Europa impulsa una estrategia hídrica para hacer frente a sequías, contaminación y riesgos climáticos

Europa impulsa una estrategia hídrica para hacer frente a sequías, contaminación y riesgos climáticos

La Comisión ha adoptado la Estrategia europea de resiliencia hídrica, cuyo objetivo es restaurar y proteger el ciclo del agua, garantizar agua limpia y asequible para todos y crear una economía del agua sostenible, resiliente, inteligente y competitiva en Europa.

Esta estrategia global ayudará a los Estados miembros a gestionar el agua de manera más eficiente, mediante la aplicación de la legislación vigente de la UE en materia de aguas y a través de más de treinta acciones. Los Estados miembros, las regiones y los municipios, pero también los ciudadanos y las empresas, son los agentes clave de la resiliencia hídrica.

Europa se ha visto afectada por fenómenos meteorológicos extremos, como inundaciones catastróficas, sequías prolongadas e incendios forestales. Con el aumento de los efectos del cambio climático, esta situación no hará sino empeorar. Ningún país o región se libra. Es algo que afecta por igual a ciudadanos, agricultores, el medio ambiente y las empresas, con repercusiones en la salud.

Hoy en día, la resiliencia hídrica y la gestión sostenible del agua deben ocupar un lugar central en nuestra agenda para mejorar la seguridad de la UE en consonancia con los escenarios climáticos, hacer que nuestras empresas sean más competitivas e innovadoras y que Europa sea más atractiva para las inversiones. 

La presidenta Ursula von der Leyen ha declarado: «El agua es vida. La resiliencia hídrica es clave para nuestros ciudadanos, agricultores, medio ambiente y empresas. La Estrategia de resiliencia hídrica de la Comisión traza el camino hacia una economía del agua sostenible, resiliente, inteligente y competitiva. Debemos actuar ahora para proteger este escaso recurso».

Tres objetivos clave para una acción común

En primer lugar, se restaurará y protegerá el ciclo del agua, desde la fuente hasta el mar. A tal fin, la aplicación efectiva del marco ya existente de la UE para el agua dulce —que incluye la Directiva marco sobre el agua y la Directiva sobre la gestión de inundaciones— es fundamental y debe centrarse tanto en la cantidad como en la calidad del agua. 

En segundo lugar, la Estrategia tiene por objeto crear una economía inteligente en el ámbito del agua para impulsar la competitividad, atraer inversiones y promover la industria del agua de la UE. Para alcanzar este objetivo, es esencial mejorar la eficiencia hídrica y la gestión sostenible del agua. Establece el objetivo de mejorar la eficiencia hídrica en la UE en al menos un 10% de aquí a 2030 y recomienda a los Estados miembros que fijen sus propios objetivos en materia de eficiencia hídrica sobre la base de sus circunstancias territoriales y nacionales. En este contexto, dado que los niveles nacionales de fuga de agua varían del 8% al 57%, también es importante reducir las fugas en las tuberías y modernizar las infraestructuras hídricas mediante financiación pública y privada y la integración de soluciones digitales.

Por último, la Estrategia contribuirá a garantizar un agua limpia y asequible y un saneamiento para todos. Para lograrlo, la Estrategia subraya el papel esencial de consumidores y empresas a la hora de ahorrar agua en casa o en el trabajo. Por lo tanto, la Estrategia promueve el intercambio de mejores prácticas para aumentar la sensibilización pública y de sectores específicos.

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