Brevis, aclareo químico en el cultivo del manzano de la mano de Adama Agriculture España

Durante dos días la Finca Experimental de Mollerussa del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias de Cataluña (IRTA) se ha convertido en el epicentro nacional de la fruticultura con la celebración de la vigésima edición de su jornada frutícola, un evento al que han acudido más de 1.800 fruticultores y que este año ha contado con el patrocino de Adama Agriculture España, que ha presentado en sociedad Brevis, una extraordinaria innovación para el aclareo en manzano.

Brevis, aclareo químico en el cultivo del manzano de la mano de Adama Agriculture España

La participación de Adama ha supuesto un importante impulso en comparación con anteriores ediciones, tal y como ha destacado Simón Alegre, director de centros del IRTA en Lleida: «Esta jornada frutícola nace de la necesidad de tener un espacio donde transferir información de los ensayos que realiza el IRTA a lo largo del año y tener una plataforma donde ofrecer soluciones técnicas, presentación de innovaciones por parte de las empresas, y entre todos discutir cuales pueden ser las soluciones del futuro del sector frutícola».

«Gracias al apoyo de Adama –continuaba Alegre– disponemos de una cantidad de recursos que nos han ayudado a hacer más cálidas las instalaciones y adecuar las salas para que sean más confortables, lo que redunda en la calidad de la información que estamos transfiriendo».

Además, uno de los principales atractivos de esta edición ha sido la presentación de Brevis, una solución sencilla y eficaz para el aclareo químico en el cultivo del manzano, sobre todo en variedades que hasta ahora eran difíciles de aclarar con las soluciones disponibles, como es el caso de la variedades Gala y Fuji.

Durante su presentación, Vicente Muñoz, product manager de Adama Agriculture España, ha destacado el innovador modo de acción de este producto, que actúa inhibiendo temporalmente la capacidad fotosintética de la planta, lo que provoca un déficit de carbohidratos y, como consecuencia, la caída de los frutos laterales.

Todo ello con el objetivo de reducir las necesidades de aclareo manual u otras acciones dirigidas a regular el arbolado, lo cual repercute directa y positivamente en la producción de manzanas de calidad, con un tamaño y calidad adecuadas dependiendo de la variedad, con objeto de maximizar los ingresos y reducir los gastos.

«Optimizamos el beneficio gracias a que tenemos una producción de calidad, con menos frutos pero de mayor calibre. Con Brevis conseguimos igualmente reducir de manera importante los costes de mano de obra a la hora de realizar el aclareo manual y que éste sea más sencillo», ha destacado Muñoz.

Esta información ha sido contrastada de manera positiva por el IRTA a través de los ensayos llevados a cabo por distintos investigadores del IRTA, entre los que se encuentra Luis Asín.

Según estos ensayos, dependiendo de las condiciones climáticas y agronómicas, la dosis de aplicación del producto debe ser de entre 1,1 y 1,65 kg/ha, con un máximo de dos aplicaciones espaciadas entre 4 y 6 días y con frutos en árbol con diámetros entre 6 y 14 milímetros.

«Es un avance importante porque estamos hablando de un producto cuyo modo de funcionamiento difiere del resto de productos del mercado, basados en un modo de acción hormonal. El tiempo dirá cómo somos capaces de manejar el producto adecuadamente para conseguir que se convierta en un referente. En particular, tenemos puestas esperanzas en las variedades Gala y Fuji. Ambas tienen problemas de aclareo químico con los productos que hasta ahora había en el mercado, lo que hace que siempre tenga que producirse un aclareo manual. Esperamos que el producto evolucione y muestre cada vez mejores resultados en estas variedades», ha afirmado Asín.

 

Estudio bajo malla

Otro de los estudios que se han podido conocer durante la jornada frutícola de Mollerussa ha sido el desarrollado por el investigador del IRTA Luis González, bajo el título «Efecto de las mallas antigranizo en la eficacia de Brevis».

Según estos ensayos, dados a conocer durante las demostraciones de campo y desarrollados en la Estación Experimental Más Badía del IRTA, las mallas antigranizo blancas o verdes, con una inhibición de la radiación de un 9 y un 16% respectivamente, no producen ningún efecto sobre la efectividad el producto. Sin embargo con las mallas de sombreo, que disminuyen la radiación en casi un 60%, se reduce mucho el número de frutos y el cuajado, lo que demuestra que la radiación es un factor determinante en el producto.

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