código PAOS.

La industria alimentaria rechaza al anuncio de Consumo de limitar la publicidad dirigida al público infantil

En los últimos meses, y dentro de las conversaciones para actualizar el Código, la industria de alimentación y bebidas ha ofrecido reducir de manera voluntaria más de un 75% de la publicidad dirigida al público infantil.

Precisamente, en la Comisión de Seguimiento del Código PAOS celebrada ayer miércoles, 27 de octubre, el representante del Ministerio aseguró que no había ninguna decisión tomada en relación con el perfil nutricional sobre el que se basarán las limitaciones publicitarias anunciadas hoy y que la decisión final sería fruto de un debate en el que se buscaría el consenso entre todas las partes implicadas.

“Tanto en el contenido de la propuesta del Ministerio de Consumo, como en la forma y el lenguaje utilizados, consideramos que se ataca de manera gratuita e injustificada a los elaboradores de alimentos y bebidas”, afirma Mauricio García de Quevedo, director general de FIAB.

“Para todo el sector y sus trabajadores, que durante la pandemia han dado un ejemplo de profesionalidad y compromiso con los ciudadanos para garantizarles el abastecimiento, es inadmisible un anuncio en el que se habla de defender a los niños de la industria alimentaria”.

El director general de FIAB considera que no se puede criminalizar a un sector comprometido con la calidad, la variedad, la seguridad alimentaria, la sostenibilidad y la mejora nutricional de los productos, y que la obesidad y otras enfermedades responden a muchos factores como el sedentarismo y la falta de hábitos de vida saludables.

Desde la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas se ha trasladado una queja formal al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y al de Industria, Comercio y Turismo y se reitera la voluntad de seguir dialogando con todos los actores implicados en el Código PAOS con el objetivo común de reforzarlo, dando una mayor protección a los menores de edad.

Insuficiente autorregulación

El ministro de Consumo, Alberto Garzón, anunció este jueves 28 de octubre que su departamento regulará, a través de un real decreto, la emisión de publicidad de alimentos y bebidas no saludables cuando se dirija al público infantil y adolescente.

Según Garzón, el sistema de autorregulación, vigente desde 2005, se ha mostrado «insuficiente», tal y como muestran los datos de sobrepeso y obesidad que afectan a los niños y niñas españoles y de los que la publicidad es una de las causas.

Consumo opta así por un marco regulatorio mínimo para seguir las recomendaciones de los organismos internacionales y asimilar la normativa española a la de países como Reino Unido, Portugal o Noruega.

«Los menores son personas consumidoras vulnerables y tenemos la obligación de protegerles frente a la publicidad», señaló el ministro en una rueda de prensa junto a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.

En su comparecencia, Garzón informó sobre algunos aspectos de la nueva normativa, que afectará a los horarios de protección reforzada y a los espacios publicitarios de programas destinados al público infantil.

Asimismo, regulará tanto televisión lineal, como no lineal, contenidos radiofónicos, salas de cine y publicidad en internet, redes sociales, webs o app móviles, cuando los contenidos se dirijan a menores de 16 años.

La normativa incluirá también limitaciones en la publicidad de medios impresos. A partir de estas premisas, las empresas podrán tener su propia autorregulación siempre y cuando supongan un marco de protección superior al de la propia norma.

Perfiles nutricionales de la OMS

Por otro lado, Consumo opta también por fijar como criterio de medición los perfiles nutricionales establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Así, la normativa afectará a cinco categorías de productos, que no podrán hacer publicidad a menores independientemente del contenido de nutrientes. La primera categoría es la de productos de confitería de chocolate y azúcar, barritas energéticas y coberturas dulces y postres.

Le sigue el grupo de alimentos que incluye pasteles, galletas dulces y demás productos de pastelería. Tampoco se podrán anunciar otras tres categorías que conforman los zumos, las bebidas energéticas y los helados.

Para el resto de categorías de productos, se establece un límite de contenido en nutrientes por cada 100 gramos. En este caso, se podrán anunciar siempre y cuando las grasas totales y saturadas, el azúcar total y añadido y los niveles de sal se mantengan por debajo de los límites establecidos cada producto.

Sobrepeso y obesidad en España

El estudio ALADINO 2019 -relativo a niños y niñas de entre 6 y 9 años- refleja que un 40,6% de los mismos tiene exceso de peso, de los que el 23,3% está en niveles de sobrepeso y el 17,3% sufre obesidad.

El estudio, elaborado por la Agencia Española de Nutrición y Seguridad Alimentaria (AESAN), muestra que los progenitores de los menores con exceso de peso -que incluye tanto a quienes tienen sobrepeso como a quienes tienen obesidad- no perciben el problema y frecuentemente consideran su peso como normal o sólo como ligero sobrepeso.

El 88,6% de los padres de escolares con sobrepeso no lo perciben como tal. La cifra se sitúa en un 42,7% cuando se trata de obesidad y en el 19,1% cuando el niño o niña sufre obesidad severa.

En cuanto a la calidad de su alimentación, el informe detalla que un 76,2% de los escolares ha de mejorarla. Aunque ha aumentado el consumo de fruta respecto a años anteriores, solo un 20,1% de los escolares la consume habitualmente en el desayuno, mientras que los alimentos que deberían ser ocasionales tales como galletas, pasteles, bollería, batidos, néctares y golosinas se consumen incluso cuatro o más veces por semana, en un porcentaje elevado de escolares.

