El apoyo a los jóvenes agricultores debería estar mejor orientado para favorecer el relevo generacional en el campo

Un nuevo informe publicado por el Tribunal de Cuentas Europeo señala que, con frecuencia, el apoyo de la UE a los jóvenes agricultores está mal definido, no especifica los resultados e impacto previstos y debería orientarse más a favorecer un relevo generacional eficaz.

El apoyo a los jóvenes agricultores debería estar mejor orientado para favorecer el relevo generacional en el campo

La fiscalización se llevó a cabo en los cuatro Estados miembros de la UE con mayor gasto en jóvenes agricultores (menores de 40 años de edad): Francia, España, Polonia e Italia. (Ver informe del TCUE adjunto).

Los auditores constataron diferencias significativas entre la gestión de los pagos del primer pilar de la PAC, que proporcionan un 25 % adicional a jóvenes agricultores como complemento de los pagos directos, y los pagos del segundo pilar (Desarrollo Rural), efectuados para la instalación de jóvenes agricultores.

Respecto del primer pilar, la ayuda no se basa en una evaluación rigurosa de necesidades y no refleja el objetivo global de fomentar el relevo generacional. Tampoco se proporciona siempre a los jóvenes agricultores que lo necesitan y en ocasiones se destina a explotaciones en las que los jóvenes agricultores desempeñan un papel menor.

Los Estados miembros no coordinaron los pagos del primer pilar de la PAC con el apoyo del segundo pilar a los jóvenes agricultores, y la prestación de la ayuda sigue un sistema normalizado que no refleja las necesidades específicas aparte de la relativa a la renta adicional.

Además, el marco común de seguimiento y evaluación no incluye indicadores de los resultados. Pese a basarse por lo general en evaluaciones de necesidades imprecisas, los objetivos del segundo pilar reflejan el objetivo global de fomentar el relevo generacional: la ayuda responde de manera directa a las necesidades de los jóvenes agricultores con respecto al acceso a la tierra, al capital y al conocimiento.

En general, el importe de la ayuda está vinculado a las necesidades y modulado para impulsar medidas específicas (como la introducción de la agricultura ecológica o iniciativas de ahorro de agua y energía).

Los planes de negocio constituyen instrumentos útiles, pero presentaban una calidad variable en los Estados miembros fiscalizados, y las autoridades de gestión no aplicaron procedimientos de selección para dar prioridad a los mejores proyectos en todas las ocasiones.

Sostenibilidad y competitividad

En palabras de Janus Wojciechowski, el Miembro del Tribunal responsable del informe: «El apoyo a los jóvenes agricultores es fundamental para la sostenibilidad y la competitividad a largo plazo de la agricultura, pero hallamos escasa evidencia de que las medidas ayudaran a los agricultores, debido principalmente a su limitada orientación y a la escasa calidad de los indicadores establecidos».

Aunque los criterios de selección se introdujeron tardíamente en el período 2007-2013, no hicieron posible la priorización de los mejores proyectos, porque los umbrales mínimos fijados eran demasiado bajos o inexistentes.

En algunos Estados miembros, la totalidad el presupuesto se agotó al principio del período de programación, lo cual impidió el acceso de los agricultores que se instalaron posteriormente a la financiación.

Wojciechowski añade: «Para que la ayuda sea eficaz, la UE y los Estados miembros deben empezar por definir a quién quieren apoyar y cuáles serían los resultados esperados de la asistencia europea, para después concentrarse en medir el progreso conseguido».

El Tribunal recomienda que la Comisión y los Estados miembros:

  • mejoren su lógica de intervención mediante el refuerzo de la evaluación de necesidades y la definición de objetivos que reflejen el objetivo de fomentar el relevo generacional;
  • precisen la orientación de las medidas sirviéndose de mejores sistemas de selección y planes de negocio;

 

  • mejoren el sistema de seguimiento y evaluación basándose en las buenas prácticas desarrolladas por los Estados miembros.

El número total de agricultores de la UE (excepto Croacia) ha disminuido rápidamente en los últimos diez años, pasando de 14,5 millones en 2005 a 10,7 millones en 2013. El número de jóvenes agricultores pasó de 3,3 millones a 2,3 millones durante el mismo período.

Mientras el número de agricultores disminuía en todos los grupos de edad, el porcentaje de jóvenes agricultores se mantuvo relativamente estable, algo por encima del 20 %. Sin embargo, existen diferencias sustanciales entre los Estados miembros.

En el período 2007-2020, la UE asignó 9 600 M€ al apoyo a jóvenes agricultores para fomentar la competitividad de las explotaciones agrícolas y el relevo generacional en la agricultura.

La ayuda pública total, incluida la cofinanciación nacional de los Estados miembros de la medida de instalación del segundo pilar, asciende a 18 300 M€. Casi 200 000 jóvenes agricultores recibieron ayuda de la UE a la instalación en el período 2007-2013.

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