La punta reversible de Kverneland cumple cincuenta años

Antes de 1971, los agricultores tenían que cambiar toda la reja cuando la punta se gastaba. En 1971, Kverneland lanzó dos nuevos productos: la reja separada y la punta reversible de arado. Esta innovación permitía a los agricultores desgastar ambos lados de la punta, dejando que la reja tuviera su propia vida útil e independiente. Fue un concepto innovador y rentable para los agricultores.

La punta reversible de Kverneland cumple cincuenta años

A finales de los años 60, el empleo de tractores más potentes supuso una mayor presión sobre la punta y la reja. La antigua reja de arado ya no tenía el rendimiento esperado y se hizo evidente la necesidad de una actualización.

Olav Njå, director de I+D, se acordó de la reja de dos piezas utilizada en el antiguo arado de caballos de Kverneland, llamado Odin. A partir de ahí, Kverneland empezó a dibujar el concepto de una reja de dos piezas para el arado de tractor. El arado Odin tenía una reja moldeada con una punta de acero forjado. La idea era modificar este principio para adaptarlo a un arado de tractor y optimizarlo para los métodos de producción modernos. Durante el proceso de dibujo, la idea evolucionó para que la punta fuera también reversible.

Arnold Furre, jefe del laboratorio de la fábrica, vio un gran potencial en el sistema de punta reversible. Kverneland se dio cuenta rápidamente de que la nueva punta tenía una excelente penetración en el suelo y hacía que el arado fuera notablemente estable en los campos, una característica que ha contribuido en gran medida al éxito de la marca Kverneland.

A principios de los años 80, la fábrica de Kverneland buscaba mejoras adicionales en la punta reversible. Entonces los ingenieros desarrollaron un nuevo método de tratamiento térmico, llamado temple localizado, que les permitía aumentar la dureza en los bordes y mantener la flexibilidad del metal en la zona alrededor de los agujeros de los tornillos. El endurecimiento localizado permitió a Kverneland aumentar la dureza de los bordes hasta 57 Rockwell, «algo que ningún otro competidor podía igualar sin que se rompieran las puntas alrededor de los agujeros de los tornillos», destacan desde la marca.

«Hoy en día, el trabajo de Olav Njå y todo el equipo de I+D de 1970 sigue siendo una parte vital de la oferta de Kverneland a los agricultores de todo el mundo. La punta reversible es un conocido estándar de la gama de los arados y nuestra pieza de desgaste más vendida de todos los tiempos», concluyen.

 

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