Freno a la adopción de un acuerdo de consenso en el Consejo UE sobre las Nuevas Técnicas de Edición Genómica en agricultura

Freno a la adopción de un acuerdo de consenso en el Consejo UE sobre las Nuevas Técnicas de Edición Genómica en agricultura

Los países de la Unión Europea, reunidos en el Consejo de Ministros de Agricultura este lunes 11 de diciembre, no lograron cerrar un acuerdo de mayoría suficiente para la regulación comunitaria de las Nuevas Técnicas de Edición Genómica (NTG) en la agricultura. El objetivo de la Presidencia española era de al menos adoptar una posición común sobre dicha propuesta, según afirmó el ministro español, Luis Planas, porque de la misma va a “depender la  competitividad del sector agrícola europeo en el contexto del cambio climático.”

Para poder cerrar un acuerdo hacía falta en esta reunión una mayoría cualificada (es decir, el voto a favor del 55% de los Estados que, a su vez, son representativos de al menos al 65% de la población). Sin embargo, esa mayoría suficiente no se logró, debido a la oposición de países como Polonia, Austria, Hungría, Rumanía, Croacia, Eslovenia y Eslovaquia, mientras que  Alemania y Bulgaria se abstuvieron, debido a la «sensibilidad» que este asunto despierta entre la opinión pública.

 

Para poder cerrar un acuerdo hacía falta en esta reunión una mayoría cualificada (es decir, el voto a favor del 55% de los Estados que, a su vez, son representativos de al menos al 65% de la población). Sin embargo, esa mayoría suficiente no se logró, debido a la oposición de países como Polonia, Austria, Hungría, Rumanía, Croacia, Eslovenia y Eslovaquia, mientras que  Alemania y Bulgaria se abstuvieron, debido a la «sensibilidad» que este asunto despierta entre la opinión pública.

La Presidencia española tenía pensado presentar una propuesta de compromiso para que los 27 adoptaran una orientación general (posición común) sobre la propuesta de Bruselas.

Según Planas, «se han puesto las bases para que pueda aprobarse un acuerdo general. Estábamos cerca de poder lograr un acuerdo sobre una orientación general, pero no tenemos la mayoría necesaria para hacerlo y, por lo tanto, la Presidencia española del Consejo de la UE, cuyo mandato ostenta nuestro país hasta el final de este mes de diciembre, continuará trabajando de manera constructiva con las delegaciones nacionales para intentar esa aproximación al acuerdo y que sea Bélgica, próximo país que ocupará la Presidencia europea en el primer semestre de 2024, pueda cerrar con éxito los trílogos interinstitucionales».

Para el Ministerio de Agricultura español esta cuestión era muy importante, en busca de un acuerdo de posicionamiento común sobre la propuesta presentada por la Comisión Europea el pasado 7 de julio, con el fin de actualizar una normativa que impulsase la regulación de la NTG en plantas, ya que la actual legislación sobre organismos genéticamente modificados (OMG) no es la adecuada.

No obstante, Planas, valoró el gran trabajo realizado por la Presidencia española del Consejo de la UE en el debate sobre las NTG para avanzar hacia la autonomía estratégica alimentaria y destacó los avances producidos para conseguir un enfoque común sobre la mayor parte de los aspectos de la propuesta.

Reiteró, en todo caso, la importancia de los avances producidos en este ámbito en relación con el poco tiempo transcurrido desde que la Comisión presentó su propuesta, el pasado  5 de julio, hace apenas 5 meses, pero reconociendo que se trata además de un «debate difícil» y muy sensible.

Planas aseveró que la aplicación de las nuevas tecnologías, en este caso las NTG, en la producción agraria fue el tema central de la reunión informal de Ministros de Agricultura, celebrada a principios de septiembre en Córdoba, y ha sido objeto ya de ocho reuniones técnicas y de dos sesiones ministeriales.

“Debemos afrontar este debate con determinación, porque permitirá afianzar nuestra necesaria autonomía estratégica y la seguridad alimentaria”, aseguró el ministro, añadiendo que, por ejemplo, «las plantas resistentes a las sequías nos permitirán asegurar cosechas y las resistentes a plagas podrán contribuir también reducir el uso de fitosanitarios.

El ministro reiteró que «la Unión está ante una gran oportunidad, pero que es necesario el esfuerzo de todos para poder alcanzar el apoyo necesario y afrontar el debate con el Parlamento Europeo».

Europa, añadió Planas, «no puede perder el tren del progreso científico y tecnológico en el que ya están subidos algunos de sus competidores y socios comerciales».

El objetivo principal es que la UE se dote de un marco normativo, adaptado a las plantas vegetales, creadas a partir de esas técnicas, que beneficie la producción de los agricultores, pero también a los consumidores y al medio ambiente.

A diferencia de los OGM, donde se introduce en una planta código genético foráneo para mejorarla, las NTG sólo modifican el genoma de la propia planta o introducen material equivalente, pero sin introducir un gen externo.

Por su parte, la comisaria europea de Salud y Seguridad Alimentaria, Stella Kyriakides, afirmó también al término del debate del Consejo de Ministros de Agricultura que «estamos muy cerca del acuerdo, ante los progresos logrados, pero que aún hay determinadas cuestiones que hay que aclarar y resolver», pero subrayó la gran importancia que supone esta regulación «para la subsistencia de la agricultura”.

