Fenacore critica que los nuevos planes hidrológicos ignoren las demandas de los regantes

La Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore), que representa a más de 500.000 agricultores y más de 2 millones de hectáreas de regadío, alertó en rueda de prensa este jueves 18 de noviembre  que prevé un “invierno caliente” con movilizaciones de protesta contra la amenaza de no tener suficiente agua para regar durante los próximos años.

Fenacore critica que los nuevos planes hidrológicos ignoren las demandas de los regantes

Su presidente, Andrés del Campo y su secretario general, Juan Valero, no descartaron sumarse a las manifestaciones y tractoradas, anunciadas este mismo día por las organizaciones agrarias.

Su desazón como colectivo viene motivada por el hecho de que los nuevos planes hidrológicos de cuenca,  que serán aprobados por el Gobierno en la próxima primavera, no tienen en cuenta para nada la valoración y las alegaciones presentadas por los regantes que, a su vez, aglutinan al 70% de los usuarios del agua en nuestro país.

En concreto, desde Fenacore se advierte que la planificación hidrológica que se prevé está desenfocada, puesto que antepone el “extremismo ecologista” a la satisfacción de las necesidades básicas como el agua, de las que depende la producción de alimentos, pero también la defensa del territorio y de las personas que viven en los pueblos y de toda la economía de bienes y servicios que gira alrededor del líquido elemento.

Asimismo, Del Campo señala que los planes hidrológicos de cuenca, tal y como están concebidos, atentan gravemente contra el regadío. Algo que ya han hecho saber por carta el pasado 25 de octubre al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al que se le trasladó el malestar del campo por la discriminación que sufre el regadío en la agenda política.

Todo ello a pesar de la ronda de reuniones que la Dirección General del Agua del Miterd tiene previsto iniciar de inmediato con los regantes de las diferentes Confederaciones Hidrográficas como respuesta a esta misiva.

Fenacore, no obstante, exige pasar de las palabras a la acción, de manera que se busque el entendimiento con los regantes y que la voluntad de negociación se concrete en hechos que puedan enmendar la prevista planificación hidrológica, máxime teniendo en cuenta que el periodo para formular alegaciones expira el 23 de diciembre.

Infraestructuras hidráulicas en el olvido.

Los regantes sostienen que si el precio de la luz o la crisis energética son un problema de primer orden en España, que afecta a todos los ciudadanos, la posible falta de agua para regar debería preocuparnos en la misma o mayor medida, añaden, puesto que “las infraestructuras hidráulicas son las grandes olvidadas en la agenda del Gobierno y están sufriendo un agujero en la inversión que, paradójicamente, compromete los objetivos contraídos por el Miterd con las autoridades comunitarias.”

Según Del Campo, “el despropósito en la planificación hidrológica, que más bien podría llamarse “ideológica”, viene a ser la gota que colma el vaso de la defenestración a la que está sometiendo este Gobierno al campo español.

Fenacore vuelve a recalcar que “la gestión del agua está contaminada políticamente”, descuidándose algo tan elemental como es la satisfacción de las demandas para el regadío, puesto que los “nuevos planes no buscan el bien común, sino el interés de una minoría de ecologistas radicales”.

Esta Federación espera que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miterd) recapacite y permita un mayor entendimiento entre las Confederaciones y los regantes, y que asigne fondos europeos del Plan de Recuperación (PRTR) para embalses y otras obras, que permiten regular nuestras cuencas, garantizar la producción de alimentos y luchar contra la sequía extrema y las lluvias torrenciales provocadas por el cambio climático”.

Cambio de reglas en mitad del partido

En esta línea, los regantes sostienen que la modificación del Reglamento de la Planificación Hidrológica -frente a la que votaron en contra recientemente en el Consejo Nacional del Agua- resulta improcedente, puesto que ya se encuentran en proceso de información pública los borradores de los planes hidrológicos.

Asimismo, los regantes denuncian que este cambio vulnera el principio de participación efectiva de los usuarios y provoca indefensión. De hecho, lo comparan con un cambio en las reglas del juego por parte de un árbitro en mitad de un partido. 

A este descontento por la “ideologización” del Miterd se suma la desconfianza que causa el incumplimiento por parte de las distintas Administraciones públicas, a lo largo de las últimas legislaturas de los acuerdos alcanzados en torno a las infraestructuras hidráulicas de las que depende el regadío, tal y como recogieron las alegaciones formuladas por la Federación.

Asimismo, Fenacore rechaza una subida del precio del agua, por considerar que tiene un claro afán recaudatorio y porque amenazaría la supervivencia de muchos cultivos, cuando en España se recuperan el 80% de los costes financieros relacionados con su uso y cerca del 70% de los costes totales, lo que demuestra que se cumple sobradamente con la normativa europea.

Caudales ecológicos

En paralelo, los regantes consideran que la sostenibilidad ambiental debe ir acompañada de la sostenibilidad económica y social, por lo que cada Plan Hidrológico tendría que analizar de manera completa y rigurosa los efectos de los caudales ecológicos sobre estas últimas.

De ahí, que desde Fenacore, se recomienda actuar con prudencia, responsabilidad y transparencia en el establecimiento de estos caudales de agua que, a su juicio, no pueden crecer en todos los planes hidrológicos.

Asimismo, reitera su petición sobre la necesidad de llevar a cabo un análisis jurídico de lo que supondría la aplicación de los caudales ecológicos para las concesiones vigentes. Es decir, su implantación requiere análisis hidrológicos y económicos, puesto que ésta no es gratuita y tienen unos costes sociales y económicos que la sociedad debe conocer con total transparencia.

Falta inversión

Por otro lado, entre las alegaciones formuladas a la planificación hidrológica, Fenacore reprocha también al Gobierno que apenas se haya ejecutado un 19% de la inversión prevista en los planes hidrológicos de ciclos anteriores y que esta sea la causa principal de que aún exista casi un millón de hectáreas pendientes de modernizar y de que un porcentaje elevado de las obras de regulación y de infraestructuras hidráulicas de interés general no se hayan ejecutado, a pesar de haberse recogido en los sucesivos planes.

Ante esta situación, Fenacore señala que sorprende que el Miterd y las Confederaciones Hidrográficas hagan tabla rasa y decidan no invertir más en regadíos, pese a lo cual aún se confía en que los fondos europeos sirvan para impulsar de manera decidida su modernización, sobre todo a la vista de que el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Economía Española  (PRTR) recoja unos 1.051 M€ para la transformación ambiental y digital del sistema agroalimentario y pesquero.

Por último, los regantes ven necesario complementar las ayudas comunitarias con el desarrollo de una disposición reglamentaria para que se puedan firmar dos contratos eléctricos al año, lo que, según sus cálculos, les permitiría ahorrar al menos un 20% de sus costes eléctricos, contribuyendo así a producir más alimentos, usando menos agua y energía.

 

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