El sector agroalimentario español ve «muy negativo» el acuerdo entre la UE y Estados Unidos

El sector agroalimentario español ve «muy negativo» el acuerdo entre la UE y Estados Unidos

El sector agroalimentario español cree «injusto» el acuerdo entre la Unión Europea (UE) y Estados Unidos, de establecer un arancel del 15% a la mayoría de la transacciones comerciales entre ambos bloques pero, por otro lado, lo considera un «mal menor» frente a lo que hubiese supuesto una guerra comercial.

Un día después de que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente estadounidense, Donald Trump, cerrasen el acuerdo, el sector ha reaccionado, en declaraciones recogidas por Efeagro, con el foco puesto principalmente en cómo será el impacto para el aceite de oliva y el vino, los alimentos más exportados a ese destino.

Desde la patronal de la industria de alimentación y bebidas (FIAB), su presidente, Ignacio Silva, ha declarado, en un audio remitido a los medios de comunicación, que para el sector los aranceles son siempre «una mala noticia, por mucho que las expectativas (sobre el importe arancelario) fueran mayores».

FIAB ve «desequilibrado» este pacto aunque «es mejor (…) que una guerra comercial» a la vez que ha reclamado medidas de acompañamiento para las empresas más vulnerables.

«Muy mala noticia»

La Asociación Española de la Industria y el Comercio Exportador del Aceite de Oliva (Asoliva) ha lamentado la imposición de aranceles del 15% para los productos de la UE ya que supone una «distorsión» del mercado internacional.

El estadounidense es un mercado estratégico e «insustituible» para el aceite de oliva español, ha precisado la organización.

Para el director adjunto de Asoliva, Rafael Pico, se trata de una «muy mala noticia» para un sector que ha hecho «grandes inversiones» en los últimos años y que ahora puede suponer el «deterioro económico de toda su cadena».

La Federación Española del Vino (FEV) ha advertido de que el acuerdo podría lastrar el comercio vinícola con este país hasta en un 10 %.

En 2024, Estados Unidos fue el primer mercado para los vinos envasados españoles por lo que la federación considera «vital» luchar por eliminar dicho arancel general del acuerdo marco.

Desde otros sectores relevantes, como el cárnico, han señalado que es un paso «más esperanzador» que el anterior, aunque mantienen que es «injusto» y «perjudicial» gravar las producciones agroalimentarias.

El director general de la Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (Anice), Giuseppe Aloisio, ha indicado que «sería bueno conocer cuanto antes todos los condicionantes y excepciones previstas».

El sector productor

El director general de Cooperativas Agro-alimentarias de España, Gabriel Trenzado, ha pedido que la CE un papel más «ofensivo» en las negociaciones ya que podrían darse «nuevas presiones» o imposiciones, porque a su juicio, UE ha cedido «un poco» a la presión en el contexto de las negociaciones.

La organización agraria Asaja ha lamentado que existe «un cóctel de perspectivas bastante negativas» para el sector agrario europeo si se suma la subida de aranceles de Estados Unidos y la reciente propuesta de la CE de rebajar el presupuesto de la próxima Política Agraria Común (PAC) un 20%.

Asaja, COAG, UPA y Unión de Uniones

La imposición de aranceles para el modelo que tiene la agricultura europea y española es «muy negativo», según Asaja.

Dentro de las organizaciones agrarias, COAG ha calificado de «mal menor» el acuerdo frente a la posibilidad del 30 % de aranceles, aunque no descarta «sorpresas» una vez se conozcan los detalles y su director técnico, José Luis Miguel, ha mostrado «alivio»; no obstante ha advertido de que «habrá que ver exactamente la letra pequeña».

Por su parte, el secretario de Agricultura de UPA, Ignacio Huertas, ve «muy negativo» el acuerdo para el sector ya que «empeora la situación que tenía» y supone la «claudicación de los intereses europeos frente a Estados Unidos».

«Es cierto que nos enfrentábamos a una amenaza de un arancel del 30 %», ha reconocido a Efeagro, pero este acuerdo supone la consolidación de un arancel que además es superior al actual y que «amenaza la viabilidad de muchas exportaciones nacionales».

Asimismo, ha lamentado que no se plantee ningún tipo de reciprocidad, por lo que ha pedido medidas con presupuestos excepcionales para que los sectores afectados se puedan reestructurar.

Desde Unión de Uniones, han valorado el pacto sin dejar de admitir que es un «duro golpe» para las exportaciones y un castigo al sector.

La organización ha reconocido que el acuerdo «aporta cierta estabilidad» al comercio transatlántico, aunque considera que el resultado es desequilibrado.

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