Fenacore insta a agilizar la autorización legal de pozos de sequía y de pequeñas balsas ante la falta de agua para riego

La Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore) insta a agilizar la autorización para poder legalizar pozos de sequía y de pequeñas balsas ante periodos de falta de agua para regar, lo que contribuiría también, a su juicio, al suministro para los animales, en respuesta a la aprobación del Real Decreto-ley 4/2022, por el que se adoptan medidas urgentes de apoyo al sector agrario por causa de la sequía, publicado el pasado miércoles en el BOE.

Fenacore insta a agilizar la autorización legal de pozos de sequía y de pequeñas balsas ante la falta de agua para riego

Los regantes, aunque valoraron las ayudas y medidas de apoyo, insisten en otras que aún están pendientes de poner en marcha, como la necesidad de poder contratar dos potencias eléctricas, aplicar un IVA reducido del 10% para el suministro de energía al campo y abaratar hasta 0,30 €/m3 el agua procedente de las desaladoras.

Más en concreto, esta Federación considera que las ayudas aprobadas por valor estimado de 450 M€ son necesarias, pero insuficientes, y pide complementarlas con una rebaja hasta 0,30 €/m3 del precio para el uso de agua de las desaladoras de titularidad pública que el RD-ley fija en 0,45 euros en toma de riego.

En cualquier caso, valora la reducción de entre el 50 % y el 100 % de las cuotas del canon de regulación y las tarifas de utilización del agua, que serán de aplicación a las unidades territoriales de escasez (UTES) de las cuencas hidrográficas del Guadalquivir y del Guadiana.

Por otro lado, Fenacore insiste en que, a la hora de abaratar la factura de los regantes, fundamental para producir más alimentos usando menos agua, es importante contratar dos potencias eléctricas al año, medida que viene ya recogido en la Ley 1&/2021 de mejora del funcionamiento de la cadena alimentaria, pero que “los regantes aún no disfrutan por culpa de la inacción del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miterd).”

En esta línea, reiteran también la conveniencia de aplicar un IVA reducido del 10% para el suministro de energía al regadío, como soportan los suministros domésticos, por lo que propone ampliar las medidas fiscales recogidas en el RD-ley citado, como la reducción en 2021 del rendimiento neto calculado por el método de estimación objetiva en el IRPF para las actividades agrícolas y ganaderas y del IVA o la exención del Impuesto sobre Bienes Inmuebles de naturaleza rústica.

Además, Fenacore reitera que los caudales ecológicos son excesivos y no están rigurosamente calculados en los planes hidrológicos de las cuencas hidrográficas, y considera existen una sequía potencial artificialmente provocada por la casi ausencia de nuevas obras de regulación hidráulica.

Caudales ecológicos

En este contexto, los regantes plantean trasladar a la Dirección General del Agua del Miterd que la reducción de los caudales ecológicos, frente a periodos de sequía, podría más que duplicar la dotación de agua disponible en muchas zonas regables, lo que resultaría fundamental para la supervivencia de algunas cosechas.

Aunque, en cualquier caso, Fenacore sigue opinando que la sostenibilidad ambiental debe ir acompañada de la sostenibilidad económica y social, y que cada Plan Hidrológico tendría que analizar de manera completa y rigurosa los efectos de los caudales ecológicos sobre la disminución de las producciones de los cultivos y las consecuencias sobre todo el complejo agroalimentario asociado.

De ahí que recomiende una vez más actuar con prudencia y riguroso conocimiento de las consecuencias del establecimiento de estos caudales ecológicos, sobre todo en periodos de sequía. Por ello, Fenacore reitera la necesidad de realizar un estudio previo de los beneficios que para la biodiversidad conlleva la aplicación de los caudales ecológicos, así como un examen jurídico de lo que supondría para las concesiones vigentes.

Y remarca también que su implantación requiere análisis hidrológicos y económicos previos, puesto que no es gratuita, ya que tiene costes sociales y económicos que la sociedad debe conocer con transparencia.

En paralelo, los regantes recuerdan que la escasez de inversión en obras de regulación agravará la amenaza que suponen las sequías para España, así como los graves perjuicios que ocasionan las inundaciones extremas.

A la hora de regular las cuencas, Fenacore respalda la obligación de respetar el medio ambiente y de someter cualquier obra hidráulica a los pertinentes análisis ambientales, hidrológicos, sociales y económicos.

Sin embargo, en contra de la posición radical de algunos grupos ecologistas, la Federación defiende la regulación de las cuencas hidrográficas para mitigar los principales efectos negativos del cambio climático, como son las inundaciones derivadas de las lluvias torrenciales, intercaladas con periodos más prolongados de sequías. A juicio de los regantes,
“a pesar de nuestro clima, con una mejora regulación hidrológica seríamos más resilientes y estaríamos mejor adaptados al cambio climático.”

 

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