La revisión de la Directiva sobre Emisiones Industriales se carga a la mayoría de las explotaciones ganaderas familiares de la UE

La revisión de la Directiva sobre Emisiones Industriales se carga a la mayoría de las explotaciones ganaderas familiares de la UE

La Comisión Europea publicó el martes 5 de abril una revisión de su Directiva sobre emisiones Industriales de 2010. El COPA-Cogeca que defiende a los agricultores y ganaderos profesionales y a sus cooperativas, denuncia que, mientras que en la última década sólo se consideraron bajo su ámbito de aplicación las instalaciones ganaderas más grandes de la UE, la revisión propone ahora multiplicar por casi 10 el número de explotaciones de ganado vacuno, porcino y avícola, apuntando a las explotaciones familiares y categorizándolas como «instalaciones agroindustriales».

Como está planteada, señala esta organización, esta revisión “obligaría a miles de explotaciones ganaderas familiares a cumplir un costoso protocolo de emisiones diseñado principalmente para las grandes empresas.”

 

El COPA-Cogeca critica duramente, que “sólo unos días después de las comunicaciones de las instituciones sobre la necesidad de autonomía estratégica alimentaria de la UE, este planteamiento contable, ideológico y desconectado de la realidad de las explotaciones se siente como un duro golpe en toda Europa para los ganaderos.

En el marco de la revisión de su Directiva de Emisiones Industriales (DEI), la Comisión Europea ha decidido ampliar el ámbito de aplicación de su propuesta a las explotaciones de ganado vacuno y rebajar los umbrales para el sector porcino y avícola ya cubiertos desde 2010.

En concreto, la Comisión prevé incluir la cría de cerdos, aves de corral y ganado vacuno por encima de las 150 «Unidades de Ganado». Detrás de esta jerga contable, aclara el COPA-Cogeca, se esconde una realidad muy simple: muchas explotaciones familiares entrarán en el ámbito de aplicación de esta directiva y son clasificadas de facto por la Comisión como «instalaciones agroindustriales».

Según la Comisión, esto representaría sólo «el 13% del conjunto de las mayores explotaciones ganaderas de la UE». Para esta organización de productores, “esta es una forma inteligente pero engañosa de decirlo.

He aquí otra forma de ver el umbral propuesto de «150 Unidades de Ganado», añade el COPA-Cogeca: en Alemania y Finlandia, más del 90% de la producción de pollos de engorde se considerará «instalaciones agroindustriales», mientras que la misma proporción de la producción francesa de cerdos, vacuno y productos lácteos también se considerará «instalaciones agroindustriales».

Este umbral arbitrario es chocante y muestra una profunda desconexión con las realidades agrícolas sobre el terreno. Adoptar un enfoque numérico de este tipo era la forma más simplista de abordar la cuestión, denuncia esta organización europea.

A pesar de la evaluación de impacto de la Comisión, el umbral fijado es, para el COPA-Cogeca, “un arbitraje político que constituye un enfoque desequilibrado y parcial de la sostenibilidad. Si el objetivo es fijar niveles deliberadamente bajos con vistas a las negociaciones interinstitucionales, ¿se da cuenta la Comisión del mensaje catastrófico que se envía a decenas de miles de agricultores que luchan diariamente por la viabilidad de sus explotaciones y la mejora de sus prácticas? ”

Christiane Lambert, presidenta del Comité Europeo de Organizaciones Profesionales Agrarias (COPA), señaló que “a pesar de las diferentes crisis que se acumulan, los ganaderos realizan importantes esfuerzos para evolucionar sus prácticas y combinar de la mejor manera posible la productividad y el respeto al medio ambiente. El hecho de que la Comisión Europea hable ahora de «instalaciones agroindustriales» para calificar a las explotaciones familiares demuestra que existe una confusión total sobre cuál es la realidad de la ganadería. Bajar el umbral de forma tan drástica afectará gravemente al modelo europeo de agricultura familiar con costes adicionales y cuellos de botella».

Para Lambert, “la experiencia con la Directiva de Emisiones Industriales, desde que entró en vigor en 2010, ha demostrado que su aplicación es muy costosa y administrativamente onerosa. Extenderla a la mayoría de las explotaciones ganaderas tendría consecuencias insoportables para el sector, las zonas rurales y las familias de los agricultores.”

Por su parte,Ramón Armengol, presidente de la Comité General de las Cooperativas Agroalimentarias Europeas (Cogeca), se preguntó sobre “cómo van a hacer frente los ganaderos familiares a la avalancha de requisitos que la Comisión está impulsando en el marco del Pacto Verde Europeo (“Green Deal”), todavía sin evaluación de impacto global y  cómo lo harán cuando ninguno de nuestros socios comerciales internacionales está aplicando medidas tan drásticas y los minoristas de la UE probablemente se nieguen a transferir estos costes. La respuesta de la Comisión Europea a todas estas preguntas en la revisión propuesta es sencilla: ninguna».

Por otro lado, el COPA-Cogeca también está preocupado por “la intención de la Comisión de regular el ámbito de aplicación y los umbrales de los sectores cubiertos en el futuro mediante actos delegados, lo que hará que la situación sea aún más opaca e imprevisible.”

Por último, esta organización denuncia que esta propuesta plantea dudas sobre la coherencia general del enfoque de la Comisión Europea, en lo que respecta a la ganadería de la UE. Y,  aunque se dice que la ganadería tiene un papel crucial en el desarrollo de un sector energético de la UE resistente e independiente (plan de acción REPowerEU), es probable que esta propuesta afecte tanto a las explotaciones ganaderas existentes, como a los próximos proyectos, añade el COPA-Cogeca.

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