FAO y OCDE vaticinan un menor ritmo de producción agrícola y alimentaria mundial en 2023-2032 que en la década anterior

FAO y OCDE vaticinan un menor ritmo de producción agrícola y alimentaria mundial en 2023-2032 que en la década anterior

El crecimiento de la producción agrícola y alimentaria mundial se ralentizará al ritmo que marque la evolución población, mientras que las tensiones geopolíticas, el cambio climático, las enfermedades animales y vegetales y la volatilidad de los precios siguen planteando incertidumbres a largo plazo.

Según el informe publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Almentanción (FAO) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE),  la producción agrícola y alimentaria mundial continuará aumentando durante los próximos diez años, pero a un ritmo de crecimiento más lento que en la década anterior, debido a las tendencias demográficas,

 

Según el informe publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Almentanción (FAO) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE),  la producción agrícola y alimentaria mundial continuará aumentando durante los próximos diez años, pero a un ritmo de crecimiento más lento que en la década anterior, debido a las tendencias demográficas,

El informe sobre “Perspectivas agrícolas de la OCDE-FAO 2023-2032” es la referencia mundial clave para las perspectivas a mediano plazo de los mercados de productos básicos agrícolas.

Si bien la incertidumbre ha aumentado debido a las tensiones geopolíticas, las tendencias climáticas adversas, las enfermedades animales y vegetales y la mayor volatilidad de los precios de los insumos agrícolas clave, se prevé que la producción mundial de cultivos,  de productos pecuarios y de pescado crezca a una tasa anual promedio del 1,1 % durante el próximo período decenal, la mitad del ritmo registrado en la década que finalizó en 2015.

Se prevé que el consumo total de alimentos aumente un 1,3 % anual hasta 2032, lo que indica un aumento proporcional de los productos agrícolas utilizados como alimento.

Estas proyecciones asumen una rápida recuperación de las recientes presiones inflacionarias, condiciones climáticas normales, sin cambios importantes en las políticas y una evolución en la tendencia de las preferencias de los consumidores.

Pero, “la posibilidad de que las presiones inflacionarias sigan siendo persistentes plantea riesgos a la baja para la producción y la demanda mundial de alimentos.”

En una evaluación especial de los precios de los insumos agrícolas clave, que han aumentado significativamente en los últimos dos años, el informe calcula que cada aumento del 10 % en los precios de los fertilizantes genera un aumento del 2 % en los costes de los alimentos. Y la carga recae más sobre los pobres, que gastan una mayor parte de su presupuesto en alimentos. El informe destaca, por ello, la importancia que tienen las políticas a aplicar para garantizar una mayor eficiencia y resiliencia.

“Las tendencias generales descritas en este informe van en la dirección correcta, pero deben acelerarse”, afirmó el director General de la FAO, QU Dongyu, quien añadió que “promover un cambio más rápido hacia sistemas agroalimentarios sostenibles traerá muchos beneficios y ayudará a lograr una vida mejor para todos, sin dejar a nadie atrás”.

“Los aumentos en los precios de los insumos agrícolas, experimentados en los últimos dos años han generado preocupaciones sobre la seguridad alimentaria mundial”, según el reelegido responsable máximo de la FAO.

Por su parte, el secretario General de la OCDE, Mathias Cormann , señaló que “se necesitan inversiones en innovación, mayores aumentos de productividad y reducciones en la intensidad de carbono de la producción  para sentar las bases de la seguridad alimentaria, la asequibilidad y la sostenibilidad a largo plazo ”.

El informe “Outlook” sobre Perspectivas de producción agrícola y alimentaria 2023-2032” ofrece las proyecciones para la próxima década en los sectores de cereales, aceites vegetales, productos lácteos, carne, azúcar, pescado, algodón, frutas tropicales, legumbres y producción agrícola utilizada para biocombustibles.

También incluye proyecciones para las tendencias regionales esperadas en las emisiones de gases de efecto invernadero de la agricultura e incorpora análisis preliminares por primera vez del papel de la pérdida y el desperdicio de alimentos.

En el informe se prevé que la demanda de crecimiento en la producción de cereales disminuya, en parte debido a que el consumo de alimentos per cápita de la mayoría de los cereales está alcanzando niveles de saturación en muchos países.

En 2032, se estima que el 41 % de todos los cereales serán consumidos directamente por los seres humanos, el 37 % se utilizará para la alimentación animal y los biocombustibles, y otros usos industriales representarán el resto.