Desde que se publicó la directiva sobre la liberación voluntaria de organismos modificados genéticamente (OMG) en 2001, la biotecnología ha avanzado, proporcionando técnicas más precisas, eficientes y seguras. Sin embargo, estas nuevas técnicas continúan sujetas a la regulación legislativa de los OMG, a pesar de ser métodos sustancialmente distintos y que fueron desarrolladas de forma posterior a ese año.

En concreto, la propuesta de Bruselas establece dos categorías de plantas de nuevas técnicas de edición genómica: la de la Categoría Uno, que englobaría las plantas cuyas modificaciones cumplen una serie de criterios para ser consideradas como equivalentes a las plantas convencionales, y las de la Categoría Dos (mutagénesis), que sustituye los métodos tradicionales donde se empleaban radiación o químicos para obtener mutaciones aleatorias por nuevas soluciones de ingeniería más rápidas y precisas, como el CRISPR-Cas9, que tendrá un tratamiento legal similar al de los OGM en la Unión Europea.

La Comisión de Agricultura (ComAgri) del Parlamento Europea también debatía una propuesta de opinión entre los principales grupos políticos, que incluía que las plantas obtenidas mediante NTG no son patentables; que la decisión de prohibir o no el uso de estas nuevas técnicas en agricultura ecológica debe adoptarse en el marco del reglamento sobre la Agricultura Ecológica, y que los Estados miembros no pueden oponerse al cultivo de variedades autorizadas a nivel europeo. Este último punto, precisamente, fue uno de los que creó división entre los Estados miembros de la UE para que el Consejo de Ministros no alcanzara la mayoría cualificada suficiente para adoptar ese enfoque común.

La Asociación Nacional de Obtentores Vegetales (ANOVE) pidió a la Presidencia española de la Unión Europea que haga un «último esfuerzo» para acercar posturas sobre las nuevas técnicas de edición genética.

Esta Asociación afirmó que «animamos a la Presidencia Española a realizar un último esfuerzo antes de acabar su mandato para seguir acercando posturas y alcanzar un acuerdo de compromiso, que permita que Europa se aproveche de todo el potencial generado en la I+D+i de mejora vegetal con las técnicas de edición genética.»

ANOVE considera que la UE precisa de un «marco regulatorio sólido y estable que, basado en la evidencia científica y el principio de precaución, pero sin olvidar el principio de proporcionalidad, permita trasladar a la sociedad el resultado de las innovaciones en semillas y plantas mejor preparadas para afrontar los retos del cambio climático, más resistentes a plagas y enfermedades, y capaces de producir más con menos recursos».

Solo en España, las entidades asociadas a ANOVE cuentan con 63 centros de investigación en mejora vegetal, donde trabajan cerca de 3.000 personas vinculadas a la investigación, al desarrollo y a la innovación (I+D+i).

La patronal de los obtentores de plantas vegetales asegura que estas personas «están pendientes del resultado de las negociaciones para trasladar los resultados a la sociedad y contribuir así a resolver los desafíos que plantea el sistema agroalimentario, acrecentados por una situación geopolítica compleja, por lo que Europa no se puede quedar atrás otra vez»

Por otro lado, la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural (ComAgri) del Parlamento Europeo aprobó también el proyecto de opinión de la eurodiputada Veronika Vrecionová (ECR, CZ) sobre las NGT, con una amplia mayoría de 34 votos a favor, 11 en contra y 1 abstención.

El COPA-Cogeca acogió con beneplácito el dictamen de la ComAGRI, que especifica que ciertas plantas NGT son similares a las convencionales y deben seguir las normas de mejoramiento convencional de semillas y quedar excluidas de la patentabilidad.

De conformidad con las normas internas del Parlamento Europeo, la ComAGRI comparte las competencias con la Comisión de Medio Ambiene (ComENVI) sobre la definición y las disposiciones relativas a la categoría 1 de plantas NGT y sus productos.Por tanto, el COPA- Cogeca pide a la ComENVI que muestre la misma comprensión de la importancia de esta legislación para el sector agrícola y tenga en cuenta la opinión de la ComAGRI en sus deliberaciones antes de la votación de enero de 2024.

Las NGT (o Nuevas Técnicas de Mejora Vegetal) son necesarias como parte de la caja de herramientas, que podría permitir a los obtentores acelerar sus programas de mejora y llevar al mercado variedades vegetales más resistentes a la sequía, a plagas y enfermedades, pero que deben ser accesibles en todos los sectores y regiones, ayudando a los agricultores europeos a producir de manera más eficiente y reforzando su resiliencia al cambio climático y a los fenómenos meteorológicos adversos.

El COPA-Cogeca recuerda que, más de una década de aplazamientos, la Comisión Europea presentó finalmente el 5 de julio de 2023 una propuesta de Reglamento sobre plantas de Nueva Técnica Genómica (NGT), junto con una propuesta de revisión de las directivas de comercialización de Materiales de Reproducción Vegetal.

Esta organización, que defiende los intereses de los productores agrarios de la UE y de sus cooperativas, considera que las propuestas de la Comisión son un buen punto de partida para aportar soluciones, que deberían tenerse en cuenta en las negociaciones interinstitucionales.

 

 

 

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