Los cerealistas no cubren los costes de producción pese a la buena cosecha, según un estudio de la Universidad de Valladolid

Un estudio de la Universidad de Valladolid ha constatado que los agricultores dedicados al cultivo de cereales como el trigo y la cebada no han cubierto sus costes de producción pese a unas cosechas «excepcionalmente buenas» en el presente año, lo que conlleva que el único incentivo para seguir con el cultivo sea el cobro de las ayudas europeas de la PAC.
A través de un comunicado, la organización profesional agraria Asaja de Castilla y León ha detallado que para cubrir los costes de producción del trigo habría que vender, dependiendo de la provincia, entre los 185 y los 215 euros la tonelada, mientras que para la cebada los precios de referencia serían entre 186 y 210 euros la tonelada.
Sin embargo, el estudio al que hace referencia Asaja, encargado por la Junta de Castilla y León, plantea que el mercado ha pagado estas producciones por debajo de esos umbrales y se habría incumplido la Ley de la Cadena en las operaciones de venta.
Ante esta situación, la organización agraria ha alertado de que en un sector en el que los costes fijos se mantienen o aumentan, el escenario de una cosecha inferior aboca a los agricultores a «pérdidas inasumibles» y a su «ruina», en palabras de Asaja.
La PAC por sí sola supone un «ingreso insuficiente» para las familias agricultoras y ganaderas de Castilla y León, ya que no permite invertir y modernizar las explotaciones, «no permite vivir dignamente del campo, y no es una renta atractiva para los jóvenes que pudieran estar interesados en incorporarse», ha alertado esta organización.