Azúcar en menores

En esta misma línea de protección al consumo de alimentos y bebidas por menores, el ministro de Consumo, Alberto Garzón, presentó unos días antes, el pasado sábado23 de octubre, una nueva campaña de su departamento, con la que pretende concienciar a padres y madres de los efectos del consumo excesivo de azúcares en menores.

Una campaña que fue criticada por injusta y parcial por algunas organizaciones agrarias productoras de remolacha azucarera y por la industria fabricante de azúcar, como fue el caso de ACOR, que abogan por una dieta alimenticia equilibrada y moderada, y en el que el ejercicio físico, no el sedentarismo, ocupe un lugar primordial en el desarrollo infantil.

Con una exposición en el jardín tropical de la estación ferroviaria, Madrid Puerta de Atocha, espacio cedido por Adif en el marco de su Programa Estación Abierta, el Ministerio de Consumo recreó seis esculturas de menores de entre 9 y 12 años, fabricadas a escala real y que representan la cantidad de azúcares aproximada que consumen de media cada año.

Garzón señaló que, entre los objetivos de Consumo, está el de mejorar la salud y la alimentación de la sociedad española, especialmente de los menores.

A juicio del ministro, “esto pasa por concienciar a los padres y madres de que el consumo de azúcar debe ser moderado, evitando los azúcares añadidos y priorizando los azúcares intrínsecos de las frutas y hortalizas.”

En España, los menores y los jóvenes consumen diariamente frutas y hortalizas, pero en una cantidad muy alejada de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que sitúa el objetivo en 400 gramos al día.

Según la Encuesta Nacional de Salud de 2017, el 60,1% de la población de entre dos y 17 años consume frutas y hortalizas a diario, pero solo el 2,9% toma las cinco porciones al día recomendadas. Es decir, ni siquiera el 3% de los jóvenes alcanza la ingesta óptima de frutas y hortalizas, base fundamental de la dieta mediterránea.

Por ello, la idea, creada por la agencia publicitaria VMLY&R, pretende llamar la atención sobre los riesgos que conlleva la ingesta de alimentos procesados ricos en azúcares añadidos, así como animar al consumo de frutas y hortalizas.

Tal y como señala la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), el consumo en exceso de azúcar puede causar desde caries dental hasta problemas de salud como obesidad, enfermedad hepática, diabetes -de tipo 2 durante el embarazo- colesterol alto e hipertensión.

Por ello, el ministro ha insistido en los beneficios de sustituir los productos azucarados por otros alimentos no procesados, como las frutas y verduras, porque contienen azúcar de forma natural y resultan esenciales para el equilibrio nutricional y para una dieta menos calórica.

Obesidad y consumo de azúcar en menores

Según datos derivados de estudios propios del Ministerio de Consumo, a través de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), y de la Encuesta Nacional de Salud 2017, la población infantil y adolescente consume el 21,5% de la energía de la dieta en forma de azúcares totales (casi el 30% en el caso de los menores de tres años).

Las principales fuentes de azúcares totales son los alimentos procesados, con alto contenido de este ingrediente, que aportan el 64,2% del azúcar total que se consume al día. El azúcar que contiene este grupo de alimentos es mayoritariamente libre y proveniente de zumos y néctares comerciales, yogures, postres lácteos y chocolates, que, entre todos, alcanzan el 30% del azúcar total de la dieta.

Le siguen los preparados infantiles, galletas, bollería y cereales de desayuno, que aportan en torno a un 18%.

Esto supone que, en España, la población infantil y adolescente toma el 10,4% de la energía de la dieta en forma de azúcares libres. El 53,9% supera el límite del 10% establecido por la OMS, siendo del 12% en los niños y niñas de tres a nueve años, que son los que tomaban más energía a partir de azúcares. España supera así las recomendaciones más conservadoras de la OMS (10%), lejos del óptimo 5% de energía a partir de ingesta de azúcar.

El Estudio Aladino 2019, elaborado por la AESAN, indica que la prevalencia de consumo frecuente de alimentos y productos ricos en azúcares libres (cuatro o más veces por semana) es elevada.

En cuanto a consumo de aperitivos dulces o comida rápida, el estudio señala que es mayor en aquellas familias con rentas más bajas, lo que indica que, entre otros motivos, la estructura social tiene un peso importante en los hábitos alimenticios y, en general, en los hábitos de salud.

Frente a la obesidad infantil

Para el Ministerio de Consumo y la AESAN es una línea de trabajo prioritaria impulsar y consolidar hábitos saludables, una alimentación adecuada en todas las etapas y situaciones de la vida, y que esta sea sostenible, inclusiva y culturalmente adecuada.

Consumo apuesta por la recuperación de los productos frescos y cercanos, la ingesta de las frutas de temporada y los aperitivos más saludables como los frutos secos frente a los aperitivos de goma.

Para lograr estos objetivos, Consumo establece distintas rutas que abordan las diversas facetas de la alimentación. En línea de la Comisión Europea, el Ministerio trabaja, junto a los restantes actores para conseguir de forma eficaz una paulatina reformulación de distintos alimentos y bebidas, que contemple no solo la bajada de azúcares añadidos, sino también de sal, grasas y calorías, mediante diferentes estrategias y objetivos de reducción. De esta forma el consumidor dispondrá de más productos con una composición más sana, añade este departamento.

No obstante, a pesar de la mejora en su composición, Consumo recuerda que su recomendación principal es seguir una dieta basada en productos frescos, con elevada presencia de frutas, verduras y legumbres.

 

 

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