La picadora de forraje Claas Jaguar cumple 50 años

La picadora de forraje Claas Jaguar cumple 50 años

Claas va a celebrar los 50 años de su picadora de forraje autopropulsada Jaguar con una edición especial de un modelo que lleva la gráfica del aniversario y un paquete para el operario. En la próxima edición de Agritechnica, del 12 al 18 de noviembre en Hannover (Alemania) la marca exhibirá en su stand, ubicado en el pabellón 13 una edición especial de la Jaguar 990 Terra Trac, con una exclusiva combinación de colores con motivo de esta efeméride. Desde 1973 en que lanzó la Jaguar 60 SF, Claas ha fabricado más de 45.000 unidades. 

Al igual que un tractor y una cosechadora, la picadora de forraje autopropulsada es hoy una máquina clave para muchos agricultores y contratistas, y de hecho para el sector agrícola en su conjunto. Garantiza una longitud de corte y un procesamiento del grano ideales, así como un rendimiento y una versatilidad máximos, tanto si se trata de cosechar forraje de alta calidad para la producción de leche y el ganado de carne, como si se trata de cosechar biomasa.

«Desde hace 50 años, Jaguar es sinónimo de innovación, eficiencia, productividad y fiabilidad, y seguramente no tiene rival en cuanto a la huella que ha dejado en el segmento de las picadoras de forraje a lo largo de estas cinco décadas», explica Dominik Grothe, vicepresidente senior de Picadoras autopropulsadas.

«Pero Claas no sólo debe su posición como líder del mercado mundial a los avances tecnológicos y, por extensión, a los desarrolladores y a las opiniones de nuestros clientes. Gran parte del mérito también se lo deben a nuestros distribuidores y socios de servicio, porque la picadora es una máquina clave, sobre todo para los contratistas, y unos tiempos muertos cortos ayudados no sólo por una tecnología fiable, sino también por un sistema de suministro de piezas altamente eficiente y un servicio rápido y profesional, son un factor decisivo», añade.

«El progreso tecnológico y la óptima eficiencia no son los únicos factores que han permitido a la Jaguar defender su posición líder hasta el día de hoy. También juegan un papel importante los componentes de alta calidad con bajos costes de desgaste, el servicio de primera clase de los concesionarios Claas y la rápida disponibilidad de piezas. Son factores con los que los clientes pueden contar, tanto si  compran máquinas nuevas como usadas», apuntan desde la multinacional alemana.

50 años de innovaciones

La Jaguar 60 SF de 120 CV, desarrollada a partir de grupos constructivos clave de la picadora Jaguar 60 arrastrada, y de las cosechadoras de la época, vendió 33 unidades el primer año y llegó a 500 máquinas al final de su producción en 1976.

En 1975 Claas lanza la Jaguar 80 S, con 213 CV, cabezales de maíz de tres a cuatro hileras, un soplador potente para la descarga y el nuevo sistema de dirección automática. Otra novedad era la posibilidad de separar la caja del alimentador y la caja del cilindro picador, lo que facilitaba enormemente las tareas de mantenimiento.

En 1983 se produjo un gran salto tecnológico con la nueva serie de modelos Jaguar 600, que incluían el detector de metales, el picador de maíz y el acelerador de forraje. Los modernos motores Mercedes-Benz prometían un alto par motor con un bajo consumo de combustible.

La nueva cabina, adoptada de las cosechadoras Dominator y montada sobre silent blocks, garantizaba una excelente ergonomía y aislamiento acústico. Una nueva palanca de mando permitía controlar múltiples funciones sin que el operador tuviera que cambiar la posición de su mano derecha. La potencia del motor de hasta 300 CV permitió utilizar cabezales de maíz de hasta 6 hileras de anchura. Un nuevo cilindro picador de cuchillas múltiples con cuchillas dispuestas en forma de «V» desplazada estaba disponible para la recolección de ensilado de hierba y maíz.

En 1994 y con 481 CV, la Jaguar 880 era en aquel momento la picadora de forraje más potente del mundo. Por primera vez se podían cosechar 8 hileras de maíz con un solo cabezal. Un año más tarde, el RU 450 se unió a la gama de productos como el primer cabezal de maíz Claas independiente de la hilera, con una anchura de trabajo de 4,5 m. Al montar el motor transversalmente detrás del eje trasero, podía transmitir la fuerza directamente al cilindro picador mediante una única cinta de transmisión.

En 2001, la Jaguar 900 se convirtió en el primer modelo en superar los 600 CV. Una vez más, la nueva cabina con su terminal digital y su moderna palanca de mando multifunción se adelantó a la competencia. A partir de 2003, la Jaguar Speedstar, además de llevar la potencia máxima a un nuevo máximo de 623 CV, también se convirtió en la primera picadora de forraje homologada para circular por carretera a 40 km/h.

En el año 2008 llegó al mercado la nueva serie Jaguar 900, con un modelo de hasta 830 CV. De esta serie destaca el cilindro picador V-Max, una nueva cabina con sistema opcional de cámara y control automáticos Auto Fill, y el sistema inteligente de control del motor Dynamic Power, que ajustaba la curva de potencia del motor a la tarea en cuestión y proporcionaba un ahorro de combustible de hasta el 10% cuando funcionaba a carga parcial.

A partir de 2012, la disponibilidad de un sensor NIR opcional permitió la medición continua del contenido de materia seca y otros componentes, además de una documentación precisa del rendimiento específico de la zona, por ejemplo, para el balance de flujo de nutrientes. También estaba disponible de fábrica un sistema de control variable de la presión de los neumáticos, no solo para el eje motriz, sino también para el eje de dirección.

Con la adquisición de la tecnología de procesado de maíz picado Shredlage en 2015, Claas ofrece desde entonces el MCC (Multi Crop Cracker) como complemento al sistema de picado de maíz. A una mayor optimización del flujo de forraje y del chasis de la Jaguar 900 en 2017 le siguió una nueva generación de cabezales de maíz Orbis en 2019. Dos años más tarde, las funciones automáticas Cemos hicieron su debut en la Jaguar 900, lo que aportó nuevas mejoras al rendimiento y la eficiencia.

Con las Jaguar 960 y 990 Terra Trac se añadieron a la gama Claas dos picadoras de forraje con orugas, que, gracias a su exclusivo sistema de protección cabeceras, se pueden utilizar tanto para la cosecha de maíz como de hierba. Además de la protección del suelo, este sistema marca nuevas pautas en el guiado del cabezal.

 

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