El crecimiento de la producción mundial de cultivos se verá impulsado principalmente por el progreso continuo en el fitomejoramiento y la transición a sistemas de producción más intensivos.

Al respecto, se prevé que las mejoras en el rendimiento representen el 79 % del crecimiento de la producción agrícola mundial, la expansión de las tierras de cultivo el 15 % y una mayor intensidad de cultivo el 6 % durante el período decenal del informe sobre “Perspectivas”.

Por su parte, el crecimiento mundial del consumo de azúcar será impulsado en su totalidad por África y Asia, y se prevé que la demanda aumente en áreas donde el nivel de consumo per cápita es actualmente bajo.

Por el contrario, se espera que el consumo siga disminuyendo en los países de ingresos altos.

En cuanto al consumo medio mundial de carne per cápita, las previsiones de FAO-OCDE son que aumente un 0,1 % anual, impulsado principalmente por los países de ingresos medios y bajos.

Se espera que la demanda mundial de carne se incremente hasta 2032, pero se prevé que los niveles de consumo per cápita en los países de altos ingresos disminuyan en la próxima década, liderados por los descensos en Europa Occidental y América del Norte.

En cuanto al pescado disponible para el consumo alimentario, se  vaticina que crecerá en todas partes, y más rápido en África, pero el rápido crecimiento demográfico proyectado en esta región limitará los aumentos del consumo per cápita.

La previsión para esta próxima década es que la producción mundial de ganado y de pescado crezca un 1,3 % anual, más lentamente que en el pasado reciente, esperándose que la carne de ave represente casi la mitad del aumento en la producción total cárnica hasta 2032.

En relación a la producción mundial de leche crezca un 1,5% anual durante la próxima década, con más de la mitad del aumento proveniente de India y Pakistán, que juntos representarán casi un tercio de la producción mundial de este alimento básico en 2032.

La producción de leche en la Unión Europea se espera que disminuya ligeramente, debido a la transición en curso hacia sistemas de producción ambientalmente más sostenibles.

Por otro lado, se  señala que el comercio mundial de productos básicos agrícolas, incluidos en el informe sobre Perspectivas, podría crecer un 1,3 % anual, la mitad del ritmo registrado en la última década, debido principalmente a un aumento más lento de la demanda de los países de medianos ingresos.

El maíz, el trigo y la soja fueron los productos que más contribuyeron al crecimiento general del comercio agrícola en la última década. Sin embargo, se prevé que experimenten la mayor caída en el crecimiento del comercio durante los próximos 10 años.

Después de convertirse en un importador neto de productos básicos agrícolas en los últimos años, las importaciones netas del Sur y Sudeste de Asia se prevé que aumenten aún más, impulsadas principalmente por el fuerte y persistente crecimiento de la demanda dentro de la subregión.

El déficit comercial de África subsahariana, en los principales artículos alimentarios, se prevé que casi se duplique para 2032, lo que refleja en gran medida el rápido crecimiento de la población en comparación con otras regiones.

En América Latina, se espera que el superávit comercial agrícola se expanda en un 17%, elevando la participación exportada de la producción agrícola al 40 por ciento para 2032.

La previsión es que América del Norte siga siendo el segundo mayor exportador de productos básicos agrícolas a los mercados mundiales durante los próximos 10 años, pero el fuerte crecimiento del consumo interno frenará ligeramente su posición de exportador neto.

El sector agrícola de la región puede desempeñar un papel estabilizador clave, que le permita expandir la producción para normalizar los ciclos de precios altos.

Estas organizaciones vaticinan que las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de la Agricultura aumenten un 7,5% en la próxima década, poco menos de la mitad del crecimiento de la producción proyectada, indicativo de una caída significativa en la intensidad de carbono de la producción agrícola.

El sector ganadero representaría el 86 % del aumento de las emisiones GEI en este ámbito.

En concreto, el informe de “Perspectivas” proyecta una disminución de las emisiones de GEI de la Agricultura en América del Norte y un aumento de estas emisiones en el África subsahariana, a medida que aumente la producción agrícola y ganadera, lo que subraya la importancia de las inversiones transformadoras en los sistemas agroalimentarios de la región.

Las emisiones de GEI agrícolas en América Latina continuarán siendo más altas que la participación de la región en la producción mundial.

Más: OCDE FAO Perspectivas Agrícolas 2023-2032

Foto: una instalación de almacenamiento de maíz en Uganda. ©FAO/Sumy Sadurni

 

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