Los veterinarios cántabros avisan de un repunte de lengua azul en otoño
El presidente del Colegio Veterinario de Cantabria, Fernando Ruiz, advierte de un posible repunte de casos de lengua azul en otoño, una estación en la que el mosquito que la transmite se encuentra «muy cómodo», si bien confía en que la inmunidad natural por contagios previos y la vacunación «amortigüen» su impacto.
Esta enfermedad vírica, que afecta a los rumiantes, se transmite por la picadura de ciertas especies de mosquito y su gravedad varía según la especie y el serotipo. A pesar de ser «una vieja conocida», Ruiz explica a EFE que el impacto de la lengua azul ha crecido en los últimos tiempos, sobre todo por la dispersión de los serotipos 1, 4, 3 y 8.
Estos dos últimos presentan problemas respiratorios y, en concreto, el 3 afecta de forma mayoritaria al sector ovino, al que provoca una mortalidad cercana al 40%. En rumiantes mayores, la mortalidad es «muy pequeña, aunque la morbilidad sí es alta», precisa.
A partir de septiembre, dependiendo de las condiciones meteorológicas, se espera una nueva eclosión de mosquitos y, por tanto, un repunte en los contagios, por lo que podría haber lengua azul «ya hasta final de año». El movimiento también influye en la transmisión de la enfermedad. Como ejemplo, Ruiz pone la llegada a Cantabria del serotipo 3, que entró por la zona de Extremadura o Salamanca desde Portugal y llegó hasta el norte.
Desde el punto de vista epidemiológico, subraya, el movimiento sin límites «no es una práctica recomendable», aunque admite que «con tantos serotipos y situaciones distintas en cada territorio, poder establecer una norma que se cumpla en todos los sitios tiene su dificultad».
10.000 vacunas en Cantabria
La vacunación frente a esta enfermedad ha pasado de ser obligatoria a voluntaria. En Cantabria, tanto la dosis como la administración de la misma es gratuita, ya que el Gobierno regional lo subvenciona.
Este año, ya con una campaña voluntaria, se ha vacunado en torno al 40% de la cabaña, lo cual mantiene «todavía una población muy importante sin vacunar y la posibilidad de que se disemine en muchos otros animales», lamenta Ruiz.
Subraya la proactividad que ha tenido el Ejecutivo regional para conseguir vacunas. Cantabria cuenta con dosis suficientes para, al menos, toda la población de ovino en el serotipo 3 y para bovino en el serotipo 4 y 8.
Con datos de hace unos días, se han vacunado en la comunidad autónoma más de 10.000 ovejas de un total de 25.000, un 40% de la cabaña, porcentaje similar al de vacuno.
La vacunación obligatoria primero y la respuesta «ejemplar» de ganaderos y veterinarios después sitúan a Cantabria en una posición «razonablemente optimista». «Estamos en una situación razonablemente buena, sobre todo si comparamos con zonas del sur y el suroeste de España, que tienen una prevalencia de esta enfermedad mucho mayor», apunta.
Los nuevos serotipos
La espada de Damocles de la lengua azul, avisa este veterinario, es la aparición de nuevos serotipos y posibles recombinaciones.
Y llama a acostumbrarse a la llegada de enfermedades víricas de este tipo, porque el cambio del clima «es un hecho» y esto posiciona a la ganadería en «escenarios permanentemente cambiantes» a los que hay que adaptarse.