La OCU demanda más seguridad y más información en las inspecciones alimentarias

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) pide a los Ministerios de Sanidad y Consumo y a los de Agricultura, Pesca y Alimentación,  así como a las Consejerías de las distintas CC.AA. y a los Ayuntamientos con competencias más  seguridad y más información sobre las inspecciones alimentarias.

La OCU demanda más seguridad y más información en las inspecciones alimentarias

Los establecimientos por donde pasan los alimentos, desde las granjas y mataderos, hasta el bar de la esquina, según la OCU,  están sometidos a inspecciones y a controles sanitarios  por parte de las Administraciones competentes. Sin embargo, muchos no llegar a visitarse ni una sola vez al año y, además, “nunca sabemos nada de los resultados de esos controles.”

Aunque podría deducirse de las escandalosas imágenes de algunos  programas que  nadie controla el estado de restaurantes, bares u otros establecimientos, esto no es  así, apunta la OCU: las autoridades de Sanidad, Consumo y Agricultura estatales, autonómicas y municipales son las encargadas de realizar revisiones y controles periódicos de todos los aspectos para garantizar la seguridad alimentaria.

Todos los establecimientos dedicados a la producción, transformación, venta y consumo de alimentos (desde el matadero o la granja, al restaurante, pasando por fábricas, tiendas, supermercados…etc.) están sujetos a inspecciones sanitarias para  asegurar que cumplen con la normativa de calidad y seguridad alimentaria.

Para la OCU, “lamentablemente estas inspecciones no siempre son suficientes.”

Las  Administraciones públicas cuentan con inspectores que vigilan que en los establecimientos donde se produce,  prepara, fabrica y venden alimentos se cumpla con la normativa vigente en materia de infraestructuras e instalaciones, procedimientos, formación del personal, higiene,  seguridad alimentaria y etiquetado e información al consumidor.

Así, según la OCU, los servicios del Ministerio y Consejerías de Agricultura se dedican a inspeccionar la producción primaria, ya sea agrícola ganadera o de pesca o acuicultura.

El Ministerio de Sanidad, en concreto la Aecosan (Agencia española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición) y las Consejerías de Sanidad de las CCAA, inspeccionan industrias, mercados, establecimientos de venta al público y de restauración.

Por su parte, la Guardia Civil se ocupa de la inspección de alimentos en trasporte y determinadas investigaciones de fraudes.

Además de la producción nacional y de la Unión Europea también se inspecciona cualquier alimento, materias primas o animales vivos que llegan de otros países.

Menos inspecciones

A pesar de  todo, al analizar los números de los últimos años, la OCU observa que ha disminuido el número de revisiones, de forma que muchos establecimientos ni siquiera son inspeccionados una vez al año.

En 2012, el número de inspecciones era de 1,02 (Un 1 seria una visita al año por cada establecimiento),  un año después bajó a 0,95, en 2014,  del  0,85 y en 2016,de 0,74, según la OCU.

Según esta organización,  “los mayores problemas e incumplimientos de normas se producen en establecimientos minoristas y de poco tamaño. Precisamente, en este tipo de establecimientos la incidencia de incumplimientos es mayor.

A la  vez que baja la inspección, aumenta el porcentaje de los incumplimientos en establecimientos  alimentarios. En 2012, era del  18,7% y en 2016 del  24,6%, dejando atrás el 25% del año 2015; el 22,9% de 2014 y el 20,6% de 2013.

Según la OCU, un 11%  de los mataderos, lonjas y mercados mayoristas tienen incumplimientos de las normas;  un 20% de los fabricantes y otro tanto de los envasadores;  un 15%  de los  almacenistas;  un 11%  del distribuidor y hasta un 27% de minoristas (tiendas, bares, restaurantes).

La OCU señala que cada año se revisan miles de establecimientos y en la mayoría de  los casos el resultado es positivo (aunque en los pequeños establecimientos se encuentra que 1 de cada 4 personas  presenta algún tipo de incumplimiento.

 Esta organización indica que los datos, en todo caso, son opacos para los consumidores.

En otros países de nuestro entorno (Reino Unido o Dinamarca) los resultados  de las inspecciones son públicos y puede saberse la fecha de la última inspección y su resultado en los propios establecimientos o en Internet, como un criterio  más  que valorar  a la hora de elegir  un local.

Al respecto, la OCU anima a las autoridades españoles a poner en marcha un sistema de valoración de los establecimientos en función de los resultados de su inspección, una posibilidad que ya se apunta en el Reglamento 625/2017 de Controles Oficiales de la UE.

En concreto,  pide al nuevo Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social que cambie la normativa para que los resultados de  las inspecciones de los establecimientos que venden comida al público (supermercados, bares, restaurantes…) sean públicos, como forma de garantizar que los consumidores puedan  conocer el estado higiénico y el grado de cumplimiento de la  normativa de los establecimientos que visitan.

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