Cooperativas Agro-alimentarias de España estima una campaña de cereales con más de 25 millones de toneladas

Cooperativas Agro-alimentarias de España estima una campaña de cereales con más de 25 millones de toneladas

El Consejo Sectorial de Cereales de Cooperativas Agro-alimentarias de España ha presentado su primera estimación de cosecha para la campaña 2025, situando la producción total en 25,2 millones de toneladas, lo que supone un aumento significativo –de alrededor el 15%– respecto a la pasada campaña, marcada por los efectos de la sequía. Se trata de la segunda mejor cosecha después de los 27,5 millones de toneladas de 2020.

Aunque los datos de superficie cultivada son todavía provisionales, los primeros análisis técnicos presentan buenas expectativas. Por cultivos: el trigo blando alcanzará los 8,2 millones de toneladas, la cebada 10,1 millones de toneladas, el maíz 3,6 millones de toneladas, la avena 1,3 millones de toneladas, el trigo duro 732.800 toneladas, el centeno 314.00 toneladas, y el triticale y otros cereales 906.415 toneladas.

Incremento del 15% en el rendimiento 

En términos de rendimiento medio por hectárea, también se prevé una mejora generalizada, con incrementos del 15% respecto a 2024, alcanzando los 4,52 t/ha de media. Las cifras preliminares indican los siguientes rendimientos medios: trigo blando 4,6 t/ha; trigo duro (durum) 3,3 t/ha; cebada 4,2 t/ha; maíz 11,6 t/ha; avena 2,5 t/ha; triticale 3,4 t/ha y centeno 3,1 t/ha. Especialmente destacables son los incrementos del 15% en cebada y triticale, 11% en trigo blando, y más del 30% en avena y centeno, lo que evidencia una tendencia positiva en la mayoría de las zonas productoras.

La campaña ha estado fuertemente influenciada por unas condiciones meteorológicas favorables en todas sus fases. Durante la siembra, la recuperación de la pluviometría permitió recuperar niveles normales de producción tras varios años de sequía. Los meses centrales del ciclo vegetativo se caracterizaron por precipitaciones regulares, fundamentales para sostener el desarrollo de los cultivos.

En el tramo final, abril fue especialmente húmedo, lo que contribuyó a recargar le humedad de los suelos. Aunque mayo presentó episodios puntuales adversos de altas temperaturas y algunas zonas –como Aragón, Andalucía y Castilla La Mancha (centro y este) – han sufrido descensos que han lastrado la producción nacional récord que se esperaba y retrasos en la cosecha, el balance general se mantiene en niveles muy positivos.

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