El sector productor condena el ataque francés a dos camiones de carne de cerdo españoles

Tras los ataques en Poitiers y en Normandía a dos camiones de carne de cerdo, las organizaciones agrarias exigen a la UE que garantice la libre circulación de productos agroalimentarios españoles en territorio francés y al Ministerio de Agricultura que reclame sanciones ejemplares al gobierno francés por su desidia ante los recurrentes ataques a nuestras producciones.

El sector productor condena el ataque francés a dos camiones de carne de cerdo españoles

La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) condena el ataque de un grupo de ganaderos franceses en la región de Normandía a un camión que transportaba carne de cerdo aragonesa.

En torno a las 17:00h, los asaltantes bloquearon el paso del camión en la salida de una autopista en la localidad francesa de Saint-Nicolás-Bliquetuit. Tras ello, abrieron el camión y volcaron 2.000 kilos de carne del interior.

Ante estos actos vandálicos, COAG exige a la UE que garantice la libre circulación de productos agroalimentarios españoles en territorio francés y reclama al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente que pida a las autoridades europeas sanciones ejemplares al gobierno francés por su desidia ante los recurrentes ataques a nuestras producciones.

‘Como viene sucediendo verano tras verano, los agricultores y ganaderos franceses vuelven a actuar injustamente boicoteando la exportación española hacia Europa. La crisis de precios que ellos sufren también la estamos padeciendo los productores españoles. En el caso concreto del porcino, los precio en origen se sitúan hoy en 1,20€/kg vivo, mientras que en la mismas fechas del año anterior cotizaban a 1,43€/kg vivo’, subrayó Miguel Blanco, Secretario General de COAG, para añadir que ‘se busca apartar a los productos españoles del mercado comunitario cuando los verdaderas responsables son las grandes industrias y cadenas de distribución, en buena medida de capital francés, que abusan de su posición de dominio en el mercado para imponer precios de ruina en el campo’.

En ese sentido, COAG considera imprescindible que desde la UE se ponga en marcha una nueva ley de ámbito comunitario que sancione las prácticas comerciales abusivas de la gran distribución y acabe con los desequilibrios de la cadena de valor agroalimentaria.

Por otro lado, se han de reforzar los mecanismos de gestión de crisis de la PAC, para que se puedan poner en marcha con eficacia frente a situaciones de hundimientos de precios.

 

Fin de los ataques

Por su parte, la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) ha criticado los actos vandálicos cometidos ayer por ganaderos franceses contra camiones que transportaban carne española.

En estos momentos se tiene noticia de que fueron dos los ataques registrados el miércoles 22, uno en la localidad de Poitiers, donde los vándalos destruyeron 20 toneladas de carne proveniente de Barcelona y transportado por la empresa murciana de transportes El Mosca, y un segundo ataque, donde los asaltantes volcaron 2 toneladas de carne de cerdo de Aragón en Normandía en protesta por los bajos precios.

UPA afirma que ‘ésta no es forma de protestar, llevando a cabo acciones delictivas y evitando que los ganaderos españoles puedan vender su producción’.

Los ganaderos franceses nos culpan de algo de lo que somos las principales víctimas: el bajo precio de nuestros productos’, explican. Los ganaderos reconocen que son las grandes cadenas de la distribución -francesas en muchos casos- las que determinan el precio de la carne en nuestro país.

La patronal del transporte murciana Froet denunció que en el ataque de Poitiers, el conductor del camión llegó a ser agredido por negarse a abrir el vehículo, sufriendo varias contusiones y una costilla rota. Las puertas del camión frigorífico fueron reventadas y la carne transportada sacada del camión con ayuda de una retroexcavadora.

El secretario general de UPA, Lorenzo Ramos, exigió el ‘fin definitivo’ de estas acciones, que lejos de suponer un ‘incidente aislado’ son ya ‘una tradición entre nuestros compañeros del norte, tolerada además desde la Gendarmería de aquel país’.

‘El Gobierno español debe responsabilizarse de la seguridad de nuestras empresas y de nuestras producciones’, ha afirmado Ramos.

El tránsito de productos agrarios entre Francia y España es habitual, y mientras que la mayoría de los envíos españoles que pasan por la frontera de los Pirineos no tienen como destino el país galo, ocurre que todos los camiones que cruzan en dirección Sur se quedan en España.

Los agricultores y ganaderos españoles han exigido el fin de estas acciones y han asegurado que no les gustaría llegar a una situación de ‘ojo por ojo y diente por diente’.

 

Ataques inaceptables

Para la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (ASAJA),  los ataques de los ganaderos franceses son inaceptables y el Gobierno debe exigir responsabilidades.

Una vez más, los productores franceses se han saltado todas las reglas de convivencia y buenas relaciones con nuestro país, atacando camiones con productos españoles, esta vez carne de porcino, como colofón a los actos de protesta que los ganaderos de Francia están realizando en el territorio del país vecino.

Estos ataques, que desgraciadamente parecen ser una práctica ya habitual de los productores galos, son de todo punto inaceptables y carecen de la más mínima justificación, ya que la crisis de precios en el sector ganadero, y especialmente el porcino, motivada por un aumento de los stocks y de la presión interna que provoca el embargo ruso, afecta a todos los productores europeos, y no solo a los franceses.

ASAJA denuncia estos nuevos actos vandálicos, que desde hace días y como ya viene siendo práctica habitual, han estado alimentándose desde algunos sectores y formaciones políticas francesas, y de nuevo han contado con la pasividad cómplice de la gendarmería del país vecino.

ASAJA no acepta ninguna de las justificaciones que estos grupos aducen, acusando a nuestro sector ganadero de practicar ‘dumping social’ o de recurrir a mano de obra desplazada para eludir obligaciones sociales.

Nuestros costes de producción en cuanto a mano de obra son equiparables a las medias de la UE, si bien es cierto que nuestros ratios de productividad son superiores a los franceses, debido a la especialización de nuestras explotaciones y la profesionalización de sus trabajadores.

ASAJA reclama al Gobierno de nuestro país que, en base a las buenas relaciones que mantiene con el gobierno francés y a todos los principios del mercado único que sostiene el Derecho de la Unión, exija a las Autoridades francesas responsabilidades por los actos vandálicos sucedidos, imponga las sanciones pertinentes a sus causantes y asegure de una vez por todas que este tipo de actos no se volverán a repetir.

 

Responsabilidades y sanciones

Por su parte,  la Unión de Uniones solicita a las autoridades de la Unión Europea (UE) que actúen con el fin de detener los ataques de ganaderos franceses a la carne de porcino de origen español.

La organización exige al Gobierno francés responsabilidades y que se impongan sanciones por la inacción ante el boicot a la libre circulación de camiones con carne de porcino de España hacia Europa.

La Unión de Uniones considera que acciones como esta, similar a la que ya se produjo en marzo en la Bretaña, son inadmisibles y que la caída de precios de la carne de porcino, por lo que parece que actuaron los agresores, no se da de manera aislada en Francia sino en todos los países de la Unión Europea, básicamente como consecuencia del aumento de producción y del veto ruso a las importaciones de productos agropecuarios.

La organización recuerda que la libre circulación de mercancía es uno de los principios básicos de la UE, y, por tanto, los Gobiernos deben velar por facilitarla.

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